Todo indica que Juntos (que ya no es más por el cambio) está llevando adelante un plan secreto para perpetuar al kirchnerismo en el poder y así evitarse un nuevo fracaso como el de la gestión de Mauricio Macri. ¿Cómo entender si no los episodios de las últimas semanas, desde la absurda interna de Lilita con Manes hasta la misoginia tuitera de algunos de sus dirigentes?
Apegados a ese ingenioso plan, dos halcones de la oposición (Fernando Iglesias y Waldo Wolf) consiguieron la hazaña de convertir un asunto comprometedor para el Gobierno nacional en un papelón de magnitud para la oposición.
Tropezaron con la lista de personas que fueron recibidas en la Residencia de Olivos durante lo más estricto de la pandemia. Una rápida lectura sugería que el entorno directo del Presidente no se había tomado la cuarentena con el mismo rigor que exigía al resto de la población.
La oposición tenía ahí un excelente argumento para cargar contra el Gobierno. Mientras el resto de la sociedad era obligada a lidiar con severas restricciones de circulación, los niños no podían asistir a las escuelas y las fronteras jurisdiccionales separaban familias, el presidente y su esposa Fabiola Yañez recibieron más de 60 visitas de estilistas, maquilladores y asesores de imagen.
Profesionales de la comunicación política (y por qué no de la chicana artera) como Jaime Durán Barba o incluso Marcos Peña, se hubieran hecho un picnic con este episodio, pero los voceros que hoy tiene la oposición se las ingeniaron para dejarle la mesa servida al Gobierno. Tenían un penal sin arquero a su favor y se terminaron haciendo un gol en contra.
Si verdaderamente no existiera un plan de Juntos para potenciar las chances electorales del kirchnerismo y los dichos de algunos de sus referentes respondieran simplemente a su línea de pensamiento, esta fuerza estaría enfrentando una falencia intelectual realmente seria.
Ocurre que en la lista de visitantes que concurrieron a Olivos el año pasado figuraban los nombres de la actriz Florencia Peña y la modelo Sofía Pacchi. Dando por descontado que el ejercicio de la prostitución era la única explicación posible para la presencia en la Residencia de Olivos de dos mujeres atractivas de acuerdo a los estándares hegemónicos de belleza, el editorialista político estrella del diario La Nación salió a hablar de “festicholas”.
Con la misoginia como potente hilo conductor, otros comunicadores afines a la oposición derraparon en la misma curva, pero el premio a la chabacanería se lo terminaron adjudicando los legisladores Waldo Wolf y Fernando Iglesias, que hicieron gala de su fino manejo del doble sentido en un intercambio de tuits digno de una película de Olmedo y Porcel.
Además de dejar al descubierto su intrínseco machismo, Iglesias y Wolf consiguieron desviar el eje del debate. En vez de discutir si el presidente y su entorno habían desatendido las normas de distanciamiento social impuestas por el mismo Gobierno, la cuestión a dirimir pasó a ser si Florencia Peña era o no el “gato de Alberto”.
Con razones atendibles ahora el oficialismo plantea debatir la expulsión de los mencionados legisladores y hasta el periodista ultra Pro, Luis Majul, se tomó la libertad de reprender en vivo a Iglesias por el tenor de sus expresiones.
A María Eugenia Vidal le resta el desafío de cargar con el mencionado legislador de la Coalición Cívica en el cuarto lugar de la lista que encabeza.
Operativo esperanza
Aunque la ayuda de la oposición no es escasa, el Gobierno nacional enfrenta un desafío muy complicado: generar expectativas positivas en un escenario en el que impera la incertidumbre.
La variante Delta es el componente más amenazador del contexto actual. Ya llegó al país pero todavía no tiene circulación comunitaria. La experiencia de otras naciones no resulta tranquilizadora, en Francia la cantidad promedio de casos diarios aumentó 479% en las últimas tres semanas y en Italia, 377%.
La disyuntiva que enfrentan Alberto y su equipo no es menor. El humor social y la economía reclaman flexibilización del distanciamiento y reapertura de actividades, pero el riesgo sanitario sugiere el camino inverso.
La espada para cortar este nudo gordiano es la vacunación. Se trata de una carrera contra el tiempo para que la inminente circulación comunitaria de la variante Delta se produzca con la mayor proporción posible de vacunados con todas las dosis que hagan falta.
Pese a haber anticipado gestiones e invertido mucho dinero, Argentina sigue penando por el error estratégico del Gobierno nacional de haber recurrido inicialmente a Rusia como proveedor principal, por motivos más relacionados a la geopolítica que a la ciencia.
Un tardío reconocimiento de esa equivocación permitirá al país acceder próximamente a unas 20 millones de dosis de la vacuna de Pfizer, cuya llegada permitirá acelerar la inoculación en menores de 18 años.
Por otra parte, los buenos resultados que demostraron las combinaciones de Sputnik con Moderna y AstraZeneca le dio al Gobierno una alternativa para superar la escasez del segundo componente de la vacuna rusa.
Economía en calma
Las encuestas muestran que las principales preocupaciones de la gente ya no pasan por la pandemia sino por cuestiones relacionadas a la crisis económica. Perder el trabajo o la fuente de ingresos o que la inflación licúe aún más el poder de compra de los salarios son los temores más mencionados en todos los sondeos.
