(*) Jefe de redacción de Misiones Online
Como si el incremento en la cantidad de contagios y de muertes por coronavirus en todo el país y la región no fuera castigo suficiente, la segunda ola también trajo desinformación. La mezcla de hartazgo y temor que infunde el virus en amplios sectores de la sociedad está siendo aprovechada por mentes perversas como terreno fértil para propagar mentiras con intenciones evidentes. La cercanía de las elecciones provinciales convirtió a Misiones en blanco predilecto de esta nueva ola de la infodemia que, a diferencia de la andanada de fake news del año pasado, no busca simplemente generar caos sino que presenta características propias de una operación mediática con inocultables intereses políticos.
En menos de una semana Misiones fue víctima de dos de estas operaciones. Ambas carentes de sustento, plagadas de suposiciones antojadizas, desprovistas del insumo básico de la noticia que es el dato y, como diría un amigo abogado, falsas de toda falsedad.
Como en todo intento de manipulación, los ingenieros de la mentira tomaron datos ciertos y afirmaciones comprobables para luego recortarlos, torcerlos, mezclarlos con otros datos y afirmaciones menos ciertos y comprobables para llegar a conclusiones tan falsas como inverosímiles.
La primera de las más sonoras fake news de la semana es un verdadero alarde de postverdad. Los fabricantes de mentiras tomaron elementos objetivos de la realidad que cualquier persona en cualquier lugar del mundo interpretaría como logros del Gobierno de Misiones y los utilizaron para sembrar una acusación ridícula con un claro objetivo electoral.
Periodistas “prestigiosos” como el editorialista de cabecera del diario La Nación, Carlos Pagni, ariete de cuanta embestida mediática imagine el “círculo rojo” de Juntos Por el Cambio, interpretaron el hecho de que Misiones haya comenzado a vacunar a menores de 50 años como un indicio incuestionable de que el Gobierno provincial habría acumulado vacunas para luego utilizarlas todas de golpe antes de las elecciones con fines proselitistas.
Lo de Pagni fue una suerte de reedición de la teoría gorila del voto por el choripán, solo que esta vez con vacunas en vez de embutidos.
El problema principal que tiene esta operación ni siquiera es la falta de algo parecido a una prueba o al menos una fuente razonablemente autorizada que respalde eso de que Misiones habría encanutado vacunas, el inconveniente más notorio aquí pasa por un “descuido” en el razonamiento lógico que hace que esa “información” no solamente sea falsa sino inverosímil.
Hay un dato en el que ni Pagni ni ningún otro propalador de esta operación mediática se detiene porque su sola mención desmonta toda la operación: si Misiones comenzó a vacunar a personas de entre 40 y 50 años es porque antes consiguió avanzan significativamente en la vacunación de los grupos de mayor riesgo, algo que hubiera sido imposible si la Provincia hubiera acopiado vacunas.
Claramente Misiones no es una provincia que haya tenido trato preferencial en el reparto de vacunas que hace el Gobierno nacional. Tomando esto en cuenta, quienes hablan de una acumulación de vacunas con fines electorales deberían explicar primero cómo creen que la Provincia consiguió vacunar a personal de la salud y de las fuerzas de seguridad, docentes, taxistas, feriantes y personas de los grupos etarios que van de los 60 a más de 90 años y hacer todo eso al mismo tiempo que acopiaba vacunas con fines electorales.
Tal vez tengan razón y en Misiones haya alguna suerte de Mesías capaz de multiplicar no ya los panes y los peces sino las sputniks, covishields y astrazenecas.
Frente a tanto desaguisado mediático hubo un gesto de responsabilidad digno de destacar. La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, que vale aclarar representa al Gobierno nacional que compite con una lista distinta a la del Gobierno provincial en las elecciones del 6 de junio, salió a desmentir esa versión y destacó el avance alcanzado por el operativo de la vacunación en Misiones.
Otra mentira
La otra fake new que circuló en los últimos días refería a que las autoridades nacionales autorizarían el ingreso masivo de residentes en Paraguay y Brasil para que pudieran votan en las elecciones del domingo próximo.
Lo primero que hay que decir y repetir es que eso es mentira, no está previsto ningún cambio, las fronteras seguirán cerradas como hasta ahora y no está en los planes de nadie que eso se modifique mientras no se supere la emergencia sanitaria.
Además el Gobierno de la Provincia reiteró a la Nación el pedido de mantener cerradas las conexiones físicas con los países limítrofes atendiendo a la delicada situación que atraviesan, especialmente Paraguay que registra los índices más altos de nuevos contagios diarios por cantidad de habitantes.
Al igual que en el caso anterior, para la elaboración de esta operación mediática también se tomaron afirmaciones reales para llegar a interpretaciones falsas y malintencionadas.
