Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica aprobaron la incorporación de Argentina y de otros cinco países al BRICS, bloque de naciones emergentes que representa más del 42% de la población, 30% del territorio, 23% del PIB y el 18% del comercio de todo el mundo y que además contribuye al comercio mundial con el 16% de las exportaciones y el 15% de las importaciones de bienes y servicios.
Pertenecer a este grupo le aportaría al país una nueva puerta de ingreso al mundo además de acceder de manera inmediata a créditos del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS, con sede en la ciudad de Shanghái, que dispone de financiamiento a tasas mucho más accesibles que cualquier otra ventanilla a la que podría recurrir Argentina, para obras de infraestructura, educación y salud.
La incorporación a los BRICS, que se concretará el primer día del año próximo, sacó a la luz las diferencias en materia de geopolítica entre los presidenciables que pasaron el corte de las PASO. Massa se inclina al multilateralismo y apela al pragmatismo para sustentar esa posición, mientras que Milei y Bullrich prefieren un alineamiento más estricto a Estados Unidos y se apoyan en argumentos de índole ideológica.
El ministro de Economía consideró el ingreso al grupo de países emergentes como un hecho histórico, destacó que permitirá dinamizar las relaciones comerciales con países a los que se dirige más un tercio del total de las exportaciones totales de Argentina y posibilitará avanzar en intercambios en monedas locales, algo fundamental para un país que constantemente sufre por escasez de divisas.
Desde la misma oposición que tantas veces criticó al kirchnerismo por un exceso de carga ideológica en la toma de decisiones, ahora se apela a razones de esa índole para rechazar el ingreso a los BRICS.
En un encuentro organizado por el Consejo de las Américas el libertario Javier Milei tuvo una regresión a épocas de la guerra fría y dijo que de resultar electo presidente jamás negociaría con “países comunistas”, mientras que Patricia Bullrich objetó que el país acerque relaciones con Rusia, por la invasión a Ucrania, y con Irán (recientemente incorporado a los BRICS): “es un país con el que tenemos una herida profunda abierta por los ataques en nuestro territorio”, remarcó.
Después de mucha rosca diplomática, Argentina finalmente logró el boleto para subirse al colectivo de los BRICS, pero el único que se muestra dispuesto a aprovechar esa oportunidad histórica es Sergio Massa, mientras que Milei y Bullrich ya anticiparon que sacarán al país de ese grupo de resultar electos.
Escenarios post PASO
El detallado análisis forense del voto en las PASO y los movimientos del electorado que sugieren las más recientes encuestas esbozan un escenario electoral en el que se consolida Milei como alternativa opositora y Massa crece con el voto útil y el rechazo que generan en una parte de la sociedad las extremas medidas que propone el libertario. Bullrich pierde terreno y queda relegada a un cómodo tercer lugar.
Desde el entorno de la candidata de Juntos por el Cambio daban por descontado que una victoria contra Rodríguez Larreta dejaría el camino libre al sillón de Rivadavia, pero la interna fue tan dura que terminó comprometiendo las chances de ambos candidatos de ese espacio y allí estaba Milei para aprovecharlo.
Bullrich ganó su interna, pero quedó tercera en las PASO y el ganador casi la duplicó en cantidad de sufragios. Dejó de ser la candidata con más posibilidades de derrotar al oficialismo y ahora sufre los rigores del voto útil opositor que cruza a la vereda de Milei.
Eso al menos es lo que muestra un reciente estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que buscó trazar un mapa migratorio de votos tras las PASO.
De acuerdo a este trabajo, La Piba conseguiría retener dentro de JxC a solo el 60% de los votantes de Rodríguez Larreta (algo que se preveía por lo sangrienta que fue la interna), pero además perdería 18% de sus propios votantes a manos de Javier Milei. Se trata de personas que eligieron a Bullrich en las PASO porque entendieron que era la mejor posicionada para derrotar al oficialismo y en las generales votarían al libertario por el mismo motivo.
