La tradicional imagen de la fila en el puente Posadas-Encarnación, y largas esperas eran una postal cotidiana, para quienes paseaban por la costanera posadeña, que durante las restricciones se mantuvieron sin movimientos, o con el tránsito solo de camiones.
Según Migraciones, estas demoras se deberían al paso de los camiones que transportan mercaderías y cruzan por el viaducto, y a la demora en la realización del test antígeno a los turistas que intentan ingresar a la ciudad.
Desde Migraciones también aseguraron que desde la reapertura del puente, ningún día se alcanzó al cupo de 890 personas dispuesto por día según el decreto presidencial.
También entre los que esperan se encuentran posadeños que regresan a la ciudad tras visitar familiares de Encarnación, cómo, Carlos y su esposa contaron que «fuimos a visitar a Roberto, un amigo que prácticamente desde que inició la pandemia no lo veiamos. Sólo nos hablábamos por teléfono y nada más. Me encontré con el, y con otros familiares, y revivimos lo que nos paso a todos durante la pandemia».
Comentarios