La estabilidad del precio del dólar en sus varias cotizaciones trajo tranquilidad al equipo que encabeza el ministro Martín Guzmán, sin embargo los sondeos realizados entre empresarios y analistas plantean dudas en el mediano plazo.
Hay coincidencia en que el panorama cambiará poco al menos hasta las elecciones generales de noviembre. El Central cuenta con reservas suficientes para evitar una corrida en un mercado cambiario estrictamente regulado.
Sin embargo la diferencia de velocidad entre la inflación, que según la última entrega del Relevamiento de Expectativas de Mercado también conocido como el REM cerraría el año en torno al 48%, y la cotización del dólar oficial, que según las proyecciones de Guzmán llegaría a diciembre con un aumento interanual de 29%, genera interrogantes entre los analistas que intentan vislumbrar si el Gobierno seguirá atrasando el tipo de cambio en 2022, con el daño que ello implica para la competitividad exportadora, o irá a una corrección progresiva con potencial efecto inflacionario.
La buena noticia es que este año la economía crecerá por primera vez de 2017. El presidente Alberto Fernández estimó que el PBI aumentará alrededor de 7% en 2021, lo que para cualquier otro país significaría un salto importante, pero para Argentina ni siquiera alcanzará para recuperar la caída de 9,9% experimentada en 2020.
Provincia en crecimiento
Frente a un panorama nacional que plantea una dosis generosa de incertidumbre en lo económico y en lo sanitario, Misiones se las ingenia para aprovechar al máximo cada oportunidad y minimizar los riesgos.
La segunda ola que castigó con fuerza en el resto del país, en la tierra colorada apenas si salpicó. Después de un incremento en la cantidad de contagios y fallecimientos diarios registrada en junio, los números volvieron a bajar en la segunda mitad de julio y lo que va de agosto.
El operativo de vacunación avanzó con la mayor rapidez posible dentro de la limitación que significó para todo el país el suministro no siempre fluido de inoculantes. Prueba de ello es que Misiones estuvo entre las primeras provincias en avanzar con la vacunación de los grupos etarios de mayor riesgo y en comenzar con los menores de 25 años que enfrentan un menor riesgo de enfermar de gravedad.
La economía también fluye a pesar de las limitaciones que impone la persistente inflación que no consigue bajar el Gobierno de Alberto y otros factores del contexto nacional que desincentivan la inversión.
La industria forestal se destaca como receptora de inversiones con proyectos en desarrollo como la ampliación de la planta de Arcor (ex Papel Misionero) que demandará alrededor de 20 millones de dólares y la modernización de la planta de la firma Isischu en Colonia Victoria con un desembolso previsto de 400 millones de pesos.
La postpademia abre expectativas de crecimiento también para el turismo, lo que se tradujo en inversiones cuantiosas como la de 400 millones de pesos prevista en Puerto Iguazú para la construcción de un centro comercial y gastronómico, el desembarco del Hotel Baguen en Posadas y complejos turísticos en Santo Pipó y Corpus.
Rumbo electoral
Más allá de las estrategias de campaña y los discursos de los precandidatos, el respaldo de la gestión es el principal argumento con el que cuenta el oficialismo provincial de cara a las próximas elecciones.
El contraste respecto a las principales fuerzas opositoras en ese aspecto es contundente. Mientras el recuerdo de la gestión del expresidente Mauricio Macri resulta un salvavidas de plomo para los precandidatos de Juntos por el Cambio y la presidencia de Alberto tampoco ayuda mucho a las listas del Frente de Todos, la gestión de gobierno de Oscar Herrera Ahuad ofrece un respaldo sólido para las listas de la renovación.
La estrategia binaria de manejo sanitario sin descuidar la economía permitió a Misiones tener una actividad con notable crecimiento que arrastró a la industria y posibilitó la generación de empleos en la forestación, el comercio, la construcción, entre otros rubros.
La educación se retomó con total normalidad y con muchos cuidados desde principio de año y la salud pública de calidad, sostenida con inversión propia de la Provincia, permitió volver a retomar la vida normal de todos los ciudadanos. Misiones no debió retroceder fases en ningún momento como sí lo hicieron Corrientes, CABA y en otras provincias.
Desde el Frente Renovador entienden que la consolidación de la representación legislativa de este espacio provincial es la única vía que permitirá avanzar en reclamos históricos como el gasoducto, la tarifa diferenciada de luz, la coparticipación más justa y la zona aduanera especial.
“Cada voto cuenta y es necesario para hacer escuchar los reclamos en el Congreso y traer más beneficios para los ciudadanos. Carlos Fernández, Claudia Gauto y Fernando Meza tienen en claro que necesitamos muchas cosas los misioneros y ellos van a ir a pelear por esas necesidades y esos derechos como más viviendas, más empresas para generar más empleo”, repiten.
La alternativa que ofrecen los demás frentes se inscribe irremediablemente en la lógica de la grieta. Ese es el debate en estas elecciones: si los diputados electos por Misiones van a responder a los bloques nacionales o a sus provincias.
Comentarios