“En mi Gobierno no va a haber marxismo cultural. No voy a estar pidiendo perdón por tener pene. No tengo por qué sentir vergüenza de ser un hombre, blanco, rubio de ojos celestes. El Ministerio de la Mujer, pista, porque la única igualdad que vale es la igualdad ante la ley”, dijo el diputado libertario.
Milei fue entrevistado en la Feria de Libro por la periodista Viviana Canosa, que completó la idea del economista: “Las mujeres no somos víctimas. Yo no me siento menos que un varón, de ninguna manera”, aseguró.
En la presentación de su libro, el diputado también reivindicó, a su manera, el “valor de la juventud”: “Los jóvenes tienen menos tiempo de exposición a la educación pública, que es un lavado de cerebros”, afirmó.
“El rol de la juventud es fundamental. Los jóvenes son rebeldes contra el statu quo. Cuando ves las estructuras de todos los partidos grandes, todos tienen algún punto del manifiesto comunista. La corrección política en la Argentina es socialismo. Ellos se hacían preguntas y se encontraban con una muralla de socialismo. Y la rebelión natural es liberal”, agregó.
También destacó el rol que cumple su hermana Karina, a quien él llama “El Jefe” y a quien comparó con Moisés. El diputado, emocionado hasta las lágrimas, dio a entender que ella es el verdadero cerebro detrás de su movimiento y que él es más bien un “divulgador” de sus ideas.
Rodeado de simpatizantes, en modo electoral, el libertario prometió: “Si entramos en la segunda vuelta en el 2023, van a poder decir que estuvieron en la conferencia del futuro presidente de la Argentina”.
“La batalla cultural es importantísima, pero no hay que descuidar la batalla política. Porque si no, los políticos de porquería, ladrones, nos van a llevar puestos. Si no nos hubiéramos metido, estas basuras jamás hubieran cambiado el mensaje. Solamente cambiaron el discurso porque estamos nosotros”, concluyó Milei y cerró con su clásico “viva la libertad, carajo”.
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