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La XXVII Edición de la Fiesta Provincial del Agricultor generó una inyección millonaria a la economía local.
Bajado el telón del último acto, queda tomar la calculadora y confeccionar el balance del movimiento económico que los festejos dejaron. Solo a modo ilustrativo, es posible considerar algunos de los números, al menos para cobrar dimensión de las cifras.
El remate ganadero incluyó más de 500 cabezas vendidas, generando un movimiento total superior a los 50 millones de pesos después del golpe final del martillo.
En el mismo rubro, la venta de asado también generó cifras de 7 dígitos. El domingo se vendieron al menos mil espetos de 2 kg de carne (800 de vaca y 200 de búfalo) a un valor de $3000 cada uno, además, de pollo y cerdo en gran cantidad. La demanda fue tal que a la hora del mediodía se formó una larga fila para los retiros.
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El predio de la fiesta estuvo equipado con más de 80 stands, que ofrecían productos a la venta. Sería una utopía perseguir los números necesarios para establecer un monto de movimiento. Se trata de una pluralidad de propuestas tan diversas que convocó a comerciantes locales, regionales e incluso de puntos tan distantes como Horacio, quien vino por quinto año consecutivo desde la provincia de Santa a ofrecer una variedad especial de gallinas, gallos y cerdos.
El acceso a la fiesta tuvo costo el viernes y sábado. En el primer día el precio era de $200 y se registraron más de dos mil ingresos. En el caso del segundo, cuando el valor era de $500, las entradas sobrepasaron las tres mil. El domingo, ya con el paso liberado, se superó ampliamente la cantidad de los dos días anteriores juntos, siendo casi imposible precisar un número exacto de visitantes. Lo que quedó evidente es el movimiento intenso de ventas en todos los stands que ofrecían productos, algo que redunda en ganancia para quienes apostaron por instalar allí su emprendimiento.
Fuera de los límites geográficos del predio de la Fiesta también hubo un fuerte incremento en los consumos. Por citar solo un ejemplo, la capacidad hotelera contó con un 100% de ocupación, al punto de que el visitante desprevenido ya no encontró opciones en caso de no haber hecho una reserva con tiempo. Situación similar se vio replicada en los lugares de venta de comida, que se vieron desbordados por la cantidad de clientes.
Hacer un presupuesto acabado de todo el movimiento económico que significó la Fiesta evidentemente es imposible. Habría que considerar, por ejemplo, el incremento en la recarga de combustible, o las ventas de los comercios a las personas que optaron por comprar allí su gaseosa o galletita (pero consumieron, en fin), los ingresos para los agricultores que tuvieron mercado para la carne, las verduras, huevos y un largo etcétera, insumos básicos para la elaboración de muchísimos productos vendidos en los stands de comida.
En conclusión, la Fiesta del Agricultor aportó un flujo de dinero de varias cifras para casi todos los rubros, no solo del municipio, sino de la zona norte de la provincia e, incluso, más allá de sus fronteras.
Con gran participación de público, Andresito celebró la Fiesta Provincial del Agricultor: mirá las mejores imágenes @Arce_Carlos_ https://t.co/wfzN7G6Xem pic.twitter.com/vkrsrCMnpO
— misionesonline.net (@misionesonline) September 12, 2022
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