El apoyo que recibió en el primer semestre de parte de los bloques denominados “dialoguistas” comienza a diluirse como consecuencia de impericias propias y de aspiraciones ajenas. Ya no se pondrán las comisiones al “hombro” ni habrá alertas ante los grises y secretos del reglamento. Esto no significa que le vayan a soltar totalmente la mano a La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados. Tampoco que se haya terminado la “mancha venenosa” de votar junto al kirchnerismo, pero sí que el tránsito para el oficialismo será más escarpado. “Cometieron muchos errores que se dejaron de lado para que tengan una ley -por la Ley Bases-, pero ahora todo cambió. No respetan los acuerdos y eso es algo que erosiona la confianza y cambia los humores”, explicó un diputado que tuvo un rol importante en el tratamiento de la “mega iniciativa”.
Un ejemplo de esto fue cuando, luego de conseguir el apoyo de la UCR en el Senado, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, llegó a la Cámara Baja negando cualquier tipo de acuerdo, algo que molestó a los boinas blancas. Lo mismo sucedió con el bloque de Hacemos Coalición Federal y la negativa de Martín Menem de no darle lugar en alguna bicameral sensible que -aseguran- estaba acordado
Quizás quien mejor resumió la situación fue Miguel Ángel Pichetto, quien fue bastante claro en una reunión subida de tono con Menem: “Si le pegás todos los días a un perro con un palo, cuando lo vayas a acariciar, te va a morder”.
fuente: infobae
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