En el Mes del Orgullo Misiones Online invitó al Licenciado en Educación, Jonathan Domínguez, para hablar de la importancia de trabajar en el respeto por la diversidad desde las escuelas y como la Educación Sexual Integral es fundamental para crear sociedades menos violentas y más inclusivas.
Desde la Educación Sexual Integral se trabaja en el respeto por la diversidad, así como también promover y destacar con connotación positiva la posibilidad de ser diferentes.
El licenciado en Educación, Jonathan Domínguez explicó que «es importante resaltar desde el marco normativo el porqué de la cuestión. Los alumnos tienen que atravesar la escuela sin ningún tipo de discriminación, y todas las instituciones educativas deben respetar la identidad de género de las personas, la diversidad y las distintas conformaciones familiares».
En este marcó el profesional argumentó que «la ESI plantea la inclusión en todas sus acepciones, dentro de la cual se encuentra la identidad de género. Lleva a tomar la diversidad como algo positivo y no como algo negativo».
Es importante destacar que la enseñanza desde la tolerancia y el respeto que plantea la educación sexual integral hace referencia a todos los ejes que componen la cuestión. Abordando la no discriminación, el respeto y la tolerancia no solo en cuestiones vinculadas a la orientación sexual, sino, a la diferencia en general: color de piel, nacionalidad, la forma de los cuerpos, las conformaciones familiares, entre otros.
En este contexto Domínguez subrayó que «hay que entender que el ser humano está compuesto por múltiples dimensiones y una de ellas tiene que ver con la sexualidad. Si hablamos de sexualidad tenemos que mencionar 4 grandes esferas: identidad sexual, como la persona se siente internamente y cómo lo vive, una construcción interna de cada uno; orientación sexual, que tiene que ver con la atracción sexual y afectiva; sexo, que tiene que ver con lo genital y la expresión de género, que es como se expresa hacia el exterior, como nos mostramos al mundo».
Con respecto a los aportes que puede realizar la ESI en estas cuestiones el licenciado observó que «es importante realizar una valoración positiva de las diferencias en todas las cuestiones de las personas, y valorarlas«.
«En estos casos me gusta partir desde la visión de que el silencio educa. Si nosotros como adultos dejamos pasar situaciones donde se hace notar la diferencia como algo negativo estamos contribuyendo a que eso pase«, destacó Domínguez.
Además agregó que «en todo momento tomar la norma de que lo diverso es positivo y nos construye mucho mejor como sociedad plural, partiendo de la base de que ningún ser humano es igual«.
En este sentido Domínguez llamó a la reflexión: «Hay muchas discusiones en la sociedad que parten desde lo inaceptable, por ejemplo la discriminación racial o por nacionalidad. Si un docente escucha esto interviene, sin embargo eso suele no ocurrir cuándo se trata de sexualidad».
«Me gusta nombrar un principio filosófico que dice igualdad para los iguales en igualdad de condiciones, no podemos hablar de igualdad en ámbitos de desigualdad. Y la condición sexual viene con desigualdad», aseveró el educador.
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Asimismo Domínguez aclaró que «se debe tratar de evitar suponer que todos somos heterosexuales o que tienen que ser heterosexuales porque existen muchas orientaciones y hay que considerarlas. Además no caer en los estereotipos de como es un gay y como es una lesbiana y sobre todo evitar la reproducción de afirmaciones falsas. No caer el la falacia de que hablar de homosexualidad es incitar a ser homosexual«.
«No se trata de tolerar al que es distinto sino de respetar, y comienza por empezar a pensar que lo diferente es positivo. La ESI conlleva un cambio de paradigma y lleva un tiempo, es un proceso largo, lo importante es que tenemos las herramientas y a partir de ahí hay que focalizar las problemáticas«, insistió el licenciado.
Otra cuestión importante es «no hablar de homofobia porque la fobia tiene que ver con miedos y esto es un prejuicio. No estar de acuerdo o no entender otra orientación sexual no es una fobia«.
En este sentido el profesional destacó que es fundamental trabajar desde cuestiones básicas como los colores, ropa o juguetes y también cuidar las expresiones cotidianas: «Evitar decirle “sentate como niña” o “no llores porque sos maricón”.
Para finalizar reforzó que «La idea es que no exista una situación de exclusión. Explicar que los juguetes o la ropa no son cuestiones que nos identifican en relación a lo sexual, sino construcciones sociales de cómo debemos ser. Hay que trabajar desde muy chiquitos para entender que un juguete no nos define».
«El mensaje más importante de la ESI es que desde la sexualidad existe mucha discriminación, prejuicio y estereotipo y a partir de una educación en igualdad de derechos vamos a tener una sociedad mucho más inclusiva y menos violenta«, finalizó Domínguez.
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