El veto presidencial a la posibilidad de que Misiones por fin tuviera un tratamiento impositivo diferenciado que se ajustara a su realidad de territorio de frontera se sintió como una bofetada al rostro de la sociedad misionera. Sin distinción de banderías políticas, los misioneros se habían encolumnado detrás de un proyecto cuyo único objetivo fue siempre el bien común. El histórico reclamo nunca había sido planteado con argumentos tan sólidos, ni llegado tan lejos.
Las diligentes gestiones llevadas adelantes por el Gobierno provincial frente al presidente Alberto Fernández y al titular de la Cámara baja, Sergio Massa, permitieron la inclusión del reclamo misionero dentro de la ley de Presupuesto, luego aprobada por ambas cámaras nacionales.
Con el antecedente de los compromisos verbales expresados por Massa y Alberto durante sus visitas a Misiones y restando solamente el decreto reglamentario para que la zona franca en todo el territorio provincial fuera una realidad, la expectativa estaba en su punto más alto. En ese contexto de optimismo, el veto de Alberto cayó como un balde de agua helada.
El rechazo de los misioneros a una medida que fue interpretada como un gesto del más rancio centralismo, llevado adelante justamente por un presidente que en sus discursos no se cansa de hablar de federalismo, fue unánime. El mismo consenso que generó la idea del área aduanera especial que impulsó el Gobierno provincial, lo provocó luego el veto presidencial a esa iniciativa.
Políticos de todos los partidos, representantes del sector empresarial, analistas de la economía manifestaron en entrevistas periodísticas su rechazo a la decisión del presidente, mientras que el resto de la población utilizó sus redes sociales para dejar en claro su disconformidad con el primer mandatario nacional.
El gobernador Oscar Herrera Ahuad salió hoy a expresar la postura de la Provincia. No ocultó su desazón por el veto pero destacó que por primera vez se logró incluir el tema en la agenda política nacional y dejó en claro que el Gobierno seguirá impulsando el reclamo por un régimen impositivo diferenciado.
En el mismo sentido se manifestaron dirigentes del sector privado. Representantes de la Confederación Económica de Misiones (CEM) que nuclea a prácticamente todas las cámaras empresariales de la provincia, se reunieron hoy. La asamblea estaba prevista para analizar posibles implementaciones que podrían darse al área aduanera especial, pero la noticia del veto presidencial obligó a cambiar el eje. La principal conclusión fue la firme voluntad de continuar con el camino iniciado por el Gobierno provincial en conjunto con los privados.
Baldazo de centralismo
Las opiniones en contra del veto de Fernández se multiplicaron desde que se conoció la noticia el domingo.
Gerardo Grippo, integrante del Movimiento Industrial de Misiones (MIM), lamentó que “desde los tiempo de la colonia, los intereses del país central anteponen o subordinan al resto del país. Argumentan la baja en la recaudación, mientras que provincias como la nuestra subsidian. En este caso, en las zonas de economías especiales el tema son las enormes asimetrías”, indicó.
Los cuestionamientos también se escucharon por parte de economistas. Gerardo Alonso Schwarz, del instituto Ieral NEA consideró débiles los argumentos expresados por el presidente para fundamentar el veto. Al especialista le llamó la atención que el veto invocara como principal argumento la caída que sufriría la recaudación nacional en tanto los impuestos aduaneros que cobra Nación en Misiones representan solo el 0,4% del total nacional.
Por parte de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Noreste (Cesane), Faruk Jalaf se declaró “totalmente decepcionado” con el veto. “Seguimos manteniendo un pseudofederalismo”, consideró.
Guillermo Fachinello, presidente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (Apicofom), destacó que la posibilidad de que Misiones tuviera un régimen impositivo diferenciado generó un enorme interés por invertir en la tierra colorada y lamentó que pr causa del veto, ese interés, al menos en el corto plazo, quedará en la nada.
Carlos Beigbeder, expresidente y ahora miembro de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas apeló a un misionerismo para expresar el ánimo del sector: “todos estamos pichados con lo que hizo el presidente”, afirmó.
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