“Quiere PASO? Vamos a las PASO y veamos quién gana”. Cristina Kirchner ni siquiera tiene el tono de la euforia de sus enojos. Se la nota tranquila. Casi entretenida con la batalla que se le presenta. Es martes por la tarde, mientras el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, daba su informe de gestión en Diputados, ella recibe en su despacho a uno de los operadores centrales de la ingeniería electoral.
Afinan detalles de lo que el miércoles terminó por bautizarse Unión por la Patria, el insólito nombre sugerido por el camporista Santiago “Patucho” Álvarez, que le gustó a CFK y que sirvió para terminar de matar al Frente de Todos, esa marca que todos prefieren olvidar y que fue el inicio de una historia todavía sin final: la que une a Alberto Fernández con Cristina Kirchner. Los dos que a esta hora se sienten envalentonados en su última pugna, una interna abierta en la que pocos creían y que ahora es realidad.
Cristina. Massa, Wado y la estrategia de campaña
La candidatura de Daniel Scioli -dicen los que hablan con ella- no le saca el sueño. Es más, siente que tanta discusión política ayuda a diluir en la conversación pública lo que sí la obsesiona: la economía. Sobre todo la economía en clave electoral porque CFK cree que lo que puede dañar sin retorno su construcción política no es a quién elija para competir, sino lo que pase con el sistema financiero entre agosto y octubre. Un funcionario que la vio esta semana la escuchó seguir minuciosamente los informes permanentes que pide sobre el estado de las reservas, la brecha del dólar y lo más apremiante: el acuerdo con el FMI. “La pistola en la cabeza que es”, dijo en Río Gallegos blanqueando su preocupación. “Se vuelve a repetir la misma historia que en 2001″.
Massa -que sigue pugnando por ser candidato aún con PASO- amagó con tener pasaje emitido para el martes 20 a la noche rumbo a Washington, pero lo cierto es que a esta hora, ni el vuelo ni el acuerdo con el Fondo, están resueltos.
De hecho, la estrategia que habían consensuado estipulaba que el Día de la Bandera sería un día fundacional, con el acto formal de inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, pero algunas demoras técnicas -y sobre todo la enredadera de la política- hicieron que todo se pase para otro día patrio, el 9 de Julio, cuando la campaña esté lanzada.
Desde el sur, Cristina define las candidaturas con su hijo, Máximo. Se subieron al avión de YPF, que ahora alquila la Casa Rosada para el uso de la Vice, y volaron a repetir el ritual de resolver en su pago chico las decisiones grandes: qué lugares ocuparán Sergio Massa, Eduardo “Wado” De Pedro, Axel Kicillof y el mismo Máximo. Se espera que el martes un tuit revele el misterio. En el medio, CFK quiere mirar de lejos cómo se organizan las lealtades ahora que Daniel Scioli está oficialmente en carrera.
“Lo de Máximo fue una sobreactuación”, se ríe un funcionario que conversa a diario con él. En las 48 horas previas al cierre de la alianza, Máximo conversó las reglas de la alianza electoral sin levantar la voz con Victoria Tolosa Paz, Santiago Cafiero y Alberto Pérez. Pero después escribió un comunicado corto y furioso en el que buscó dejar bien claro el nombre del enemigo: Alberto Ángel Fernández. Lo mismo hizo Cristina en el acto de Río Gallegos.
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Alberto Fernández, Daniel Scioli y el Bristol test
El presidente estaba de un humor extraordinario el miércoles a la noche, con el trofeo de las PASO sobre su escritorio de la Rosada. Ahí recibió el comunicado del PJ bonaerense mientras se preguntaba en voz alta, por qué se la agarraban con él si solo quiere la democratización del peronismo. Nadie pierde el gusto por el cinismo.
Más tarde, Alberto se cruzó al Banco Nación donde compartió cena en el comedor con los que nunca lo abandonaron. Su histórica mesa de amigos del peronismo porteño: el anfitrión Raul Garré, Vitobello, Guillermo Oliveri, el embajador en Uruguay, Alberto Iribarne y otros.
La escudería de Scioli tiene un equipo modesto: Cafiero, Albistur, Tolosa Paz, Aníbal Fernández y Pérez. Su misión ahora es subirse a la ambulancia y pasar por las provincias y el conurbano a levantar heridos del peronismo que los ayuden a completar las vacantes en su armado. Con la interna oficializada, se la pasaron contando anécdotas de cómo llegaron a este Last Dance de Scioli, como les gusta decir. El primer paso de su revival como candidato fue el Bristol test, el 5 de enero de este año. ¿Qué es eso? El modo en que el embajador en Brasil llama a sus apariciones repentinas en la playa más concurrida de Mar del Plata para medir popularidad. Aseguran que fue un éxito.
En estos días, Scioli se engolosina comparando esta interna con sus anécdotas de motonauta en los ‘80. Sobre todo, una en Italia cuando compitió con una lancha que no corría ni de cerca a la velocidad de sus contrincantes: “Yo les preguntaba, la tuya a cuánto va? Y era un escándalo la diferencia. Pero de repente, en el medio del agua, a uno se le mancó su lancha por una cosa, a otro por otra y terminé ganando”. Una versión acuática del cuento de la tortuga y la liebre. O de cómo, contra todo pronóstico, se coló en la PASO. Es una incógnita ahora cómo será el financiamiento de esta patriada dentro de Unión por la Patria.
Bonus track I: Horacio, Patricia y Melconian
El reglamento de las alianzas partidarias es una formalidad que casi termina con Juntos por el Cambio esta semana. Así están las cosas. Ordenan un frente y se rompe otro.
La batalla más fresca es ahora por Carlos Melconian. Se filtró que lo llamó Patricia para ofrecerle la Vicepresidencia. A ella, la ayuda en su zona más frágil, la economía. A él lo tienta porque en sus sueños se esconde ser Presidente algún día. Le dieron hasta el domingo para contestar porque ella ya quiere ir soltando su fórmula, pero la noticia generó un sismo en el universo larretista.
El jefe de Gobierno le dedicó dos horas plenas hace poco tiempo para escuchar sus propuestas económicas porque Melconian es una de sus alternativas para ministro aunque esto genere otra guerra interna en su espacio donde Hernán Lacunza y Martín Redrado tienen expectativas.
El economista ya habría avisado que no se anima a acompañar a Patricia.
Bonus track II: Javier y Carolina
¿Te acordás que la semana pasada te conté que se estaba empiojando la candidatura de Guillermo Britos a la gobernación bonaerense que había anunciado Javier Milei?. El miércoles se terminó de complicar y el candidato libertario tuvo que salir a buscar un plan B. A esta hora, la decisión está tomada y la postulante será Carolina Píparo.
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— misionesonline.net (@misionesonline) May 31, 2023
Fuente: TN
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