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Es inevitable e imposible, no verlos. Sucede todos los días, entre el atardecer y la noche y son decenas de lanchas, botes y canoas cruzando el Río Paraná de un lado a otro, tanto, que en algunos lugares casi se convierte en un atractivo turístico más. La escena es tan tremenda que por momentos, el observador de semejante espectáculo, puede hasta asustarse ante la inminente colisión entre dos o más de esas embarcaciones, algo que hasta el momento, y casi por azar, felizmente no ocurrió.
La diferencia cambiaria entre el dólar oficial y el blue, la devaluación del peso argentino y la falta de determinadas mercaderías o productos en nuestro país, ha potenciado el negocio del contrabando, la venta ilegal, y la venta informal de productos importados de todo tipo, desde celulares y todo tipo de electrónicos, cubiertas, prendas de vestir, zapatillas.
Al ya consabido contrabando de soja, producto de la diferencia cambiaria, a muchos de los productores, comercializadores, les conviene más vender su carga en la frontera con Brasil y recibir reales o dolares al valor blue o informal, que tiene un valor doble que el oficial.
Todos estos condimentos potenciaron ahora, el contrabando con el Paraguay. No es que antes no existía, lo que pasa ahora es un verdadero show, incluso a la luz del dia, antes de la pandemia, y durante la misma, era sabido que en la oscuridad de la noche, se traficaba en la frontera todo tipo de mercaderias, especialmente las manejadas por el narcotrafico, dl contrabamdo de productos sin abal aduanero, era una cuestion de «paseros», personas que se dedican a organizar en modalidad hormiga, el ingreso de pequeña cantidad de productos cruzando incluso, por lugares habilitados.
Asi, una persona, que ingresaba desde paraguay, cinco a ocho veces por dia, podia traer consigo, una docena de celulares de alta gama, cada jornada.
Durante la pandemia muchos paceros se convirtieron en contrabandistas guarnecidos, por la oscuridad, además, hay que diferenciar, de esta descripción a la industria del contrabando, ya organizada a gran escala, y con otro tipo de logística, tanto de lanchas, como en camiones, y hasta en aviones, sin embargo, lo que ocurre ahora es excepcional.
La diferencia cambiaria, la imposibilidad de conseguir determinados productos importados en la argentina, potencio el negocio ilegal, al atardecer a orillas del Río Paraná, de distintos puntos, los aprestos, del lado paraguayo, mientras cargan las mercaderías en las lanchas, para cruzarlas a la provincia.
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Apenas baja el sol, aunque aún haya claridad, empieza el show, entre tres y cinco lanchas, surcan las aguas de lado a lado, turnándose en una espera que no dura más de 3 minutos. La diferencia con épocas anteriores de auge del contrabando, es que ahora también llegan mercaderías desde el lado argentino, especialmente alimentos de todo tipo, hortalizas, lácteos, bebidas alcohólicas y artículos de limpieza en general, finalmente todos esos productos resultan mucho más baratos para el mercado paraguayo y el brasilero.
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