A raíz de la polémica que se generó en torno a la irrupción de un grupo de familias que llegaron desde Paraguay al puente Posadas Encarnación con la decisión de ingresar como fuera al país, la directora de Migraciones de la Nación, Florencia Carignano, explicó que se encuentra vigente un mecanismo para que las personas que necesiten ingresar al país por razones de índole humanitaria puedan hacerlo y que las personas que estaban varadas en el puente se negaban a iniciar el trámite correspondiente para iniciar ese mecanismo.
Lo que dijo la funcionaria es que desde el momento en que se cerró la frontera existe un sistema para permitir el ingreso de personas al país por razones humanitarias y que para ello era necesario iniciar un trámite de excepción en el que el solicitante debía explicar por qué necesitaba imperiosamente ingresar al país. Aclaró que cada trámite era personal y solo se atendían cuestiones de probada urgencia.
De manera tan insólita como malintencionada, un medio digital se apoyó en estas declaraciones para afirmar que la Nación se aprestaba a habilitar el ingreso masivo de personas con documento argentino radicadas en Paraguay y Brasil para que pudieran votar en las elecciones de Misiones.
El miedo al virus hizo que esta noticia inventada circulara rápidamente por whatsapp sembrando preocupación y enojo. El vil objetivo de los fabricantes de tan burda mentira estaba cumplido.
1.770 muertes de misioneros evitadas
El análisis sin tergiversaciones de los datos reales que arroja la pandemia lleva a conclusiones totalmente opuestas a las que se pretenden instalar los operadores políticos disfrazados de periodistas.
Hoy sábado el ministerio de Salud de la Nación informa que la cantidad de muertes por coronavirus en Argentina llegó a 77.108, mientras que el ministerio de Salud de Misiones informa 350 fallecimientos por la misma causa desde el inicio de la pandemia.
La desproporción de ambas cifras llama poderosamente la atención. Si bien es lógico que Argentina tenga más muertos que Misiones, básicamente porque tiene mucho más población, la diferencia es abismal.
Datos del último censo nacional indican que Misiones alberga al 2,75% del total de habitantes del país, pero la misma provincia registró solamente el 0,45% del total de decesos por coronavirus.
Dicho de otro modo: de cada 200 argentinos, 5,5 son misioneros, pero de cada 200 muertos por coronavirus menos de uno es misionero.
Si desde el inicio de la pandemia hasta ahora Misiones hubiera registrado el mismo número de fallecimientos por cantidad de habitantes que tiene el país, unos 2.120 habitantes de la provincia hubieran muerto por coronavirus, 1.770 más que los que en realidad fallecieron.
Es decir que si la Provincia gestionara la pandemia con el mismo resultado que lo hace el resto del país, Misiones tendría ahora 2.120 fallecimientos en vez de 350.
Esos 1.770 misioneros que siguen vivos son el resultado más evidente, más notorio y más importante de la política llevada adelante por el Gobierno provincial para enfrentar la emergencia sanitaria que impuso el coronavirus.
Además de los fallecimientos, el otro ítem más relevante para evaluar la gestión de la pandemia es el porcentaje de camas de terapia intensiva ocupadas. Este punto es importantísimo porque un sistema sanitario colapsado produce muertes evitables, no solo por coronavirus sino por todas las demás patologías que requieran atención de alta complejidad.
Según datos del ministerio de Salud de la Nación, con 51% de sus camas UTI ocupadas Misiones es la provincia con mayor porcentaje de camas libres en todo el país, seguido por Santa Cruz con una ocupación de 52%.
Para el resto del país la situación es bastante más complicada: 17 de las 24 jurisdicciones tiene ocupadas más del 70% de sus camas de terapia intensiva y en 5 de ellas el porcentaje de ocupación supera el 90%.
El caso de Misiones es por demás particular no solo por el bajo porcentaje de ocupación de camas UTI en comparación con el resto del país sino porque además logró reducir ese porcentaje en plena segunda ola.
Lo consiguió no solo gracias a que evitó que se dispararan los contagios diarios sino también gracias a cuantiosas inversiones en infraestructura que permitieron duplicar la cantidad de camas de alta complejidad en poco tiempo.
En las últimas dos semanas se habilitaron instalaciones nuevas en los hospitales de San Vicente, Oberá y Jardín América. En total se inauguraron 10 hospitales y terapias nuevas en menos de un año en Santo Pipó, Puerto Piray, Eldorado, San Antonio, Capioví, Alem y Apóstoles, además de los tres citados.
El status sanitario privilegiado que vienen sosteniendo la provincia desde que inició la pandemia permite una actividad económica en crecimiento y una vida social casi normal, con escuelas, restaurantes y comercios abiertos y funcionando sin mayores restricciones.
La intención del Gobierno provincial es preservar las libertades consagradas en la Constitución, que por emergencia de la pandemia están seriamente limitadas en otras provincias, llamando a la responsabilidad de la población pero evitando en todo lo posible restricciones y retrocesos. Desde la conducción de la renovación están convencidos de que el misionero aprendió a vivir con la pandemia y lo hace con responsabilidad.
