Por qué quienes cruzan las brasas el Día de San Juan no se queman y cuáles son los tips para evitar accidentes

El cruce de brasas en el Día de San Juan es un acto que puede parecer sorprendente, ya que las personas que participan en esta tradición caminan sobre las brasas sin sufrir quemaduras graves. Sin embargo, hay algunos factores que contribuyen a que esto sea posible.

Preparación del fuego: La hoguera se construye de manera específica para asegurar que las brasas estén en su punto ideal. Se utilizan maderas secas y resinosas, como el pino, que generan brasas calientes pero no llamas intensas. Esto ayuda a evitar quemaduras directas por el fuego.

Tiempo de combustión: La hoguera se enciende con antelación, permitiendo que el fuego queme durante un tiempo suficiente para formar una capa de brasas calientes y estables. Esto reduce la temperatura superficial de las brasas y evita quemaduras graves.

Caminata rápida y constante: Los participantes caminan de manera rápida y constante sobre las brasas, evitando detenerse o hacer movimientos bruscos que puedan causar quemaduras. Al mantener el ritmo y no ejercer demasiada presión en un punto específico, se reduce el contacto prolongado con las brasas calientes.

Aislamiento térmico: Antes de cruzar las brasas, es común que los participantes se preparen adecuadamente, como cubrir sus pies con capas adicionales de ropa, mojarse los pies o utilizar zapatos especiales. Estas medidas ayudan a proteger la piel y aislar el calor, minimizando el riesgo de quemaduras.

Tips para minimizar riesgos

Si estás interesado en participar en un cruce de brasas, aquí hay algunos tips adicionales para minimizar el riesgo de quemaduras:

• Seguí las instrucciones y recomendaciones de los organizadores del evento.
• No intentés cruzar las brasas si no estás seguro o si no tenés la debida preparación.
• Mantené una actitud mental positiva y confiá en ti mismo al caminar sobre las brasas. La mente puede influir en la percepción del calor.
• Evitá cualquier tipo de sustancia inflamable, como alcohol, en tu cuerpo antes de cruzar las brasas.
• Después de cruzar las brasas, puedes enfriar tus pies con agua fría o aplicar alguna loción calmante para aliviar cualquier incomodidad.

Recuerda que participar en el cruce de brasas puede conllevar riesgos, por lo que es importante hacerlo en un entorno controlado y bajo la supervisión de expertos.