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Sergio Massa y Máximo Kirchner se reunirán con Dilma Rousseff en Shangai para negociar el apoyo de los BRICS a la Argentina

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Antes de volar a Beijing, el ministro de Economía y el líder de La Cámpora se encontrarán con la titular del Nuevo Banco de Desarrollo para avanzar en una propuesta financiera que permitiría robustecer las reservas, sumar inversiones directas y mejorar la balanza comercial

Sergio Massa junto a Máximo KirchnerSergio Massa junto a Máximo Kirchner

(Enviado especial a Shangai) Antes de partir hacia Beijing, la sede del poder en China, Sergio Massa y Máximo Kirchner se reunirán con Dilma Rousseff para avanzar en un mecanismo financiero que permita a los BRICS invertir en la Argentina. BRICS son Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que crearon y capitalizaron el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), a cargo de Rousseff hasta que sea sucedida en 2025.

Al encuentro en la sede del NBD, ubicado en pleno distrito financiero, también concurrirán el titular del Banco Central, Miguel Pesce, y Marco Lavagna, secretario de Asuntos Económicos del Palacio de Hacienda. La reunión está prevista para las 9 AM de Shangai, once horas menos que en Buenos Aires.

En un zoom que conectó Buenos Aires con Shangai hace una semana, Rousseff adelantó a Massa que había un mecanismo posible que permitía utilizar al NBD para financiar inversiones y exportaciones, y el jefe del Palacio de Hacienda no dudó en retrasar su viaje a Beijing para escuchar la propuesta técnica, multilateral y política.

El cónclave de Massa con Rousseff intenta mimetizar la gaffe política cometida por Lula da Silva frente a Alberto Fernández, que creyó que Brasil podía lograr una reforma al estatuto de los BRICS a la medida de las necesidad de Argentina ante la crisis económica que devora sus reservas y acelera la inflación mensual.

El presidente de Brasil aseguró a su colega argentino que ya tenía el consenso de China para reformar el artículo 7 del estatuto del Nuevo Banco de Desarrollo. Esa modificación hubiera permitido que el NBD prestara fondos a un país socio de los BRICS para financiar inversiones o exportaciones con un tercer estado que no pertenecía al foro multilateral ni era miembro del Nuevo Banco de Desarrollo.

Alberto Fernández y Lula da Silva durante su último encuentro en BrasiliaAlberto Fernández y Lula da Silva durante su último encuentro en Brasilia

No hubo mala de intención de Lula. el presidente de Brasil aún no conoce todos los cambios legales ocurridos antes de su regreso al Palacio de la Alvorada, y tras la promesa personal a Alberto Fernández su equipo económico le informó que las disposiciones vigentes del Banco Central y del BNDES no le permitían cumplir con su palabra.

“No fue posible. Hay dificultades para cambiar el artículo”, dijo Lula da Silva cuando le preguntaron sobre su propuesta de ayudar a la Argentina a través del Nuevo Banco de Desarrollo que administra Rousseff en nombre de los BRICS.

Massa ya sabía que Da Silva había cometido un error político, y en la reunión que mantendrá este jueves en Shangai -todavía miércoles en Buenos Aires-, intentará junto a Rousseff diseñar una instrumento ad hoc que utilice al Nuevo Banco de Desarrollo como un mecanismo con capacidad de articular inversiones o financiar exportaciones desde los cinco socios de los BRICS a la Argentina.

Sin necesidad de reformar los estatutos, Argentina podría utilizar al Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS como un vehículo del capital o del préstamo que harían Brasil, Rusia, India, China o Sudáfrica a favor del país. De esta manera, el círculo quedaría cerrado: estado miembro concede a estado no miembro un crédito para producción, inversión o exportaciones, que sería administrado por el NDB a cargo de Dilma Rousseff.

¿Es necesario que el directorio del NBD apruebe este mecanismo?-, le preguntaron anoche a Massa cuando regresó de su cena en el distrito financiero de Shangai.

-No. Ya hay algunos antecedentes de un uso parecido que hizo Sudáfrica y Rusia. Tampoco es necesario un dictamen del staff del banco.

La construcción de la iniciativa financiera no será una tarea sencilla. Y aunque al final decida Rousseff, esa resolución es simplemente un acto administrativo. Ella responde a las instrucciones directas de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y en el tablero internacional nada es lo que parece.

Cuando concluya su reunión en los BRICS, Massa abordará el avión presidencial rumbo a Beijing. Allí tendrá una agenda apretada con el poder real de China. Un estado comunista que cubre su puño de hierro con un guante rojo de terciopelo.

Fuente: INFOBAE

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