La historia de “Negro” Hreñuk está entrelazada con la de su hermano, quien partió en 2019, con quienes fundó Rosamonte. Ambos se propusieron llevar la yerba mate misionera a todas las mesas del país, democratizando su acceso en una época en la que solo unos pocos tenían la oportunidad de disfrutarla. Juntos, con esfuerzo y pasión, convirtieron a Rosamonte en una de las empresas e industrias más destacadas y emblemáticas del sector.
La visión de “Negro” Hreñuk trascendió fronteras, llevando el sabor y la calidad de la yerba mate de Misiones a los hogares de miles de argentinos. Su incansable trabajo y dedicación transformaron la empresa en un símbolo de orgullo para la provincia y el país, abriendo camino para el crecimiento económico y el desarrollo social.
La noticia de su fallecimiento se propagó rápidamente y los mensajes de despedida comenzaron a inundar las redes sociales y medios locales. Familiares, amigos, colaboradores y la sociedad en general expresaron su dolor y compartieron anécdotas sobre el legado que dejó este emprendedor ejemplar.
En Apóstoles, la ciudad que vio nacer y crecer a Rosamonte, la tristeza se palpaba en cada rincón. Ciudadanos que lo conocieron de cerca lo recordaron como un hombre amable, cercano y humilde, que siempre estuvo comprometido con su comunidad.
El impacto de “Negro” Hreñuk en el sector yerbatero fue innegable. Su legado trasciende más allá de las fronteras de Misiones, inspirando a futuras generaciones de emprendedores a seguir su ejemplo y a apostar por el desarrollo sostenible de la industria y el cuidado del medio ambiente.
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