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Carolina, una mujer residente de Ñemby, Paraguay, aún se encuentra asombrada por un suceso que vivió en las últimas horas. Según relató a Crónica, alguien ingresó a su habitación en plena madrugada, generando en ella una mezcla de temor y curiosidad. Sin embargo, lo que resulta aún más desconcertante es la identidad de la misteriosa figura: ¡el Pombero!
«Lo sentí al lado mío y le pedí que se fuera. Estaba al costado de mi cama«, cuenta Carolina, mientras intenta comprender lo sucedido. Pero, ¿cómo es posible que el famoso ser mitológico haya entrado en su dormitorio? Descartando de inmediato la posibilidad de que se tratara de su novio o de algún enamorado secreto, la mujer afirma que el visitante indeseado fue el mismísimo Pombero.
«Sentí como si se tratara de un perro dentro de mi dormitorio, escuché cómo respiraba al lado mío y luego cómo caminaba por la habitación. Sé que fue el Karai Pyharé porque en esta casa ronda este ser desde hace décadas», relata Carolina, convencida de que la presencia enigmática que percibió es la de este personaje del folclore guaraní.
No obstante, Carolina no fue la única testigo de esta experiencia sobrenatural. En la otra habitación se encontraban dos de sus hermanos, quienes también sintieron la presencia del Pombéro. «Yo estoy sola en mi pieza. En la otra habitación están dos hermanos y ellos también sintieron su presencia. Por fortuna, cuando le dije que se saliera, lo hizo, pero quedó como un olor diferente en el lugar», señala la afectada.
¿Cómo pueden estar tan seguros de que se trató del mítico Pombero? La respuesta radica en la tradición familiar transmitida por su abuela. Según cuenta Carolina, su abuela solía relatarles que este ser mítico los cuidaba y que siempre estaría cerca de ellos. En base a esas historias, la presencia del Pombero en la casa adquiere un sentido más profundo y perturbador.
El temor se apodera de Carolina y sus hermanos, quienes se preguntan cómo lidiar con esta situación inusual. La comunidad les ha recomendado realizar oraciones o bendecir su hogar para que el Pombero se aleje definitivamente. Sin embargo, la incertidumbre persiste y la incomodidad es palpable.
«La verdad es que sí tememos. Muchos dicen que debemos hacer oraciones o bendecir nuestra casa para que se vaya de una buena vez de aquí. Hasta ahora no nos ha hecho nada, mi abuela nos decía que nada malo sucedería, pero no sé si creer eso. Esta situación es demasiado incómoda«, concluye Carolina.
El encuentro con el Pombero plantea una serie de interrogantes sobre el límite entre la mitología y la realidad. ¿Existen seres sobrenaturales que deambulan entre nosotros? ¿Es posible que el folclore guaraní tenga una base de verdad? Mientras Carolina y su familia continúan lidiando.
El Pombero: entre la mitología y la realidad
En los recónditos bosques y campos de América del Sur, especialmente en la región guaraní, existe una criatura que ha intrigado y aterrorizado a las personas durante generaciones: el Pombero. Conocido también como Karai Pyharé, este ser mítico se encuentra en las narraciones populares y ha dejado una huella profunda en la cultura y las creencias de la región.
El Pombero es descrito como un ser de baja estatura, peludo y de aspecto similar al de un duende. Se le atribuyen poderes mágicos y la capacidad de transformarse en diferentes animales, como perros, caballos o incluso árboles. Es conocido por su carácter juguetón y travieso, pero también puede ser peligroso si se le molesta o se invade su territorio.
Según la tradición guaraní, el Pombero tiene un vínculo especial con la naturaleza y se le considera el protector de los animales y las plantas. Se dice que cuida los bosques y castiga a aquellos que los destruyen o maltratan a sus habitantes. Por otro lado, también se le atribuyen habilidades para seducir y enamorar a las personas, especialmente a las mujeres, a las que busca en las noches oscuras.
Aunque su existencia se debate entre la mitología y la realidad, son muchas las personas que aseguran haber tenido encuentros con el Pombero. Los relatos de sus apariciones van desde encuentros fugaces en los bosques hasta visitas sorpresivas en hogares y habitaciones, como el caso reciente de Carolina en el barrio Mbokajaty de Ñemby.
La figura del Pombero ha trascendido las fronteras de la mitología y se ha convertido en parte del imaginario colectivo de la región. Su presencia está arraigada en las costumbres y creencias populares, y muchos habitantes aún realizan rituales y ofrendas para ganarse su favor o mantenerlo alejado.
La fascinación por el Pombero continúa creciendo, y es objeto de estudio e investigación en campos como la antropología y la folclorología. Algunos lo consideran un reflejo de la relación ancestral entre el ser humano y la naturaleza, mientras que otros lo ven como una manifestación de la imaginación colectiva y la necesidad de explicar fenómenos inexplicables.
En definitiva, el Pombéro es mucho más que una simple criatura de la mitología guaraní. Su presencia, real o simbólica, ha dejado una marca indeleble en la cultura y la identidad de la región. Ya sea como protector de los bosques o como ser mágico que merodea en las noches, el Pombero sigue alimentando la imaginación y el misterio en la vida de aquellos que creen en su existencia.
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