En ese sentido, el jefe de guardaparques del área protegida, Fabio Malosch, detalló que en la actualidad están trabajando en un relevamiento.
“Hubo experiencias donde se reforestaron zonas incendiadas, pero no eran del Parque. Ahora la intervención es diferente. Los sectores afectados están lindantes a la ruta provincial 220”, explicó y adelantó que especies nativas como frutales (para dar alimento a muchos animales) y las de gran porte, para una mejor cobertura, son las que se manejan a la hora de hablar de ayudar al proceso natural del bosque para curar las heridas que le dejó el fuego.
“De su lado, el sector privado también trabaja en esta etapa de reforestación. Hemos hablado de tener en cuenta las calles cortafuegos, las fajas de amortiguación de los arroyos y las conexiones entre los sectores lindantes al parque, lo que permitirá que la fauna pueda volver a tener conexión entre ambos sectores”, comentó.
Indicó que “en las propiedades privadas hay muchas especies exóticas, como pinos y eucaliptus. Es un proceso que va a llevar tiempo, pero mientras haya voluntad y trabajo conjunto, creemos que se logrará”.
Malosch valoró “la participación de todos. Es fundamental para volver a que la selva se recupere y que las generaciones futuras sigan disfrutando de la majestuosidad del monte misionero”.
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