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Falleció este martes 15 de diciembre, en la ciudad de Santa Rosa de donde era oriundo, a la edad de 70 años, víctima de COVID-19. Residía desde hace varios años y cuidaba a su madre, quien también falleció un día antes. El dirigente social vivió más de 17 años en Misiones, entre San Pedro, Eldorado e Iguazú, ya que acompañó en su misión por los pobres y excluidos al Obispo Emérito Joaquín Piña, quien incluso lo defendió en su momento de las polémicas acusaciones del ex Obispo de Puerto Iguazú, Marcelo Martorell, quien lo separó de la Pastoral Social Iguazú.
Además, Juan Carlos Di Marco fue uno de los hombres de confianza del obispo Enrique Angelelli en los ’70. “Juan Carlos Di Marco llegó de Mendoza pobre; y allá volvió más pobre aún porque regaló en Misiones todo lo que tenía”, valoró el diácono Gerardo Vetter, desde Eldorado, quien junto a amigos de lucha y de la vida como Rubén Ortíz, y el periodista Claudio Salvador, “con el dolor del alma” comunicaron la partida física del ex titular de la Pastoral Social Iguazú y Cáritas Diócesis Iguazú.
Juan Carlos Di Marco y Claudio Salvador, enero de 2020.
Con el reconocimiento y la bendición del Padre Obispo de Puerto Iguazú, Nicolás Baisi, el Dr. Vetter resumió en un comunicado que “conforme a la verdad, digo lo que digo porque lo sé y Dios sabe que esto es cierto, Juan Carlos Di Marco fue un hombre noble de toda nobleza, abnegado y bondadoso. Profeta luchador de resistencia pacífica, insistiendo a tiempo y a destiempo por una sociedad más justa y solidaria vertebrada en Cristo, haciendo en el seno de la Iglesia su opción por los pobres, por los excluidos y marginados”, expresó el actual titular de la Pastoral de Comunicación Social de la Diócesis de Puerto Iguazú.
Di Marco acompañó a su madre muy enferma en Mendoza. «Ella se fue un día antes, seguramente para esperarlo en las puertas del cielo», relató el diácono. Lo recordó como un hombre “exigente con los poderosos, compasivo con los humildes, cariñoso con los niños. De abrazo fraterno y solidario siempre con todos. Acólito del ahora beato mártir Obispo Enrique Angelelli hasta 1976 y delegado del Obispo Joaquín Piña para la Pastoral Social y Cáritas desde 1996 hasta 2007. Seguirá siendo cerca de Santa María del Yguazú nuestro abogado e intercesor ante el Señor Jesús por los pobres, los marginados y excluidos del norte misionero. Estamos en camino, hasta el cielo no paramos”, reflexionó Vetter en su misiva.
En redes sociales fueron cientos de personas que lo despidieron. «Realmente otra gran pérdida este año. Estamos muy tristes. Carlos deja huellas profundas para seguir caminando, para no bajar los brazos y soñar ese mundo más justo, solidario, saludable que es posible. Es cierto que «muchos» quisieron callarlo, pero su voz seguirá sonando fuerte y, seguramente a más de uno le aturdirá sus noches.No tenemos dudas que esta volando alto y en paz, y además junto con su madre a quien dedicó sus últimos años en cuidarla», expresó Marcela Bobatto.
En los medios mendocinos reflejaron la despedida de la Diócesis de Mendoza, destacando su rol social por asistir a los pobres. “Juan Carlos Di Marco, uno de los hombres del obispo Enrique Angelelli, quien fue beatificado recientemente por el Papa Francisco, junto a cuatro de sus colaboradores, todos asesinados en la última dictadura militar”, publicó Diario Uno.
La muerte del dirigente social, hombre muy activo dentro de la Iglesia durante toda su vida, fue lamentada por los sacerdotes, diáconos y comunidad de la Parroquia Santa Rosa de Lima y también su fallecimiento llegó a oídos del obispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, que había mantenido varios contactos con Di Marco en los últimos tiempos.
Por Patricia Escobar
Foto de portada: registro del testimonio de Juan Carlos Di Marco en el Libro «Padre Obispo Joaquín Piña: La utopía heredada»
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