El psicoanalista Federico Monges visitó el estudio de Misiones Online en el marco del Día Mundial del Trastorno Bipolar para hablar de cómo esta afección psicológica que afecta a muchas personas, genera importante variaciones en el humor y provoca alteraciones en todas las demás esferas de la vida del sujeto
“El trastorno bipolar puede ser depresivo o maníaco, se trata de una afección que provoca variaciones importantísimas en el humor”, Explicó Monges y agregó: “Este problema, que parte de lo psiquiátrico, afecta su entorno familiar, laboral y todas las esferas de la vida de la persona”.
El profesional detalló que se tratan de “cambios bruscos que en algunos casos pone en riesgo la vida de quien lo padece o de terceros”, es ahí cuándo aparece el tratamiento psiquiátrico.
Además aclaró que no son simples cambios en el estado de ánimo, si no que “estamos hablando de situaciones donde la persona no puede hacer caso omiso a la patología”.
Trastorno Bipolar: «Ningún diagnóstico es para toda la vida cuándo se habla de salud mental»
Monges, quien se desempeña en la rama del psicoanálisis, planteó la necesidad de repensar de qué forma tratar a estos pacientes sin la necesidad inminente de recaer el tratamientos químicos con medicamentos.
“Es importante pensar en la idea de que si me diagnostican y me dicen que soy bipolar, soy más que eso, no soy un bipolar y ya”, aseguró el profesional y continúo explicando que “No hay que aferrarse a eso porque ningún diagnóstico es para toda la vida cuando hablamos de salud mental”.
Subrayó también que “tendencias a hacer cosas que estén por fuera de las normas sociales tenemos todos”, lo importante según Monges es “darle lugar a la palabra”.
En este marco dijo que “yo sugiero un tratamiento químico solamente cuando esto representa un peligro inminente para el sujeto y para algún tercero. Los tratamientos con fármacos tienen consecuencias y, si bien ayuda en el momento, nada reemplaza la palabra, el químico no resuelve”.
Con respecto a la posibilidad de heredar trastornos de este tipo, Monges planteó la importancia de no etiquetarse y dijo que “Tener un familiar con esta patología no es determinante para que uno también la tenga, sobre todo porque todos los trastornos psicológicos son multicausales”.
“Es importante entender que ahí donde no se pueda recordar por la palabra se recuerda desde la conducta y nadie es mejor para nombrar un padecimiento psíquico que el mismo paciente, hablándolo”, aseguró el profesional.
Otro de los temas que planteó Monges, en referencia a este trastorno, es que “ningún diagnóstico es para toda la vida” ya que “la salud mental es movible” y por eso existen formas de tratar a todos los pacientes.
“Ningún tratamiento donde no se da lugar a la palabra es certero. La salud mental es parte de la salud en general y merece segundas opiniones, un tratamiento psicológico y desde mi especialidad que es el psicoanálisis, brinda la posibilidad de no estancarse con el diagnóstico”, detalló y agregó que “nada es más emancipatorio que un espacio para la escucha”.
Para finalizar el psicoanalista reforzó la importancia de no automedicarse ni autodiagnosticarse, ya que esto conlleva un riesgo muy grande cuando hablamos de salud mental.
“Es importante consultar con un profesional de la salud, aún más en estos tiempos de pandemia donde las consultas y los trastornos de ansiedad y angustia aumentaron muchísimo”, aseveró.
Con respecto al contexto social de pandemia que atraviesa el mundo, Manges contó que la incertidumbre genera mucha ansiedad y escuchar constantemente temas sobre enfermedad y muerte genera angustia y como todo “la angustia merece un espacio para la palabra, se siente en todo el cuerpo y no se puede hacer caso omiso”.
“Podemos ver la permeabilidad que tenemos como personas y no somos ajenos a lo que pasa en el ambiente en el que estamos. La incertidumbre político, económica y social que atravesamos debido a la pandemia influye en todos los seres humanos”, finalizó.
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