Mendoza parece no nadar muy lejos de los rionegrinos. Uno de los bastiones radicales de la argentina, corre el riesgo de que el senador Omar de Marchi (PRO) rompa la coalición en busca de la gobernación. Su vecina provincia de Neuquén va hacia el mismo destino aliándose a un sector que partió al Movimiento Popular Neuquino. En Córdoba, Rodrigo de Loredo (UCR) y Luis Juez (PRO) no pueden medir los egos. Las encuestas apuntan a Luis Juez como la cabeza de JxC, pero el delfin de Martín Lousteau no cede y busca romper. La provincia del cuarteto no tiene PASO y tampoco están con tiempo ni fuerzas para jugar una interna abierta. Rodrigo, que según dicen sus mismos correligionarios, lo que no puede ganar en una pulseada, lo destruye.
En Misiones la situación no es alentadora, sin definiciones a pocos días de comenzar febrero solamente alientan la posibilidad de una ruptura. Goerling no cede, a Pianesi no le cierran los últimos números de la interna y Martín Arjol está desaparecido de la escena, esperando que lo vayan a buscar a Garupá para que encabece una fórmula que cree merecer. Pero si la política fuera el arte del merecimiento, nos gobernaría una carmelita descalza. Por su parte, Pedro Puerta está dispuesto a ceder por un acuerdo superador, pero un allegado a puertita confesó que el padre no está de acuerdo con que encabece la fórmula el peón radical del gobernador correntino.
A nivel nacional con Larreta buscando ser presidente y la UCR que presiona para llegar a una fórmula mixta con el gobernador jujeño como vicepresidente. Ya vimos esta película, casi tantas veces como Titanic en Cinecanal. En política la cuestión fundamental para negociar es perder tiempo, hasta que no haya otra posibilidad más que negociar. Así, en la tierra roja, el PRO siempre ha logrado posicionarse y ganar lugar, porque los correlis esperan la bajada de línea de Nosiglia o de Negri, mientras aspiran a tener la caja del PRO lo que les genera un conflicto de identidad.
La tierra sin mal vota el 7 de mayo, el 23 de marzo inicia la campaña según lo dispuesto por el tribunal electoral, pero la gran mayoría de los cambiemitas brilla por su ausencia en las encuestas. Son las consecuencias de tener aspiraciones puramente electorales sin vocación de poder. JxC no tiene candidatos en ningún distrito y alimentan una incertidumbre que no aporta en nada a las soluciones de los argentinos. Pero en Misiones, además de pocas respuestas participan de un juego macabro creyéndose los herederos de Maquiavelo, y el único destino es perder. Mientras tanto, el misionerismo apuesta fuerte por las certezas que, a fin de cuentas, es lo que necesita la ciudadanía.
Emilia Guevara- Periodista (USAL)
Maestrando en Gobierno (UBA)
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