*Jefe de redacción de Misiones Online
La segunda ola de contagios no para de crecer en el país y, tal como ocurriera en otras latitudes, golpea mucho más fuerte que la primera. Hoy Argentina lloró 297 muertes por coronavirus, rompió la barrera de los 3,5 millones de casos, está tercera entre los países con mayor cantidad de decesos diarios por millón de habitantes y segunda en cantidad de contagios diarios, también en relación a la cantidad de habitantes. Las tres naciones más afectadas por el coronavirus son Uruguay, Paraguay y Argentina, en ese orden.
Podrá discutirse cuánta responsabilidad le cabe al Gobierno nacional, si gestionó de manera adecuada la compra de vacunas o si ejecutó satisfactoriamente el plan de vacunación, pero lo que no debería entrar en discusión es la gravedad de la situación y la necesidad de adoptar medidas urgentes para reducir la circulación del virus.
A tono con la emergencia, el presidente Alberto Fernández anunció un nuevo endurecimiento de las restricciones para contener al virus que tendrá vigencia hasta el domingo 30 inclusive, pero podría extenderse. Se estableció un esquema que prevé distintos niveles de severidad en las restricciones de acuerdo a la situación epidemiológica particular de cada municipio.
Lo acuciante del contexto terminó dejando en ridículo la disputa que hace apenas un par de semanas habían tenido el presidente y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, por la presencialidad en las escuelas y esta vez el porteño se encargó personalmente de anunciar la suspensión de las clases durante toda la semana próxima.
Con el coronavirus llevando al punto de saturación a los sistemas sanitarios de CABA y el Conurbano Bonaerense, los dirigentes de los espacios políticos de alcance nacional dan finalmente indicios de entender la gravedad del cuadro, pero la politización de la pandemia que alimentaron durante los últimos meses está generando serios daños.
El hecho de haber levantado la bandera anticuarentena como un símbolo de protesta política contra el Gobierno está llevando a mucha gente a arriesgar su salud y la de su entorno en una imaginaria y estúpida rebelión.
El presidente anunció además un endurecimiento en los controles y solicitó a los gobernadores que hicieran lo propio, sin embargo está claro que no alcanzaría ninguna fuerza pública para controlar a toda la población, con lo cual el devenir sanitario del país depende principalmente de la conducta de la población.
Gracias a la buena gestión de sus autoridades provinciales y a la responsabilidad de la gran mayoría de sus habitantes, Misiones es la provincia con mejor status sanitario de acuerdo a los parámetros establecidos por el Ministerio de Salud de la Nación, lo que le permite mantener un nivel de actividad casi normal aun en lo más álgido de la pandemia en el país.
La aplicación de una política binaria que prioriza la salud sin descuidar el desarrollo de la economía le valió a Misiones una reactivación más rápida y vigorosa.
El contraste con lo que ocurre en las demás provincias, especialmente en Buenos Aires y CABA no podría ser mayor. Mientras el país central se ve obligado a cerrar escuelas, limitar horarios y lugares de circulación, restringir actividades recreativas, cerrar restaurantes y bares, en Misiones la vida sigue con normalidad.
Pero la diferencia más sustancial está en los hospitales y sanatorios. En el AMBA la capacidad de las terapias intensivas está desbordada, lo que afecta no solamente a los enfermos de Covid 19 sino a todos los pacientes que necesiten atención de alta complejidad. Misiones en cambio mantiene libre un 60% de su capacidad de internación en camas UTI gracias no solo a la eficiente gestión de la pandemia sino también a las inversiones cuantiosas que se vienen realizando para potenciar el sistema de salud.
Con todo, Misiones no está exenta de sufrir los rigores de la segunda ola y está bajo la constante amenaza que representa el exponencial incremento de los contagios en los países vecinos y la circulación de personas provenientes de otras provincias.
Para gestionar ese cuadro, el Gobierno tiene además su propio comité de crisis que evalúa de manera dinámica la situación sanitaria en todo el territorio e identificó como zonas de riesgo a los municipios de Eldorado, Montecarlo, Apóstoles, Concepción de la Sierra y Salto Encantado. Según el parte de Salud Pública, en las últimas 24 horas el municipio con mayor cantidad de contagios fue Eldorado, que además tiene el número más alto de casos activos en proporción a su población.
Otros siete municipios también adoptaron medidas restrictivas por decisión de las autoridades comunales.
Intendente con mejor imagen del país
La valoración positiva de la gestión del Gobierno de Misiones se refleja en las encuestas. Un sondeo de opinión realizado durante el mes en curso por la consultora privada CB, que mide la imagen de los principales dirigentes políticos en todo el país reveló que el gobernador Oscar Hererra Ahuad está entre los dos mandatarios provinciales mejor valorados por la población de las jurisdicciones que gobiernan y que el jefe comunal de Posadas, Leonardo “Lalo” Stelatto es el intendente con mayor imagen positiva del país.