La Piba conseguiría retener dentro de JxC a solo el 60% de los votantes de Rodríguez Larreta (algo que se preveía por lo sangrienta que fue la interna), pero además perdería 18% de sus propios votantes a manos de Javier Milei.
El que más crece respecto de las primarias es Milei, que retiene prácticamente el total de sus votos propios y suma 18% de los sufragios de Bullrich, 20% de los de Larreta, 24% de los que no fueron a votar, 12% de Schiaretti, 9% del voto en blanco y 7% de los que votaron a alguno de los candidatos que no pasaron el corte.
Massa también mejoraría su performance en las generales. Retiene prácticamente a todos los votantes de JxC (perdería solo 13% de los que votaron a Grabois) y aumentaría ese caudal con el 42% de los votos de Miriam Bregman, el 8% de los que votaron a Larreta, el 24% de los que lo hicieron por alguno de los candidatos que no pasaron el corte, 22% de los que no concurrieron a votar, el 11% de Schiaretti y el 18% de los que votaron en blanco.
Esta encuesta muestra un escenario hipotético en el que la sangría de votos de JxC principalmente hacia La Libertad Avanza, pero también hacia la candidatura de Massa, dejaría a esa fuerza en un tercer puesto que sacaría de carrera a Bullrich en un eventual balotaje.
Al igual que en las PASO el más votado sería Milei, pero no le alcanzaría para ganar en primera vuelta. En consecuencia, las presidenciales se resolverían en un mano a mano Massa – Milei.
Este escenario pone a Bullrich en la incómoda necesidad de tener que buscar votos de dos fuentes bien distintas. Por un lado, debe retener al cambiemita moderado que eligió a Larreta en las PASO, pero también está obligada a disputar con Milei el electorado que va desde la derecha tradicional hasta las nuevas variantes más extremas.
Uno de los problemas que enfrenta para retener al votante cambiemita es que la interna no terminó con las PASO, por el contrario, siguen los pases de factura y los ajustes de cuentas, lo que no favorece en lo más mínimo las chances de quien fura ministra de Seguridad de Macri.
La fractura interna llevó a que el candidato del PRO en Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, exigiera la renuncia de la ministra de Desarrollo Humano larretista, María Migliore, quien se mostró muy cercana a Martín Lousteau (rival de Macri) durante la campaña. La ahora exministra hizo público que se iba por “diferencias con Jorge Macri”.
La fractura interna llevó a que el candidato del PRO en Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, exigiera la renuncia de la ministra de Desarrollo Humano larretista, María Migliore,
Por otra parte, la centralidad que ganó Milei después de las PASO le está permitiendo definir la agenda de campaña. Después de su sorpresivo triunfo, todos quieren hablar con el libertario, a quien le gusta hablar de economía porque se siente seguro en ese terreno. Eso también perjudica a Bullrich porque es notoria su insolvencia en esa materia.
Con una demora inexplicable, la candidata de JxC ahora sí estaría dispuesta a ungir a un vocero en materia de economía a quien presentaría como el ministro que la acompañaría en esa área de resultar electa. Se trata del verborrágico Carlos Melconian, presidente del IERAL, el think tank de la Fundación Mediterránea que tuvo incidencia directa en la definición de los destinos del país allá por los 90, en tiempos de Cavallo, y podría retomar ese protagonismo de la mano de JxC.
Al igual que Bullrich, Milei se enfrenta ante el desafío de seducir a los moderados y a los pragmáticos sin renunciar a la agenda con la que supo conquistar a los revolucionarios de la extrema derecha que exigen cambios abruptos.
El libertario escaló en las preferencias del electorado con propuestas que desde buena parte del establishment empresarial y financiero consideran de dudosa viabilidad, como la eliminación del Banco Central, la dolarización, la banca simons o el sistema de váuchers en la educación pública.
