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La plataforma Guacurarí tiene un aprobado: “Pudimos resolver la vinculación de los alumnos con la escuela en plena pandemia”, destacó Sandra Bonetti

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Más de 4 millones de visitas, unos 800 mil usuarios registrados y cerca de 10 mil contenidos pedagógicos disponibles forman parte del balance que arroja el primer año de uso incentivo de la plataforma. El 50% se conectó mediante celulares y los adultos pudieron sortear la barrera de la tecnología.

 

 

 

“El 12 de marzo a las 2 de la tarde, el ministro de Educación me comunicaba que había una posibilidad de que se suspendan las clases por 15 días y que debíamos pensar cómo resolver rápidamente la vinculación de los chicos. Y en dos horas, con el equipo de Plataforma Guacurarí, ideamos aulas abiertas y al otro día a la mañana, el gobernador comunicó que teníamos esta propuesta”. El relato de Sandra Bonetti, coordinadora de la Plataforma Gaucurarí permite dimensionar la rápida reacción que tuvo el gobierno de Misiones para atender la demanda educativa, cuando se desató la pandemia del coronavirus.

Lo que originalmente se pensó en un lapso de 15 días, se extendió hacia todo el ciclo lectivo 2020 y a pocos días de completarse el calendario signado por la virtualidad, el balance “es muy positivo”.

“En principio tratamos de mirar siempre el vaso medio lleno. Queremos rescatar todo lo que fue oportunidad”, consideró Bonetti en diálogo con Misiones Online. “A pesar de que fue un año complejo, duro, pudimos sostener las trayectorias estudiantiles, pudimos seguir vinculando a los chicos con la escuela y con la educación y eso es sumamente importante”.

 

La plataforma Guacurarí no apareció como arte de magia, es un proyecto que la provincia venía trabajando hace casi 5 años y cuando todavía le faltaba un recorrido para insertarse lentamente, saltó a escena ante el escepticismo de docentes, padres y alumnos.

“Cerramos el año con más de 4 millones y medio de visitas a la Plataforma. Con más de 800 mil usuarios y cerca de 10 mil contenidos en propuestas pedagógicas en aulas abiertas”, resumió Bonetti.

 

“Docentes, estudiantes y familias comenzaron a transitar esta alfabetización digital y a adquirir competencias digitales, que son las necesarias para vivir en este siglo XXI”, agregó la docente.

 

El otro fenómeno que provocó las clases virtuales, es el acercamiento de la familia a las escuelas, el protagonismo de madres y padres que debieron involucrarse en los contenidos y casi, estudiar a la par de los alumnos. “Tenemos anécdotas de padres que definieron que iban a volver a estudiar para terminar sus estudios. Padres que hacían los trabajos de inglés y aprendían junto con sus hijos”, confesó Bonetti.

 

Inmigrantes vs nativos digitales

Al mismo ritmo que la Plataforma Guacurarí desplegaba sus fortalezas y se capacitaban los docentes, se pudo medir que el uso de la tecnología despertó curiosidad en los adultos y evidenció que los jóvenes en edad de secundaria, aquellos que prácticamente nacieron con un teléfono inteligente en mano, fueron los que menos se vincularon.

“Acompañamos a muchos docentes en todo este trayecto con capacitaciones, reuniones vía zoom quienes intentaron ponerse al día con sus competencias digitales, generando sus propios videos para llegar a los estudiantes con información”, dijo Bonetti.

“Trabajamos con los docentes en concientizarlo que las clases virtuales o en este modelo de aula invertida, no es lo mismo que una clase en el aula. En la plataforma de videoconferencia había que hacer otra cosa, no sentarse como si estuviéramos frente al pizarrón, no darles tanta tarea a los chicos, no dar tareas fragmentadas sino articular entre materias”, explicó.

 

Reconoció que “más del 50% utiliza celulares para ingresar a la Plataforma. El resto los hace mediante netbook o tablets”.

 

Opinó que “que algunos chicos del nivel secundario en un momento abandonaron, pero depende mucho de la escuela, de cómo le llegó a la familia la comunicación”.

“Uno de los mitos que derribó esta pandemia es esta cuestión de los inmigrantes y los nativos digitales. El chico, porque haya nacido en este siglo y tenga un celular en la mano, no quiere decir que sepa utilizar las herramientas digitales para aprender. Y tampoco el adulto, porque haya nacido en el siglo pasado, no pueda aprender a utilizar las herramientas digitales”, señaló.

Añadió que “el saber usar o no herramientas digitales tiene que ver con la cantidad de tiempo que uno le dedica a la práctica, con el entrenamiento por sobre ser nativo digital o no. Los adultos que pensaron que nunca iban a poder trabajar con herramientas digitales para dar sus clases, lo pudieron hacer y lo resolvieron de una manera extraordinaria”.

Falta de conectividad, una excusa para no vincularse

Cuando la provincia avanzaba en conectar a todas las escuelas mediante el servicio de internet que proporciona Marandú, “la conectividad se trasladó hacia los hogares”, recordó Bonetti. “Eso fue un punto álgido al principio de la pandemia porque no todos tenían conectividad, pero lo pudimos sortear con tranquilidad”.

Reveló Bonetti que “la cifra que daba el presidente del Concejo General de Educación, Alberto Galarza, en una reunión con supervisores, es que el 10% de los chicos quedaron fuera del sistema a raíz de la falta de conectividad o de la no vinculación”. Y admitió que “hay que seguir trabajando para que ese 10% retome, se revincule y puedan llegar a buen término para continuar con sus estudios”.

El éxito de la Plataforma Guacurarí también se interpreta a partir de la repercusión que tuvo en otras jurisdicciones educativas. “Tuvimos comunicaciones con gente de Tierra del Fuego, Córdoba, Corrientes y hace pocos días estuve hablando con unos investigadores de Antofagasta, Chile que se comunicaron con nosotros para que les contemos qué estábamos haciendo nosotros porque ellos dicen que su educación quedó encapsulada y no pudo avanzar. De muchos lugares nos preguntaban cómo hicimos para sortear rápidamente y seguir la vinculación de los estudiantes con la escuela” confió Bonetti.

Llegó para quedarse

La plataforma Guacurarí seguirá muy vigente durante 2021, dado que el ministro de Educación de Misiones, Miguel Sedoff, anticipó que, si la situación epidemiológica lo permite, la modalidad de clases será bajo un sistema híbrido, que combina presencialidad con virtualidad. En ese sentido, Bonetti agregó que “el modelo invertido es un modelo bimodal que es el que creemos es el más factible de implementarse el año que viene”.

Y anunció que “ya están a disposición de las escuelas, la libreta digital, para que la menor cantidad de gente posible se traslade hacia las escuelas a buscarla. No reemplaza a la de cartón pero, pueden verla y esperar a que pase todo esto para retirarla”.

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