El posadeño de 17 años actualmente se desempeña en la sexta de la Academia. Me gusta mucho salir jugando, pero si hay que pegar, lo hago je”, detalló en una charla con Misiones Online.
“Cuando sea grande quiero ser futbolista”, tal vez sea la frase que más se repite en los actos de fin de año en los jardines de infantes, cuando las maestras le preguntan a los niños con qué sueñan ser el día de mañana.
La frase “cuando sea grande quiero ser futbolista”, ha invadido no solamente el preescolar, sino que acompaña, en mucho de los casos, a los jóvenes en todas las etapas de su vida, frustrando así a todos aquellos que nacieron con cientos de habilidades, pero no con la de poder patear una pelota con la precisión que se requiere para poder convertirse en un jugador profesional.
Son varias las explicaciones que se pueden encontrar al por qué uno/a de cada tres pequeños/as si pudiera elegir de qué vivir, optaría el mundo del fútbol como el lugar donde desempeñarse. Una de las razones tiene que ver con que al futbolista siempre se lo emparenta con el éxito (fotos manejando el último auto, contratos millonarios, etc). De lo que poco que se habla es de las cosas que tuvieron que renunciar los hoy profesionales, pero que ayer eran tan sólo jóvenes con vidas muy distintas a las de los chicos de su edad.
Horarios fijos de entrenamiento, una estricta dieta y un día a día diferente al de sus amigos cuya únicas preocupaciones son ir a la escuela. También la posibilidad grande que, a pesar de tanto sacrificio, no se llegué a ser profesional (la mayoría de los futbolistas de inferiores en Argentina no debutan en primera) son algunos de los sacrificios y de los miedo que día a día realizan y con los que conviven miles de jóvenes, para poder cumplir con lo que soñaban de chicos: “Ser futbolistas”.
Ese camino está recorriendo el posadeño Imanol Segovia quien actualmente tiene 17 años y que en el 2015 abandonó Misiones para mudarse a Buenos Aires. Luego de un breve paso por River, encontró en Racing su lugar en el mundo y hoy se desempeña en la sexta división de ese club, como defensor central.
“Me llamo Imanol Segovia, juego en la sexta de Racing y no soy mucho de las cábalas, pero, si tuviera que elegir una, sería el orden en el que me visto (primero el short, después las medias, luego la remera, etc)”, así arrancó la charla que la joven promesa misionera tuvo con Misiones Online
¿Cuál es tu edad actual y hace cuánto que te fuiste a Buenos Aires y abandonaste Misiones?
Tengo 17 años y a los 15 me fui a probar a River, aunque previamente a los 11 tuve un paso por Argentinos Juniors. Pasa que no tenían lugar en el colegio y sumado a algunos inconvenientes decidí volverme y seguí jugando en Guaraní.
Y cuándo pasaste por eso en Argentinos ¿Te decepcionaste mucho? ¿Llegaste a pensar en “tal vez esto no es para mí? O nada hizo temblar ese sueño de futbolista
Siempre en tuve en claro lo que quería hacer y en ese momento no me decepcioné. Jugaba al fútbol más que nada para divertirme y por eso retorné a Misiones tranquilo sabiendo que se me iba a volver a dar y así fue.
¿Cómo es vivir en la pensión con otros chicos de tu edad que comparten el mismo sueño?
– Por un lado está bueno, pero por el otro es complicado. El de al lado puede ser tu amigo, pero a la vez está compitiendo con vos. A veces la competencia es sana, pero también hay mucha maldad.
El de al lado es tu compañero y tu rival al mismo tiempo…
Exactamente. Por ahí estás compartiendo algo con algunos de los otros chicos y decís “éste está comiendo esto”. Todo el tiempo nos estamos midiendo.
¿Y en algún momento se deja de competir?
Por ahí el fin de semana después del partido que tenemos el permitido, aunque tampoco podemos relajarnos, porque sabemos que atrás viene otro y después otro y cada uno tiene que cuidar su lugar.
¿Y hoy qué es lo mejor que le encontrás al estar realizando tu carrera de futbolista y qué es lo peor?
Yo sé muy bien lo que quiero para mí. Extraño como todos, pero si me das a elegir entre estar acá o allá, elijo quedarme allá. Siempre con la mente en claro en lo que quiero ser.
Siempre se habla sobre que una carrera de un futbolista es corta y también que son pocos los jugadores de inferiores que llegan a primera. ¿Esas cosas se charlan entre ustedes en la pensión, en el entrenamiento?
Está bueno pensar en sólo ser futbolista, aunque tenemos que ser consciente que no todo es color de rosas. Sabemos que no todos vamos a llegar a primera, pero no por eso vamos a abandonar.
Cuando nos digan “basta” tenemos que tener un plan b.
Y así como se preparan para llegar a primera ¿lo hacen también por si llega ese momento que le digan” basta”?
Si, ya en el mismo colegio de Racing los mismos profesores nos incentivan a seguir estudiando. Cada tanto nos vienen a dar charlas de distintas universidades y lo hablamos con los mismos psicólogos, por si un día te dicen “basta” o por si el mismo cuerpo te pone un límite.
Y aparte del fútbol ¿Qué otra carrera te gusta?
Para estudiar me gustan muchas cosas. Ahora finalizó el secundario el año que viene me gustaría hacer nutrición. También me atrae la administración de empresas, la kinesiología.
Contame de vos como futbolista,
Juego de defensor central y voy bien de arriba. Me gusta mucho salir jugando, pero si hay que pegar, pego (* se ríe*)
Hoy parece que hay una grieta y que por un lado se emparentan a los defensores como Gerard Piqué del Barcelona del lado más lirico y por el otro a los centrales como Sergio Ramos del Real Madrid como del sector más “tradicional”. ¿Con cuál de los dos te sentís más reflejado?
Y entre Piqué y Ramos me quedo con Ramos porque me gusta su agresividad y también que da miedo. Pasa que yo jugué muchos años de cinco y tengo buen manejo con la pelota en los pies.
¿Y a quienes tenés como referente en tu posición?
A nivel general me gustan Sergio Ramos y Thiago Silva. De los que militan en el país me gustaba mucho Jonathan Maidana (River) en su mejor momento y de Racing me gustan Leonardo Sigali y Alejandro Donatti, que encima tienen el físico parecido al mío
¿Y cuáles son tus sueños?
Por lo pronto terminar de la mejor manera el año para una próxima pretemporada con la reserva, para poder afianzar ahí.
A largo plazo, mi sueño es debutar en la primera de Racing y si es posible en que sea en el Cilindro de Avellaneda.
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