Pero ahora que está más cerca del sillón de Rivadavia se encuentra ante la necesidad de ganar credibilidad frente a sectores con capacidad incidir en el desarrollo de la economía, cuyo respaldo es ineludible para llevar adelante un gobierno de corte liberal como el que pretende Milei.
La tarea no es sencilla, porque el excéntrico libertario no solo genera dudas entre el empresariado local sino también entre los popes mundiales. Como el economista jefe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Robin Brooks, quien dijo hace unos días que en Argentina “dolarizar es una idea terrible”, una opinión nada desdeñable teniendo en cuenta que el IIF integra a los principales bancos de Wall Street, los mismos bancos a los que Milei tiene pensado pedirles plata prestada para llevar adelante el milagro argentino de dolarizar sin dólares.
el economista jefe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Robin Brooks, quien dijo hace unos días que en Argentina “dolarizar es una idea terrible”,
Para resolver el dilema, el candidato de La Libertad Avanza recurrió al principio capitalista de la división del trabajo. Designó a una pléyade de técnicos de primera línea que se encargan de bajarle el precio a las expresiones que él mismo vocifera.
De modo que mientras Milei sigue recorriendo estudios de TV prometiendo que donde ahora hay pesos muy pronto habrá dólares o que el Banco Central dejará de funcionar, integrantes de su equipo como Diana Mondino, Darío Epstein, Carlos Rodríguez o Emilio Ocampo, se encargan de bajarle el precio a esas declaraciones explicando que en realidad se encaminan a un proceso largo de reformas.
El problema es que estos técnicos muchas veces difieren cuando intentan explicar la letra chica de las revolucionarias medidas que propone el libertario, especialmente la dolarización, lo que provocó que otro economista, el exvicepresidente del Banco Nación y cazador de guanacos Lucas Lach, enumerara las inconsistencias en un solo tuit. “Mondino: apertura comercial sin dolarización. Epstein: dolarización sin apertura. Carlos Rodríguez: ‘despesificación’ rápida sin dólares estatales, el dólar va reemplazando el peso. Ocampo: dolarización bastante rápida con 40bn que nos presta el mundo al 7%”.
Massa oscila entre confrontar duro con Milei, para polarizar y dejar en la sombra a Bullrich, y bajar un poco el tono, para evitar que el candidato de La Libertad Avanza acapare los votos opositores y se corte solo hacia una definición en primera vuelta.
Pero su principal problema es que es el único presidenciable que lleva adelante una gestión. Los demás podrán prometer y nos enteraremos de su capacidad para cumplir esas promesas solo si resultaran electos, momento en el cual ya será tarde para lamentaciones.
Massa está condenado a ser medido por los resultados de su gestión antes que por su plataforma electoral o por su habilidad discursiva.
Para su pesar, su gestión se enmarca en un contexto verdaderamente complicado. Enfrenta limitaciones severas: un descalabro macroeconómico que arrastra décadas y que fue profundizado primero por la pandemia, luego por la guerra en Ucrania y finalmente por la sequía.
Como si eso fuera poco, en plena campaña su gestión está atada al plan recesivo e inflacionario diseñado por el FMI para cubrirse del flagrante error que cometió al otorgarle a la gestión de Mauricio Macri el préstamo más grande de su historia, que fue destinado enteramente a financiar la fuga de divisas.
Con todo eso, es un milagro que el tigrense todavía esté en carrera y con expectativas reales de entrar a un balotaje de pronóstico reservado.
Su principal rival en camino a la presidencia no es Milei, mucho menos Bullrich, sino la inflación. Con la devaluación post Paso, agosto está perdido. Clavar el tipo de cambio en los niveles actuales resultará fundamental para desacelerar la estampida de precios en septiembre y octubre, algo necesario para llegar a las elecciones con una sensación de mejoría.
Tanto como instrumentar medidas que ayuden a morigerar el impacto de la suba de los precios en los sectores más vulnerables, pero que después no terminen alimentando más a la inflación. Habrá que ajustar la sintonía fina para no repetir el fracaso (electoral y económico) del plan platita en el bolsillo que se intentó luego de las (también tóxicas) PASO de 2021.