En el caso de Stelatto, es el único intendente con una calificación positiva muy alta, con el 68,8%, por encima del segundo, Pablo Javkin, intendente de Rosario, quien alcanzó el 63,2%.
Según la encuesta, Herrera Ahuad se ubica como el segundo gobernador con un 69,3% de imagen positiva, solo superado por mandatario de Corrientes, Gustavo Valdés, quien alcanza el 71,3%.
Como contrapartida de la imagen de los dirigentes misioneros, los referentes del Frente de Todos a nivel nacional cayeron en la consideración de los encuestados de la provincia. El presidente, Alberto Fernández, cayó del 55,1 % que tenía en la anterior medición a los actuales 48,3%. La vicepresidenta, Cristina Fernández, pasó del 46,3% en abril a 36% en mayo.
Por el lado de la oposición, el expresidente Mauricio Macri, cayó del 36,8% al 32,3%.
Ahora Misiones +15
El presidente Alberto Fernández visitó Eldorado esta semana donde asistió a la puesta en funcionamiento de nuevas líneas de producción de la fábrica de zapatillas de la empresa Dass. Para Misiones el dato central fue la firma del convenio mediante el cual la Nación se comprometió a aportar 120 millones de pesos para acompañar a la Provincia en el financiamiento de una nueva versión de los programas Ahora Misiones.
La nueva línea del exitoso programa de financiamiento sin intereses se denominó Ahora Misiones +15 porque al reintegro de 20% que ya ofrecía el sistema tradicional se sumará otro 15% para totalizar un reintegro de 35% en compras de productos nacionales.
El beneficio alcanzará a rubros específicos en los que la competencia con países limítrofes es más difícil, como neumáticos, electrónica, calzados o indumentaria.
Antes de firmar el correspondiente acuerdo para hacer realidad el nuevo Ahora Misiones +15 que comenzará a tener vigencia en julio, el presidente Fernández junto al gobernador Oscar Herrera Ahuad recorrieron la planta industrial de Dass.
Los representantes de la empresa que hasta no hace mucho fuera la principal empleadora del sector privado en Misiones, destacaron que el proceso de progresiva reactivación que atraviesan no hubiera sido posible sin el contexto favorable que ofrece la provincia, principalmente en el aspecto sanitario.
En la oportunidad directivos de otra empresa brasileña del sector calzado, Beira Rio, confirmaron su intención de invertir en la provincia.
Zonas francas
Una de las alternativas que planteó la Nación después del veto a las áreas aduaneras especiales fue la creación de zonas francas industriales. La propuesta volvió a ser puesta sobre la mesa durante la visita del presidente Alberto Fernández lo que motivó que el Gobierno provincial convocara al sector privado a analizar detenidamente esa posibilidad.
La idea del Gobierno nacional es instalar zonas francas dentro de parques industriales con incentivos fiscales para exportadores. Además las transacciones entre empresas radicadas dentro de los parques tendrían ventajas impositivas.
Al aplicarse solamente a exportadores, la medida no provocaría ninguna asimetría interna, “al contrario, lo que se busca es estimular a través de un incentivo impositivo a todo el ecosistema comercial involucrado en la cadena exportadora”, indicó el secretario de Hacienda de la Provincia, Adolfo Safrán.
“La creación de zonas francas, al volver a los actores más competitivos alivianando las cargas impositivas sobre las transacciones internas desarrolladas dentro del parque, nos permitiría mejorar las condiciones para potenciar al sector exportador”, consideró el funcionario que destacó que la implementación del proyecto se llevará delante de manera consensuada con todos los sectores involucrados.
Más allá de lo que se defina con relación a las zonas francas industriales, desde el Gobierno de la Provincia dejaron muy en claro que van a seguir bregando para que Misiones tenga un tratamiento impositivo diferenciado que se adecúe a su realidad de provincia de frontera, alejada de los grandes centros de producción y de consumo, históricamente perjudicada por una coparticipación desfavorable y por un lugar marginal en el reparto de las grandes obras de infraestructura.
El objetivo no es otro que crear empleo, inversión, producción y desarrollo en la economía de toda la provincia. “Con esta medida se pretende crear un programa universal provincial de trabajo, empleo, producción e inversiones que consolide esta etapa de crecimiento que ya inició. En Buenos Aires deben saber que el gobierno no va a bajar los brazos en este reclamo. La renovación puede lograr eso porque no tiene patrones nacionales y cuenta con el acompañamiento de la gente. Se prioriza siempre a los misioneros, de allí lo de Primero Misiones”, indicaron desde el Gobierno provincial.
