En su tercer partido al mando de River, Demichelis dispuso una formación bastante distinta a la del encuentro con Monterrey: un 4-1-3-2 con Zuculini de volante tapón, por delante Simón, Barco y Castro Ponce y Beltrán junto a Londoño como referencias de área. Salvo algunas trepadas de Elías Gómez, en el inicio el dominio del trámite fue de Millonarios, lastimando a espaldas de Zuculini y desdoblándose por ambas bandas.
De a poco, el Millo se acomodó en la cancha y comenzó a recuperar rápido la pelota. Las asociaciones en pocos metros entre Castro Ponce, Barco y Simón (impreciso) eran la llave para darle algo de vértigo al ataque, sumando a un Elías Gómez llamativamente muy criterioso. Millonarios no dejó de asfixiar y, tal como dijo su DT en la previa, planteó un partido de igual a igual.
A River le costó en demasía el retroceso: el ancho del campo le quedó grande a Zuculini en casi todas las jugadas y no recibió ayuda de Simón, por eso los colombianos generaban superioridad numérica. Las más claras del Más Grande fueron un tiro libre rasante de Barco que tapó el arquero y un disparo desviado de Londoño, pero Millonarios fabricó la más peligrosa y apareció Armani para ahogarle el grito Quiñones. Muy flojos Castro Ponce y Simón con pelota, por eso al equipo de Micho le costó mucho ensablar el medio con el ataque.
El arranque del complemento fue de peligro absoluto: River ajustó en la presión en salida y así consiguió dos robos de pelota que terminaron en chances claras, de Londoño y Beltrán. Pero cuando Millonarios lograba sortear esa presión, a los de Demichelis se les seguía complicando tomar las marcas en el retroceso y recuperar. El número 8 Cataño fue un dolor de cabeza y aprovechó al máximo las dudas del Más Grande.
Cuando el Millo no la estaba pasando bien, apareció el 1-0. Tapadón de Álvaro Montero ante un cabezazo de Zuculini y gol de Mammana punteándola en el rebote. Momento de cambios: González Pirez, Alfonso y Solari en lugar de Mammana, Simón y Londoño. A partir de la ventaja, River se sintió un poco más cómodo y Barco pasó a tener más espacios para encarar en velocidad hasta su salida a los 25′ por Aliendro.
Entre ambos equipos se hicieron más de 12 cambios y eso atentó contra el juego. River dejó una mejor sensación en los últimos minutos, con un Paradela enchufado y aportándole energía a un trámite que se había achatado totalmente. Una corrida de Borja en los últimos minutos derivó en penal que el propio Colibrí cambió por gol para sentenciar la historia.
En ataque queda claro que hay material. Londoño mostró cosas interesantes, Barco de a poco se hace cargo del equipo y Beltrán siempre aporta lo suyo. Lo que aún preocupa es la poca solidez en defensa. Millonarios tuvo sus chances y supo como doblegar a la línea de fondo del Más Grande. Más allá de estos detalles, el equipo volvió a cumplir en medio de una pretemporada ultra exigente y cerrará su gira por USA el martes ante Vasco Da Gama.
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