El turismo y el tipo de cambio
Pasó otro fin de semana largo, esta vez en conmemoración al fallecimiento del General José de San Martín, con el resultado de siempre en Misiones: un éxito rotundo para el turismo.
Según datos brindados por el Ministerio de Turismo de Misiones, se registró un 90% de ocupación en alojamiento promedio en la provincia. Puerto Iguazú, alcanzó un 86%; Eldorado y El Soberbio, 50%; Aristóbulo del Valle, 65%; San Ignacio, 75%; Oberá, 69% y Posadas, 90%. En este marco, hubo más de 30 mil arribos, más de 75 mil pernoctaciones, 3,8 noches de estadía promedio, con un gasto medio durante la estadía de 93.540 pesos lo que redundó en más de 2.545 millones de pesos que ingresaron a la economía provincial.
más de 2.545 millones de pesos que ingresaron a la economía provincial.
La crisis de la economía argentina y su correlato en el tipo de cambio está provocando un cambio en el perfil del visitante que elige algún destino misionero. Donde antes llegaban mayormente turistas de otras provincias del país, ahora llegan en gran número visitantes de otros países, especialmente brasileros, paraguayos y uruguayos, pero también y en cada vez mayor número, europeos, estadounidenses y asiáticos.
Iguazú sigue siendo el imán para los extranjeros, pero Posadas se destaca cada vez más por su perfil moderno, su polo gastronómico, el complemento del río y sus espacios verdes.
La capital provincial es desde hace bastante tiempo un paseo muy requerido por los paraguayos, a quienes se están sumando en números cada vez más altos los brasileros que llegan atraídos por el poder de compra del real y vuelven por la calidad de los productos y servicios que obtienen en Posadas.
Esto genera un círculo virtuoso de inversiones, construcción, generación de empleo y derrame hacia todos los rubros.
Pueblos y ciudades de la costa del Uruguay se benefician directamente con la devaluación y el real blue volando a la altura de las nubes. De San Javier a Irigoyen los brasileños arrasan con los comercios dejando divisas y generando trabajo en Misiones.
Aprontes de campaña
En el plano de la política, los candidatos renovadores para el Senado, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, y para la Cámara de Diputados, Colo Vancsik y Yamila Ruiz, buscan consolidar su propuesta recorriendo la provincia acompañados por su equipo de colaboradores, escuchando demandas y llevando soluciones a los vecinos, productores, empresarios y trabajadores.
La mala performance electoral de JxC en Misiones, sumado a que la candidatura de Patricia Bullrich se desmorona en un escenario político que está cada vez más marcado por la polarización Milei – Massa, hizo que agrupaciones, punteros y armadores que el las PASO trabajaron para otras fuerzas, ahora apuesten por el caballo ganador de la renovación.
agrupaciones, punteros y armadores que el las PASO trabajaron para otras fuerzas, ahora apuesten por el caballo ganador de la renovación.
Si como viene ocurriendo en las últimas presidenciales, las elecciones de octubre se terminan definiendo principalmente por la tracción de las candidaturas a presidente y si se confirma la tendencia que muestra en crecimiento a Massa y a Milei (que no tiene candidatos en Misiones) y en descenso a Bullrich, el escenario está armado para una victoria de la renovación en porcentajes similares a los registrados en mayo.
En el oficialismo provincial se entusiasman con una encuesta difundida esta semana que anticipa que el 76,3% de los que votaron a Milei para presidente en Misiones votarían a los candidatos de la Renovación en las categorías senador y diputado.
Al igual que lo observado a escala nacional, en Misiones los heridos que dejó la interna cambiemita tampoco están dispuestos a mantenerse dentro de ese espacio. Se estima que la mitad de los que votaron a Larreta no acompañarían a Bullrich sino que encuentran más comodidad al votar a Milei o a Massa. La otra mitad se reparte entre “La Piba” y el voto en blanco
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