En el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, celebrado el 22 de abril, desde el Movimiento Nacional Basura Cero Argentina difundieron a toda la sociedad argentina la “Declaración de Lezama”, resultado del diálogo establecido durante la preparación y desarrollo del 1er. Encuentro Nacional Basura Cero Argentina, que se realizó del 1 al 3 de abril, en el municipio de Lezama.
Fueron más de 400 personas involucradas y 50 organizaciones con presencia en 85 municipios de 12 provincias de la Argentina, dedicadas a la promoción de la economía circular, el agregado de valor a los residuos con desarrollo de tecnología nacional y con inclusión social por medio de la generación de nuevos empleos en el marco de la economía social.
«Esta Declaración es una invitación a más personas y organizaciones de todos los ámbitos de la realidad nacional y local a sumarse al proceso de construcción y debate para el crecimiento y la ampliación de las experiencias de economía circular y social en todo el país», explicaron desde la organización.
El documento compartido refleja el análisis, la conclusión y el posicionamiento del Movimiento Nacional Basura Cero, cuyo elemento central del encuentro nacional fue la economía circular frente a la actual emergencia socioambiental. Un evento que fue declarado de Interés Municipal por el Honorable Concejo Deliberante del Municipio de Lezama (Ordenanza 1.069) y declarado de Interés Provincial por la Cámara de Diputados de la Provincia de Chaco (Resolución No137).
«La participación diversa y plural representa para nosotros uno de los atributos principales del Movimiento, pues entendemos que la problemática que abordamos es un tema transversal que interpela y afecta a todos los ámbitos de la vida en sociedad, y nos obliga a realizar un abordaje multisectorial que nos permitirá construir una salida colectiva, hacia modelos de desarrollo más justos, inclusivos y sustentables».
La Emergencia Socioambiental en Argentina
Las conclusiones del último reporte del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) remarca que la vulnerabilidad de América Latina frente al cambio climático es incluso mayor que la de países desarrollados debido a que las condiciones de pobreza e inequidad agudizan los impactos.
Además, estos cambios afectan el rol de la región, y particularmente de nuestro país como productor de alimentos, y podrían generar inseguridad alimentaria. Esta situación se podría mitigar, si se reduce la generación de basura en rellenos sanitarios y/o basurales a cielo abierto (según el último Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero el sector de los residuos aporta un 4% de las emisiones).
El mundo hace 30 años debate cómo solucionar las islas de plásticos en los océanos, hoy no sólo han crecido exponencialmente sino que además debatimos sobre la ingestión de 1 gramo por día por habitante de microplásticos hallados en peces, alimentos, aire y agua. No hay dudas: estamos en emergencia ambiental.
Según datos del MAyDS, existen a nivel nacional más de 5.000 basurales a cielo abierto, La mayoría de ellos son formales, es decir, son el modo oficial en que los gobiernos locales eliminan su basura. Esto representa un foco de contaminación que expone a la sociedad y sus vecinos a vectores de transmisión de enfermedades, lixiviado y percolado en aguas subterráneas y emisión de sustancias gaseosas tóxicas, entre otras. La correcta gestión y reciclado de los residuos domiciliarios, post-industriales y agropecuarios es del orden del 5% al 10%, siendo una de las más bajas de la región.
Los materiales que ingresan al circuito del reciclaje son metales, vidrio, papel y cartón desde mediados del siglo XX, además de plásticos de envases desde la crisis de 2001 y, mínimamente, aluminio y otros metales no ferrosos. En porcentajes inferiores se reciclan residuos eléctricos y electrónicos, silobolsas y orgánicos. El grueso del reciclado informal se reduce al acopio de residuos, eventualmente enfardados y vendidos a los grandes acopiadores y luego a recicladores de la primera etapa de transformación. Excepto casos muy puntuales, no existe una cadena de valor y una verdadera inclusión social. Es por ello que vemos necesario que haya una Transformación Cultural en el circuito industrial del reciclaje que les permita a las cooperativas y pequeñas organizaciones incorporar procesos de agregado de valor y la consiguiente mejora de ingresos para sus trabajadores y trabajadoras.
Dentro de los materiales reciclables no se incluyen residuos especiales y patogénicos, neumáticos fuera de uso, baterías y pilas, ropa, poda ni plásticos clasificados como “varios” (que se trata principalmente de colaminados plásticos de reciclado más difícil). Entendemos que han habido avances tecnológicos que permiten el reciclaje de nuevos materiales usando la tecnología apropiada. Entendemos que es necesario aplicar la filosofía basura cero, que reduzca la generación de basura, pues estos materiales son recursos que se pierden.
Ante la degradación de la situación social, la problemática de incrementos siderales de alimentos y costo de vida, debemos potenciar nuestra experiencia defendiendo la soberanía alimentaria; ante la contaminación de lagos ,ríos , sequía , debemos tener una política nacional para tener agua potable con tecnologías existentes y a desarrollar, con fuertes sanciones y quita de beneficios a las empresas contaminantes de agua, considerando la actual emergencia hídrica en gran parte del territorio nacional. Estamos en Emergencia Socioambiental.
Por último, siendo este un colectivo federal de las distintas regiones del país, resaltamos que la mayoría de las Cooperativas de Reciclado del interior del país, ofrecen además un lugar positivo dentro de la comunidad, una red de contención social y una opción socioproductiva enmarcada en lo que podría denominarse como economía circular disruptiva, muchas veces ante la ausencia del Estado.
Entendemos que en vez de seguir aislados y cada uno agobiado por la propia problemática diaria, debemos UNIRNOS, y llamamos a otras organizaciones y entidades que realicen una similar lectura, a que se acerquen a nuestro espacio a profundizar en el debate.
