La jueza Corina Jones había ordenado entregarla a una pareja en Posadas y quitarle la tenencia de la pequeña de 4 años la familia de guarda, que fue la que la tuvo prácticamente desde su nacimiento.
Prácticamente 24 horas después del fallo judicial que conmovió al país y que volvió a poner en el centro de debate el sistema de adopción argentino, la jueza Civil y Comercial Lorena Toledo, que subroga a Corina Jones al frente del Juzgado de Menores de Eldorado determinó que la niña de 3 y 7 meses que fue noticia nacional quede bajo la tutela temporal de su hermana mayor de edad hasta que la causa tenga una resolución definitiva.
Ayer, la Jueza Corina Jones, titular del Juzgado Civil, Comercial, Laboral y de Familia Nº 1 de Eldorado había ordenado quintarle la tenencia a la familia de guarda que crió a la pequeña desde que prácticamente su nacimiento, para entregarla en adopción a una pareja en Posadas
Su hermana tiene 19 años y siempre mantuvo contactos con la familia que tuvo en guarda a la niña. La joven había presentando un recurso por intermedio de sus abogados para obtener la tenencia definitiva amparándose en su vínculo familiar, pero la jueza Jones había rechazado el pedido.
Fuentes consultadas señalaron que la familia de acogida o familia de guarda muchas veces es designada por la familia biológica que no puede cuidar del bebé (lo que sucedió en el caso de Eldorado), pero no puede tener la adopción definitiva.
La niña había sido trasladada a la capital de Misiones ayer. Según pudo saber Misiones Online, una comisión judicial partiría esta noche desde Eldorado hacia Posadas para buscarla, llevarla con su hermana y así dar cumplimiento a la sentencia.
La resolución de la jueza Toledo de hoy es provisoria. Aún resta definir la apelación que hizo la familia Dávalos–Rodríguez, que tuvo en guarda solidaria a la niña, a la decisión de Jones de entregar la pequeña a una pareja posadeña. Todo apunta a que será el Superior Tribunal de Justicia de Misiones (STJM) el que tendrá la palabra final.
El Caso
Imágenes de la más cruda desesperación se vieron ayer frente al juzgado de Familia N° 1 de Eldorado. Allí la jueza Corina Jones le quitó a al matrimonio Dávalos-Rodríguez la tenencia de una niña de 4 años que crían desde su nacimiento y le otorgó la tenencia a una pareja de policías que viven en Posadas. La magistrada además le impuso un bozal legal a la pareja y a sus abogados. La niña fue retirada del juzgado por efectivos de la policía en un operativo cinematográfico.
Sumido en la desesperación, Leandro Dávalos denunció que su sobrina de 4 años fue literalmente arrancada de su seno familiar, donde vivió casi toda su vida, por decisión de una jueza de familia. Sus padres no pueden hablar con la prensa porque la misma jueza que les retiró la tenencia de la menor también les impuso un “bozal legal”, no solo a ellos sino también a sus abogados.
La jueza Jones indicó que la niña estaba al cuidado de una pareja bajo el régimen de “familia solidaria”, que reviste carácter transitorio, y que “preservando el interés superior del menor” se buscó a un adoptante definitivo. La magistrada recordó que asumió hace tres meses y se desligó de las críticas respecto al tiempo que demoró el trámite: “no me corresponde hablar de los motivos por los cuales no se actuó antes”, indicó. Además responsabilizó a Policía por el bochornoso operativo montado para retirar a la niña de su juzgado.
Los familiares del matrimonio que perdió la tenencia señalaron con Misiones Online que: “Estamos desesperados, no sabemos si la nena está bien. La escuchamos llorar adentro del juzgado toda la tarde y después se la llevaron con la policía”, indicó Leandro Dávalos.
El familiar de la pareja que crio hasta ayer a la menor afirmó que había un trámite de adopción en curso que la misma jueza se encargó de dilatar en todo lo posible y que cuando la niña estaba perfectamente integrada a su familia, la única que conoce, la magistrada decidió de manera intempestiva sacarles la custodia.
- Jueza Corina Jones
Enfatizó que la menor tenía un vínculo con su familia de sangre, lo cual era favorecido por el hecho de la cercanía entre los domicilios de ambas familias.
La menor es hija de sangre de una madre con problemas mentales y al momento de su nacimiento, su abuela materna tampoco estaba condiciones de hacerse cargo de su crianza por su avanzada edad.
Fue entregada en adopción y luego dada en custodia por el mismo juzgado de familia N°1 de Eldorado al matrimonio Dávalos-Rodríguez, que sí tenían condiciones para ofrecer a la menor un entorno familiar acorde.
Según la familia, todo se venía desarrollando con normalidad, incluso con reportes favorables por parte de los especialistas que monitoreaban la vinculación de la pareja con la menor, hasta octubre de este año, cuando se enteraron de la voluntad de la jueza Jones –que asumió hace pocos meses- de quitarle la tenencia de la niña.
Para evitarlo salió a escena una hermana, que al momento del nacimiento de la niña era menor de edad pero ahora tiene 19 años. Con el patrocinio legal de un reconocido abogado de Eldorado, la joven pidió la tenencia de la niña amparándose en su condición de pariente cercano.
La menor en realidad nunca había perdido contacto con su familia de sangre a la que regularmente visitaba.
Se avanzó en la revinculación entre las hermanas mientras la menor continuaba en contacto con la pareja a la que reconocía como sus padres y quienes la criaron.
Pero, según el testimonio de los familiares, eso se rompió hoy, cuando la jueza Jones convocó a la madre adoptiva a una audiencia, a través de un llamado telefónico, sin que mediara notificación oficial. En esa audiencia le comunicó que le sería retirada la tenencia de la niña y literalmente se la arrebataron de las manos.
Minutos después, la vereda del juzgado era un hervidero de gente clamando por la restitución de la menor a sus padres adoptivos. La presión de la gente impidió que la pareja de mujeres, ambas policías, a quienes la jueza había dado la tenencia, pudieran salir con la criatura.
Debieron intervenir policías armados, que en un episodio dantesco terminaron sacando por la fuerza a la niña, que lloraba a moco tendido ante el desconsuelo de sus familiares.
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