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Mientras Ucrania reconquista sus ciudades, los rusos atacaron la represa de Karachunov dejando a 112 casas inundadas

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rusos atacaron la represa de Karachunov

La ciudad intensificó sus esfuerzos para reparar los daños sufridos por su sistema de agua a causa de los ataques con misiles.

Oleksandr Vilkul, el jefe de la administración militar de Krivói Rog, dijo en una publicación en Telegram que 112 casas estaban inundadas, pero que las obras para reparar la presa en el río Inhulets estaban en marcha y que «la inundación estaba retrocediendo».

El ejército ruso sufrió un sorprendente revés este mes después que las tropas ucranianas realizaran una rápida ofensiva blindada en la región de Járkov, en su noreste, forzando una precipitada retirada rusa.

Este miércoles, Zelenski visitó por sorpresa Izium, hasta hace cuatro días el principal bastión ruso en la región de Járkov, donde asistió al izado de la bandera ucraniana frente al edificio carbonizado del ayuntamiento.

«Nuestras fuerzas de seguridad ya están recibiendo pruebas de asesinatos, torturas y secuestros de personas por parte de los ocupantes», dijo, y añadió que hay «pruebas de genocidio contra los ucranianos».

«Sólo destruyeron, sólo incautaron, sólo deportaron. Dejaron aldeas devastadas y en algunas de ellas no hay ni una sola casa que sobreviva», añadió Zelenski en el discurso en vídeo.

Rusia niega haber atacado deliberadamente a los civiles. Reuters no pudo verificar inmediatamente las informaciones sobre el campo de batalla.

El discurso en vídeo de Zelenski se publicó tras su regreso a Kiev desde la región de Járkov y después que su oficina informara de que su coche había colisionado con un vehículo privado en la capital.

«El presidente fue examinado por un médico, no se encontraron heridas graves», dijo el portavoz presidencial Serhii Nykyforov en una publicación en Facebook a primera hora del jueves.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo el jueves que los soldados rusos habían lanzado ataques contra varios asentamientos en la línea del frente de Járkov en las últimas 24 horas.

Sin embargo, las fuerzas ucranianas siguen consolidando su control de las zonas recién liberadas en la región, dijo el Ministerio de Defensa británico en una actualización el jueves.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, hablarán el jueves de Ucrania y Taiwán en una reunión en Uzbekistán que, según el Kremlin, tendrá una «importancia especial».

Antes de la reunión, las armadas de ambos países estaban realizando maniobras tácticas conjuntas y ejercicios con artillería y helicópteros en el océano Pacífico.

Moscú y Pekín declararon a principios de año una asociación «sin límites», apoyándose mutuamente en los enfrentamientos sobre Ucrania y Taiwán con la promesa de colaborar más contra Occidente.

También en el frente diplomático, la Asamblea General de la ONU debe considerar el viernes una propuesta para que Zelenski se dirija a la reunión anual de líderes la próxima semana con un vídeo pregrabado. Rusia se opone a que Zelenski hable.

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Lejos de Ucrania, las autoridades rusas se enfrentan a desafíos en otros antiguos estados soviéticos, con combates mortales entre Azerbaiyán y Armenia y enfrentamientos de la guardia fronteriza entre Kirguistán y Tayikistán.

Los políticos y militares occidentales han dicho que es demasiado pronto para saber si el reciente éxito de Ucrania marca un punto de inflexión, porque Rusia aún no ha respondido del todo.

«Debemos evitar la euforia. Todavía queda mucho trabajo por hacer para liberar nuestras tierras y Rusia tiene un gran número de armas», dijo Oleksiy Danilov, secretario del consejo de seguridad y defensa nacional, en una publicación en internet.

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo en un tuit tras los ataques en Krivói Rog que «Rusia es un Estado terrorista y debe ser reconocido como tal».

En este sentido, senadores estadounidenses de los partidos demócrata y republicano presentaron una ley que designaría a Rusia como Estado patrocinador del terrorismo. La medida cuenta con la oposición de la Casa Blanca.

De vuelta a Izium, los escaparates rotos, las fachadas con marcas de viruela y las paredes calcinadas se alinean en una calle principal marcada por la batalla, compuesta por carnicerías y farmacias desiertas y salones de belleza en ruinas. Un letrero escrito a mano en una puerta principal decía: «Aquí vive gente».

Liubov Sinna, de 74 años, con una capucha rosa alrededor de la cara para calentarse, dijo que los residentes de Izium seguían teniendo miedo.

«Porque hemos vivido estos seis meses. Nos sentamos en los sótanos. Hemos pasado por todo lo que se puede pasar. No podemos decir en absoluto que nos sintamos seguros», dijo.

Dijo que la ciudad se encontraba a las «puertas del Dombás», la región oriental cuya captura completa Putin ha mencionado como un objetivo clave de la guerra.

El canciller alemán, Olaf Scholz, que habló por teléfono con Putin esta semana, dijo que el presidente ruso, «desgraciadamente», todavía no cree que su invasión haya sido un error.

Putin dice que quiere garantizar la seguridad rusa y proteger a los rusoparlantes en Ucrania. Kiev y Occidente acusan a Rusia de una guerra de agresión no provocada.

En un movimiento que sugiere que Putin tenía objetivos bélicos más amplios cuando ordenó la entrada de tropas en Ucrania el 24 de febrero, tres personas cercanas a la dirección rusa dijeron a Reuters que Putin había rechazado un acuerdo provisional con Kiev en el momento en que comenzó la guerra.

Dijeron que el acuerdo habría satisfecho la demanda de Rusia que Ucrania se mantuviera fuera de la alianza militar occidental liderada por Estados Unidos, la OTAN. El Kremlin dijo que la información de Reuters no tenía «ninguna relación con la realidad». También dijo que las ambiciones de Ucrania de unirse a la OTAN seguían representando una amenaza para Rusia.

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