El país norteamericano registró por tercera vez consecutiva un nuevo record de casos de infectados, tras sumar casi 230.000 contagios y 2.527 muertes en las últimas 24 horas. Expertos se alarmar ante la negativa del uso de barbijos.
Funcionarios de la salud de Estados Unidos expresaron su alarma ante la negativa de muchos estadounidenses a usar tapabocas, en momentos en que el país registra un creciente número diario de fallecidos por coronavirus y luego de que el presidente Donald Trump realizara una manifestación masiva en donde no se respetaron las medidas básicas de seguridad sanitaria.
El director del departamento federal estadounidense para el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, Moncef Slaoui, defendió hoy al presidente electo, Joe Biden, por recomendar el uso generalizado de barbijos para controlar la expansión del virus, mientras se espera la campaña de vacunación.
Asimismo, también afirmó que pedirá a los estadounidenses que lleven tapabocas durante los primeros 100 días de su mandato.
«Creo que es una buena idea, nunca es tarde; esta pandemia está devastando el país, todos debemos tomar precauciones, llevar mascarillas, lavarnos las manos, mantener la distancia, ser conscientes de que el virus es un asesino», expresó hoy Slaoi en declaraciones a la cadena de noticias CNN.
«Tenemos una vacuna, hay luz al final del túnel, pero no estaremos todos vacunados hasta mayo o junio, así que tenemos que ser cautos y estar atentos», añadió.
El país más afectado a nivel global por la pandemia de la Covid-19, registró por tercer día consecutivo un nuevo récord, tras reportar en las últimas 24 horas casi 230.000 contagios y 2.527 muertes, de acuerdo al recuento permanente de la universidad Johns Hopkins.
Además, en las últimas dos semanas el país superó con frecuencia las 2.000 muertes diarias, como a principios de año, en el apogeo de la primera ola de coronavirus, y pese al pedido de las autoridades de quedarse en casa, los responsables de salud advirtieron del aumento de casos luego de la celebración de Acción de Gracias la semana pasada.
En esta línea, y particularmente ahora que se avecinan las fiestas de fin de año, las autoridades sanitarias advirtieron contra una falsa sensación de confianza de cara al lanzamiento de nuevas vacunas, que se prevé ocurra en las próximas semanas.
Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, dijo que era «frustrante» escuchar a la gente «repitiendo como loros que las máscaras no funcionan (y) que las reuniones no resultan en eventos de gran propagación» del virus, citó la agencia de noticias AFP.
«La vacuna es fundamental», manifestó Birx en el programa Meet the Press de NBC, y agregó: «Pero no nos va a salvar de este repunte actual».
El Gobierno espera que 20 millones de personas reciban las vacunas de las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, y Moderna, antes de que finalice el año, si la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) las aprueba, comunicó hoy el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar.
Por su parte, Moncef Slaoui, quien dirige el programa federal de vacunas Operation Warp Speed, fue más preciso y anticipó a CBS que las vacunas podrían comenzar 36 horas después de la aprobación de la FDA.
El excomisionado de la FDA, Scott Gottlieb, predijo que el número de muertos en el país, ahora en más de 280.000, podría llegar a 400.000 a finales de enero.
«Tenemos un futuro sombrío por delante durante las próximas seis semanas», enfatizó a CBS, y añadió: «La gente realmente necesita protegerse».
Sin embargo, gran parte de la sociedad estadounidense continúa ignorando las recomendaciones sanitarias.
Un ejemplo reciente fue el encuentro masivo, sin distanciamiento ni tapabocas, que se realizó ayer en Valdosta, del estado de Georgia, donde Trump, quien siempre minimizó la pandemia, hizo su primer mitin desde las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre.
Mientras tanto, los contagios siguen amenazando al entorno cercano de Trump, quien volvió a responsabilizar a China por la pandemia.
Fuente: Telam.
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