Como cada 8 de diciembre, las religiones afroamericanas realizaron su tradicional homenaje a Oxúm, la divinidad de las aguas dulces. En Posadas, el rito fue organizado por «Raíces Afros» y contó con el aval de la subsecretaría de Culto.
Todos los 8 de diciembre las religiones afroamericanas celebran el rito a Oxúm, diosa de las aguas dulces, una de las deidades de la naturaleza. En Posadas, lo hicieron a la orilla del Paraná en la playa de Miguel Lanús. A lo largo de varias horas, practicantes de la religión umbandas, acampan junto al río, al ritmo de los tambores, cantos y ofrendas.
El ritual consiste en entregar al río alimentos a base de maíz, frutas y flores. Todo se viste blanco y amarillo, color que remite al oro, al cobre y a la fecundidad. Oxúm es la protectora de las embarazadas y los bebés. El mito cuenta que un día Oxúm lloraba porque se había peleado con su padre, pero que cuando la diosa del mar –Iemanjá- la vio tan triste, le entregó el poder sobre todas las aguas dulces.
Los fieles se meten al río en grupos, tomados de la mano y llevan las ofrendas en barcazas construidas colectivamente. Al unísono de los cantos, arrojan perfume, frutas, miel y pochoclos. Las procesiones al agua se alternan con las danzas terrestres y los bailarines entran en trance. Mientras, río adentro siguen flotando las embarcaciones amarillas. De a poco, el aire se hace espeso y dulce. La costa se impregna de colores que brillan y de un tono mágico que se va silenciando mientras, lentamente, cae el sol.
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