Según informes de Misionesonline.net, Rony quien estaba vinculado a la Iglesia Asamblea de Dios, llevaba a cabo actividades sospechosas en su departamento.
Los vecinos notaron que en ocasiones llegaban personas de la iglesia en camionetas para buscarlo o llevarlo, y también se percataron de la presencia de una práctica de orquesta en el lugar. Además, Rony y su pareja se dedicaban a la venta de ropa, y los residentes observaron a mujeres de diferentes edades visitando el departamento para adquirir prendas.
Sin embargo, tras una investigación más detallada, se descubrió que Rony utilizaba su actividad comercial como una fachada para llevar a cabo actos ilegales. Al parecer, seleccionaba a chicas jóvenes y las filmaba en los probadores improvisados de su departamento. Este comportamiento inapropiado pasaba desapercibido para los vecinos, ya que aparentaba ser una persona normal en su interacción pública.
Además de su negocio de ropa, Rony trabajaba como portero en una escuela relacionada con la misma comunidad religiosa. Se ha conocido extraoficialmente que fue expulsado de su puesto después de su detención.
Adriana Rodríguez, una vecina contigua al departamento de Rony, comentó que el hombre no seguía horarios habituales y que su relación con los demás vecinos era casi inexistente debido a su difícil carácter y actitud machista. Aunque no se habían registrado episodios de violencia física, algunas vecinas pertenecientes a fuerzas de seguridad intimidaban a acusado cuando estaban presentes, lo que alteraba su comportamiento.
La comunidad expresó su preocupación por los horarios atípicos de Rony, ya que era inusual ver a personas extrañas en el área en esos momentos. Además, su personalidad agresiva y prepotente generaba conflictos con los demás residentes, quienes describieron su trato como inapropiado y violento.
Después de su detención, se han descubierto más casos de acoso directo a través de las redes sociales por parte de acusado, lo que ha llevado a la aparición de nuevas víctimas. Los vecinos se sienten aliviados de que haya sido arrestado y hacen un llamado a la importancia de denunciar estos casos y no permitir que pasen desapercibidos.
Adriana Rodríguez es vecina, lindante al departamento del acusado en diálogo con este medio sostuvo “era un vecino que no tenía horarios habituales, si salía lo hacía en horarios no cotidianos, es decir, o muy temprano o muy tarde” “La relación con los demás vecinos era casi inexistente porque es una persona muy difícil de tratar, es muy machista y la forma en la que se dirigía era muy inapropiada”.
Ejemplificó: “sin conocer la persona no medía sus palabras”.
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