Considerando los puntos precedentes, la declaración de Lezama expresa:
Considerando la actual EMERGENCIA SOCIOAMBIENTAL, se tiene la urgente necesidad de diseñar, construir e implementar una política pública que permita una formalización del trabajo del reciclado y valorización de residuos. Esta estrategia e intervención planificada y adaptada para la particularidad de cada territorio debiera contar con la participación del Movimiento Nacional Basura Cero, desde el que entendemos como fundamentales a los siguientes objetivos:
1) Que el Estado, en todos sus niveles y organismos, articule y coordine esfuerzos, recursos y medidas necesarias para el fomento del reciclaje y la economía circular, con énfasis en la inclusión social y los procesos de agregado de valor. Que se faciliten las regulaciones, permisos, habilitaciones, y recursos tales como herramientas, maquinarias, insumos, materiales y todo lo necesario para poder desarrollar la actividad.
2) Particularmente, que desde los Municipios se dicten Ordenanzas que reconozcan, fomenten y faciliten el reciclaje con revalorización industrial, con desarrollo de tecnología nacional y agregado de valor realizado por cooperativas del sector.
3) Que, desde el Estado Nacional y las Provincias se implementen políticas públicas efectivas para la ERRADICACIÓN Y SANEAMIENTO URGENTE DE LOS BASURALES A CIELO ABIERTO, y se sancionen LEYES DE ECONOMÍA CIRCULAR que califiquen a este sector como un nuevo sector productivo de la economía argentina y definan mecanismos de promoción para el desarrollo del mismo desde una perspectiva federal.
Y proponemos concretamente:
- La eliminación de basurales a cielo abierto, el desarrollo de estudios multidispiciplinarios de basurología zona y regional en todo el país.
- La creación de nuevas plantas de clasificación municipal o intermunicipal (cuando correspondiera) y puesta en marcha de aquellas instaladas y no operativas aún.
- El blanqueo del reciclador urbano informal y capacitación, priorizando a las cooperativas pre existentes en la operación de las plantas mencionadas en el párrafo anterior.
- La creación de parques industriales de reciclado con revaloración industrial y tecnologías, bajo la forma de entes mixtos, conformados por Cooperativas y empresas pymes nacionales, para las etapas posteriores de transformación industrial hasta el producto final.
- El apoyo a la creación de nuevas industrias ambientales en fomento a la economía circular y el desarrollo de nuevos mercados locales y de exportación,tanto de productos artesanales como industriales y agropecuarios de producción orgánica o agroecológica.
- EL PROYECTO Y LA PLANIFICACIÓN DE LAS CIUDADES DEL SIGLO XXI, buscando una mejor calidad de vida presente y futura, adaptándonos a la realidad del comercio virtual, a la práctica cada vez más creciente del Home Office, a las nuevas industrias sin chimeneas (inteligencia artificial) , la creación de ciudades de 15 minutos, con calidad y soberanía alimentaria y la generación de nuevos emprendimientos en el marco de la economía azul.
- LA PROMOCIÓN A NIVEL NACIONAL DEL MODELO DEL MUNICIPIO MÁS JOVEN DEL PAÍS, LEZAMA, por su rápida evolución, creación de infraestructura, inclusión social, fomento del reciclado en porcentajes cercanos al 45 %, muy superiores a los demás municipios de la provincia y del país.
Es necesario el compromiso de todos los actores
Los participantes y expositores de los nueve paneles, expertos y con experiencia práctica y/o teórica en el asunto, plantearon sus problemáticas locales y el denominador común a todas ellas es la necesidad de fortalecer las redes de reciclaje con inclusión social.
Funcionarios públicos, dirigentes y referentes de todo el arco político se acercaron a la Red y/o al Encuentro para interiorizarse del modelo de trabajo y las propuestas concretas que este Primer Encuentro ofrece, bajo la premisa que BASURA CERO y RECICLADO con la revalorización de residuos, no son frases hechas sino realidades tangibles para construir un país mejor con una única bandera política: CELESTE Y BLANCA, superando las diferencias políticas y construyendo un consenso y un plan de trabajo que conduzca al desarrollo humano.
El Estado debe proveer legislación marco y fondos, realizando un exigente control y evaluación para la transformación de residuos en nuevos insumos para nuevas industrias. Esta inversión implica un automático AHORRO en transporte y disposición final de los residuos en rellenos sanitarios colapsados o en basurales a cielo abierto, con la consiguiente reducción del costo oculto en gasto social, educación y salud.
La sanción de normas deberá estar enfocada en impulsar a los municipios hacia su transformación en SUSTENTABLES, disponiendo de un Plan Estratégico con viabilidad técnica, económica y ambiental.
Ningún municipio debe sustentarse sólo por lo que recibe de coparticipación federal, sino que
deben ser capaces de generar sus propios recursos genuinos.
Cada provincia debe autorizar el transporte interjurisdiccional de residuos, previamente tratados, para su transformación en diferentes procesos de revalorización.
Los Municipios serán los principales actores oficiales de este proceso, dejando atrás las funciones elementales de alumbrado, barrido y limpieza, para superarse y brindar más y mejores servicios, pero desde una perspectiva y formas diferentes.
«Todos los ciudadanos debemos comprometernos para asegurar el derecho a un mejor ambiente y cumplir con las obligaciones que este compromiso tiene implícito: Todos los ciudadanos debemos comprometernos en nuestras acciones para mantener un ambiente sano. En ese sentido, invitamos a la ciudadanía a incorporar hábitos y prácticas tales como pre clasificación domiciliaria de residuos, reconversión de viviendas con paneles sanitarios, aislación térmica, ahorro del consumo de energía, cambio de hábitos de consumo de productos contaminantes a otros sustentables con su correspondiente sello verde, entre otros», concluyeron.
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