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En el escrito, el Gobierno expresó que tomó “con sorpresa y profunda tristeza” la decisión de la administración ecuatoriana de “escalar el desacuerdo existente con respecto a la situación de la Sra. María de los Ángeles Duarte Pesantes y llevarlo a nivel de perjuicio en la relación bilateral”.
“Más allá de las diferencias puestas de manifiesto tras el pedido de asilo diplomático por parte argentina, el rechazo a la concesión de dicho status y el consiguiente salvoconducto por las autoridades ecuatorianas; era de público conocimiento que la Sra. Duarte Pesantes continuaba alojada en la legación argentina”, detalló la Candierría. Y agregó que “no existe norma internacional alguna que obligara a las autoridades diplomáticas argentinas a ejercer custodia sobre la Sra. Duarte Pesantes”.
La crisis diplomática se desató tras la huida de la exministra de Rafael Correa condenada a ocho años por corrupción, María de los Ángeles Duarte, de la embajada argentina en Quito, donde estaba refugiada desde 2020.
Este martes, la cancillería ecuatoriana afirmó que “en relación con las circunstancias que rodean el nuevo desacato a decisiones de la justicia ecuatoriana por parte de la señora María Duarte, sentenciada por la comisión de actos de corrupción, la Cancillería del Ecuador ha concluido que se han violado la confianza y la buena fe que deben imperar en la relación entre los Estados”.
Por eso, indicó que el gobierno de Ecuador decidió declarar “persona no grata” al embajador argentino en Quito, Gabriel Fuks.
Finalmente, señaló que “la cancillería ecuatoriana reitera el firme compromiso del Estado ecuatoriano de actuar conforme a los principios del Derecho Internacional y de velar de forma permanente por los altos intereses del país, el respeto a la soberanía y el Estado de derecho y en contra de la impunidad”.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 1, 2023
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