Última semana
Con la misma responsabilidad que desde el Gobierno entienden que la gente se toma el debate político, de allí que se haya resuelto separar las elecciones provinciales de las nacionales y evitar confusiones.
En la Rosadita están convencidos que el domingo próximo el misionero premiará la gestión de la pandemia que hizo el Gobierno provincial y castigará la “militancia por redes sociales” que caracterizó a buena parte de la oposición.
En el oficialismo además están muy confiados de la calidad de la oferta de candidatos que presentaron, que incluye a referentes importantes de distintos sectores. “No hubo una convocatoria, sino que los misioneros se acercan a este espacio porque ven el trabajo y los resultados. Basta con comparar la realidad de otras ciudades con la nuestra”, afirman desde ese espacio.
La campaña transcurrió muy calmada, a la altura de la tranquilidad que se vive en la provincia, con los cuidados necesarios para seguir siendo la que tiene menor cantidad de contagios cada cien mil habitantes en todo el país.
La calma responde también a que los frentes opositores llegan demasiado debilitados como para plantear una campaña de trinchera. El kirchnerismo viene sufriendo una sangría permanente de dirigentes que se traduce en la desaparición de sublemas, los últimos en bajar sus listas fueron los de Vanguardia Radical.
El principal motivo de disconformidad de dirigentes y militantes es el virtual copamiento de ese frente por parte de la Cámpora, organización que responde directamente a órdenes emitidas desde Buenos Aires.
Por el lado del Frente Juntos Por el Cambio lo que prima es el desinterés. Salvo un par de candidatos que salieron a ganar la calle, el resto no está muy convencido, menos todavía los “pichados” que no consiguieron la candidatura que querían o la que creían merecer, que como en toda fuerza política son la mayoría.
La eterna batalla contra el campo
Se extendió una semana más la nueva cruzada del Gobierno nacional en contra del campo librada esta vez con el objetivo de reducir los precios de la carne que registraron incrementos superiores a los de la inflación que, dicho sea de paso, no es para nada pequeña.
Durante la semana hubo reuniones con algunos actores del sector exportador de carne, con otros el Gobierno prefiere no reunirse. Los frigoríficos presentaron una propuesta en la que se comprometieron a duplicar la cantidad de carne que vuelcan al mercado interno a precios reducidos. Hasta hace poco destinaban 6.000 toneladas y propusieron elevar esa cantidad a 12.000 toneladas.
La iniciativa no sirvió para que la Nación levantara la suspensión de las exportaciones y las cámaras que integran la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias resolvieron extender el cese de comercialización de carnes hasta el miércoles próximo.
De cumplirse con esa medida, la semana próxima comenzaría a escasear el abastecimiento, aunque eso dependerá del nivel de acatamiento al lock out convocado por las entidades del campo.
El principal factor que traba todas las negociaciones es la desconfianza que impera entre las partes implicadas. El Gobierno no cree que los frigoríficos tengan voluntad de cumplir lo que prometen y los dirigentes del campo están convencidos de que el Gobierno no pretende resolver el conflicto sino utilizarlo políticamente para unificar a su tropa y para demonizar a los productores.
La importancia del agua para la navegación
La economía nacional sigue sin darle motivos de alegría al Gobierno de Alberto Fernández y mucho menos a la gente.
Quien sorprendió en los últimos días con un análisis muy pesimista de la realidad fue el economista Emanuel Álvarez Agis, quien fuera viceministro de Axel Kicillof cuando el actual gobernador bonaerense encabezara la cartera de Economía durante el gobierno de Cristina.
No estamos hablando de un economista con simpatías por la oposición, de hecho su nombre se barajó como posible reemplazo de Martín Guzmán hace pocas semanas, cuando el actual ministro de Economía no consiguió desplazar a su subsecretario de Energía Eléctrica y dejó al descubierto la interna dentro del Gobierno nacional.
“No hay plata, la economía argentina está toda rota y la gente se está cagando de hambre”, de esa manera Álvarez Agis resumió el panorama económico en una entrevista radial.
Consideró que el Gobierno no tiene un programa anti-inflacionario sino que se limita a adoptar medidas aisladas que procuran un efecto paliativo.
“El plan no está. Es evidente. El Gobierno puede tomar algunas medidas mejor o peor para paliar los efectos de la inflación. Pero un problema grave que la Argentina arrastra por lo menos desde 2010 no vas a lograr bajarlo con algunas medidas que tomás cuando las cosas se te escapan por algunos lugares particularmente sensibles para el bolsillo de la gente”, indicó.
Fue un poco más allá y consideró que el problema “más básico” no radica en la falta de un plan anti-inflacionario sino en la ausencia de un plan económico y en la convicción del Gobierno nacional de no necesitar uno. “Me parece increíble discutir la importancia de un plan económico para la economía, es como discutir la importancia del agua para la navegación. Es insólito”, dijo.
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