Columna | El medio se adapta

Acostumbrados a hacer esfuerzos por adaptarnos al mundo, trabajamos sin límites para poseer más, nos metemos en deudas para pagar cosas que no necesitamos, para tener mejor calidad de vida (aunque seamos los responsables de que la actual sea mala), vivimos en un mundo que va en contra de la corriente.

Y mientras tanto, los milagros ocurren todos los días. Estamos rodeados de oportunidades que brotan desde su fuente oculta y desaparecen. Desde el antiguo paradigma se nos van los días haciendo esfuerzos desde el “tengo que” que es el razonamiento.

“Tengo que comprar eso que tanto necesito”, “tengo que ocuparme de ese asunto”, “tengo que lograr ese ascenso”, y así llegamos a la noche agotados, con sensación de carencia y sin disfrutar de estar viviendo presentes en el aquí y el ahora. Desde el nuevo paradigma, primero conecto conmigo misma/o, con mi intuición, recibo los mensajes, salgo del razonamiento.

La vida nunca te va a pedir sacrificios, siempre está a favor del bien común. Nacemos con intuición (todos, y la podemos desarrollar). Los primeros años nos guiamos por ella y nos funciona (de bebés, lloramos y aparece la comida que queremos; de niños, dimos un paso al costado justo antes de que se caiga algo que nos hubiese golpeado en la cabeza) y sin embargo, la vamos reemplazando por el razonamiento.

Es verdad que por éste camino, podemos conseguir todo lo que queremos, pero el costo, es altísimo. Y por otra parte, dejamos de ver oportunidades que existen, que están al alcance de la mano, que no me piden esfuerzo y que me permiten fluir con la vida, a favor de la corriente.

Cuando lo veo, comienzo a ver que el medio se adapta a mi ser. Y van a comenzar a coincidir lugares, situaciones, personas y todo eso que estás buscando, para alcanzar la felicidad.

Son mensajes que recibimos, cuando podemos “parar la vida” y vivir en el presente. Cuando dejo de pelear contra lo que es y acepto, cuando dejo de correr y acciono desde esa intuición que me impulsa a la acción de manera clara, precisa y puntual, sin dejar que el pensamiento racional me domine.

Las casualidades no existen: todo es “causalidad”. Y justamente existe la causalidad para abrirnos un camino, a favor de la corriente. Si comenzas a descifrar el significado oculto de las “coincidencias” en tu vida, te vas a poder dar cuenta de eso que sucede.

El medio se adapta, no somos nosotros los que tenemos que adaptarnos al medio. El sincrodestino nos trae nuevas maneras de percibir y de vivir. De ésta manera podemos hacerlo en un nivel más profundo, dándole lugar al flujo de todo lo maravilloso que ya existe para nosotros. Más allá de tus pensamientos y emociones, hay un espacio, que es potencial puro y desde ese lugar, todo, cualquier cosa, puede ser posible…

“Incluso los milagros, en especial, los milagros”. Si tu deseo está alineado desde el amor, no dudes que los encuentros fortuitos, los giros del destino o los caminos que súbitamente doblan en otra dirección, te van a llevar, sin sacrificios, a que se concreten…

¿Acaso estás recordando algo que sucedió y fue magnífico que haya sido así, a pesar de que no lo habías “pensado”? ¿Recibiste de regalo algo que deseabas mucho y sólo vos sabías? ¿Te encontraste en la calle con un extraño y te dio una información que estabas esperando?

¿Pensaste en alguien que hace años que no ves y “de la nada” aparece en tu vida? ¿Tuviste un “presentimiento”, lo ignoraste y sucedió así como lo habías sentido? ¿Te lamentaste por no haber seguido esa “corazonada”?

Te invito a que reconozcas los mensajes que vas escuchando y los anotes, para tomar consciencia de que el medio se adapta a vos, y de tus oportunidades. Si supieras que los milagros pueden ocurrir, ¿cuáles pedirías?

Ester Inglese.

Coach Ontológico Profesional. Socio AACOP 6580

Coach de Prosperidad en formación.

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