Claroscuros en la economía
La segunda ola no solo golpeó al sistema sanitario argentino, también afectó a la reactivación de la economía nacional, que había cobrado impulso en enero pero hilvanó dos retracciones consecutivas en febrero y marzo.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) arrojó para marzo un resonante incremento interanual de 11,4%, pero el dato pierde relevancia cuando se toma en cuenta que la comparación toma una base muy baja, porque a partir del 18 de marzo de 2020 la actividad se paralizó por el inicio de la cuarentena.
En ese contexto, tiene más sentido la comparación mensual desestacionalizada, que marca una caída de 0,2% en marzo respecto a febrero, que llega de otra retracción, en este caso de 0,9%, en febrero respecto a enero.
El dato más tranquilizador de la semana en el plano de la economía es la marcada reducción en el déficit fiscal primario, que en el primer cuatrimestre fue de solo 0,2% del PBI gracias a la combinación de una baja en el gasto con un incremento en los ingresos, explicado fundamentalmente por los altos precios de la soja.
En comparación a marzo del año pasado, los ingresos del fisco nacional se incrementaron 32% en términos reales y las erogaciones cayeron 22% por el fuerte recorte del gasto Covid.
Al contrario de lo que ocurre con la inflación, en materia de déficit primario la realidad se mantiene muy por debajo de lo previsto en el Presupuesto 2021 que proyectó un déficit primerio de 4,5% del PIB, muy por encima del 0,2% del primer cuatrimestre.
Para mayo se estima un nuevo recorte del déficit gracias a mayores ingresos fiscales provenientes del aporte de las grandes fortunas.
El saneamiento de las cuentas fiscales permitió elevar las inversiones de capital que financian la obra pública. Ese concepto avanzó 38,1% interanual en términos reales y pasó en los primeros cuatro meses de representar el 3,6% al 6,5% del gasto primario.
Así, el Ejecutivo ganó cierto margen y ahora se prepara para una mayor inyección de recursos en el marco del nuevo confinamiento anunciado por Alberto Fernández quien ya anunció la extensión del Repro al comercio y otros sectores afectados por las restricciones, la reducción de las contribuciones patronales de sectores críticos, una suba a 22.000 pesos del salario complementario para sectores críticos y la salud, entre otras.
Junto con las ya anunciadas, el Gobierno estimó que las políticas para morigerar el impacto de la segunda ola supondrán un gasto, por encima de lo establecido en el Presupuesto 2021, de más de 480.000 millones de pesos que equivalen a 1,3% del PBI.
El Gobierno podrá financiar ese gasto con el incremento previsto en recaudación por el incremento en los precios de las exportaciones y el aporte de las grandes fortunas que se calcula en alrededor de 600.000 millones de pesos. Aunque todo dependerá de cómo impacten las nuevas restricciones en la actividad y de cuánto se extiendan.
También habrá que seguir de cerca como incide en la inflación el paquete de asistencia anunciado por el presidente.
Nuevo round con el campo
El Gobierno nacional volvió a mostrar serias dificultades para lograr acuerdos con el sector de la producción agropecuaria, principal fuente de ingreso genuino de dólares que tiene el país.
Preocupado por el desmedido incremento en los precios de la carne el en mercado interno, el Gobierno nacional determinó un cierre por 30 días de las exportaciones de ese producto. Más que intervención de mercado para incrementar la oferta adentro del país, la medida debe leerse como un acto de presión para imponer condiciones a los empresarios a la hora de negociar.
Las asociaciones respondieron con la misma moneda: determinaron un paro de nueve días en la comercialización de hacienda, lo que provocó que el jueves, último día de operaciones, los precios aumentaran en el mercado de Liniers, lo que se trasladaría en los próximos días a las góndolas.
El Gobierno argumenta que las exportaciones a China dispararon los precios en el mercado interno y exigen a las empresas que garanticen abastecimiento al mercado interno a precios razonables.
Desde la producción afirman que a China solamente se exporta carne de animales que no se consumen en el mercado interno, lo que se conoce como vacas conserva, madres que ya cumplieron su ciclo como reproductoras con lo cual su exportación no debería incidir en los precios dentro de Argentina.
Si no se avanza en un acuerdo y las restricciones a las exportaciones se prolongan en el tiempo, se corre el riesgo de repetir la experiencia de 2006, cuando un cierre indefinido en las ventas al exterior de carne determinó el cierre de un centenar de frigoríficos, la pérdida de miles de empleos, una reducción de alrededor de 20% del stock ganadero, todo acompañado por una suba constante de los precios en las góndolas.
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