
La costa del Río Paraná funcionaría como un puerto clandestino donde diariamente cruzan personas y mercancías de contrabando. Testimonios de propietarios de una reserva privada en el área del Teyú Cuaré confirman esta situación y denuncian la gravedad de la problemática que viven ante los hechos de violencia, intrusión y daños ambientales.
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