Tras consumar el abuso de su hija en su vivienda de la localidad misionera de Pozo Azul, el joven habría amenazado de muerte a la madre de la criatura, de 15 años, y a la abuela de la pequeña, para que no cuenten lo sucedido.
Llamó la atención a los policías brasileños, “el desprecio y la carencia de sentimientos” de los padres de la beba, cuando se enteraron de su deceso. “Parecía que ellos no tenían sentimientos. Cuando les informaron sobre la muerte de la criatura, ninguno de ellos esbozó una reacción e incluso les vieron hablando y riéndose entre ellos fuera del hospital”, advirtieron los funcionarios policiales, que intervinieron en el caso.
La detención del abusador se registró la noche del sábado, luego de que la pareja buscara atención médica en el Hospital Municipal de Dionisio Cerqueira.
El delegado de la Policía Civil del Brasil a cargo del caso, Lucas Almeida, confesó que nunca en toda su carrera había visto un crimen tan bárbaro, y la gravedad de las lesiones que se ven en el cuerpo de la pequeña.
La denuncia llegó al hospital local, donde un empleado había revelado que una familia de argentinos, de la ciudad de Pozo Azul, había llevado a una beba para su atención médica, luego de pasar por una farmacia, y ella terminó muriendo como consecuencia de la evolución del estado de salud tras el abuso.
Almeida aclaró que tanto el padre, como la madre y la abuela del niña, en un principio dijeron que no sabían lo que había pasado, pero la madre del niña, una menor de 15 años, le comentó al jefe policial que descubrió las violaciones el 28 de abril, pero habría sido amenazada de muerte por su pareja y el padre de la beba, si le contaba a alguien lo que estaba pasando.
La joven madre también dijo que horas antes de buscar atención, después de que el padre se había quedado con la niña, notó que la beba sangraba. Después de eso, decidieron buscar atención primero en una farmacia, del lado brasileño, porque creían que en Brasil no los harían responsables del hecho.
Después de ir a una farmacia, le dijeron a la familia que fuera al hospital, donde trasladaron a la pequeña víctima. En el nosocomio, una enfermera notó las heridas en la criatura y llamó a la policía.
También según el delegado policial, en cuanto supieron del caso llamaron a la pericia y al IML para las diligencias, y el padre, la madre y la abuela de la niña fueron detenidos.
Durante el testimonio, el padre negó los hechos, la madre en un principio también negó las acusaciones pero terminó confesando y denunciando que había sido amenazada de muerte por el hombre.
Por estas horas, sólo el padre e la beba quedó detenido y la madre y al abuela, fueron liberadas.
El Delegado policial también aclaró que la ropa y el material genético del sospechoso fueron recolectados para la pericia, para ser cotejados con el material a recolectar de la víctima.
Lucas Almeida confesó que nunca en toda su carrera ha visto un crimen tan bárbaro como este, y la gravedad de las lesiones que se ven en el cuerpo de la pequeña.
“Llamó la atención el desprecio, que fue notado por los policías militares. Parecía que ellos no tenían sentimientos. Cuando les informaron sobre la muerte de la criatura, ninguno de ellos esbozó una reacción e incluso les vieron hablando y riéndose entre ellos fuera del hospital”, manifestó el funcionario.
Expresó que eso generó dudas y suspicacias en los investigadores, quienes ya habían notado que su relato tenía muchas inconsistencias.
Misionero de 19 años está preso en Brasil por abusar y matar a su beba: amenazó a la madre y pretendía evitar la cárcelhttps://t.co/kjPDSQbAty
— misionesonline.net (@misionesonline) May 2, 2022
“Hasta en la comisaría mantuvieron el relato de que no sabían nada, pero en una conversación más franca con la madre de la criatura, ella dijo que había notado la violación el día 28 y que escuchaba llantos y gritos de la criatura. Y el día 30 hubo una violación cuando se fue a bañar”, expresó Almeida al portal digital, Jornal da Fronteira.
Almeida expresó que el hombre deberá responder por el delito de “violación de vulnerable con resultado de muerte”, que prevé una pena de 30 años de prisión en caso de ser considerado culpable.
Las autoridades de la Policía de Misiones, mediante oficiales de enlace de la Unidad Regional XII, fueron notificadas por sus pares brasileños sobre lo sucedido.
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