En pleno conflicto por su decisión de abandonar el Barcelona, el astro argentino Lionel Messi decidió que no asistirá este domingo a la Ciudad Deportiva del club catalán para pasar las pruebas médicas y un test de coronavirus, lo que encamina la situación de su salida hacia un conflicto legal.
El capitán de la selección argentino considera que su contrato ha finalizado y, como ya solicitó marcharse del club libre, no acudirá ni a las pruebas médicas mañana ni al arranque de los entrenamientos bajo las órdenes del nuevo DT, Ronald Koeman, el próximo lunes, adelantaron a Télam fuentes del entorno del jugador.
Messi hizo llegar su decisión a través de sus abogados, quienes enviaron un burofax que hasta la noche de Cataluña no había llegado a la institución «blaugrana».
Fuentes oficiales del FC Barcelona dijeron a Télam que no les consta ninguna comunicación por parte del delantero argentino, aunque el club tenía previsto enviarle una notificación formal para recordarle que tiene contrato en vigor y que, por lo tanto, debe presentarse a los test de coronavirus en la Ciudad Deportiva, apuntó el diario catalán Sport.
Definido este movimiento, Messi deja bien claro cuál es su firme voluntad y vuelve a tensionar la cuerda con la cúpula directiva de la entidad, con la que quiere negociar una salida pacífica mientras resuenan tambores de guerra.
A la expectativa en torno a la reaparición pública de Messi, se suma la ansiedad por saber si el astro se reunió en las últimas horas con el que puede ser su futuro entrenador, el DT del Manchester City inglés, el catalán Pep Guardiola, al que anoche se lo vio -foto incluida en Instagram-en un restaurante de la ciudad condal.
A pesar del intento desesperado del presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, quien ofreció su renuncia si el capitán del seleccionado argentino continúa su vínculo con el club catalán, nada parece poder hacer cambiar de opinión al crack rosarino, que a sus 33 años ha decidido darle un giro a su carrera.
Cuatro días después del primer burofax rupturista con el que provocó un terremoto en Barcelona, con repercusiones en todo el mundo, Messi parecía haber pasado a un estrategia más conciliadora en busca de que la directiva del club acceda a pactar su marcha tras dos décadas de una relación que no quiere acabar con una batalla legal.
Por el momento, los directivos del Barça no acceden a otra cosa que no sea mantener el vínculo y remiten a su prácticamente impagable cláusula de 700 millones de euros para dejarlo marchar.
Sin embargo, Messi confía en en que terminara forzando a la cúpula del Barça a negociar su salida, aunque también podría irse con el «transfer» de la FIFA, si bien el club de destino se arriesgaría a un pleito legal multimillonario con el club catalán, del cual el astro argentino se marcharía de la peor manera posible.
Actualmente la brecha entre Messi y la directiva del club se mantiene intacta, y a poco más de un día de que comience la pretemporada, el flamante DT, el neerlandés Ronald Koeman, quiere reunirse personalmente con el histórico goleador del club para confirmar si su decisión es irreversible.
Messi esta convocado mañana a partir de las 8 am (3 am de Argentina) en la Ciudad Deportiva del Barça, en Sant Joan Despí, para las pruebas médicas junto con el resto de los jugadores del plantel a los que Koeman comunicó que formarán parte de su proyecto, entre los que no están el uruguayo Luis Suárez, Ivan Rakitic, Arturo Vidal y Samuel Umtiti.
El lunes comienzan los entrenamientos, de ahí que todos necesitan reconducir la situación hacia un clima sin hostilidad. Es probable que es mismo día Bartomeu finalmente mantenga una reunión con Jorge Messi, padre y representante del capitán argentino.
Por su parte, Koeman, quien se supo hoy que contará con Albert Roca -el preparador físico de la época de Rijkaard-, mantuvo otra reunión con el secretario técnico, Ramón Planes, para delinear el futuro del plantel, teniendo muy en cuenta la variable Messi, cuyo futuro parece estará cada vez más lejos del Camp Nou.
La opción del Manchester City de Guardiola se mantiene en primera posición aunque plantea dificultades por el «Fair-play» financiero de la UEFA -que establece el límite de 100 millones por encima de lo que se ingrese-, y la carga de la masa salarial de Messi (más de 50 millones), según fuentes consultadas por Télam.
También el PSG (Paris Saint Germain), el Inter de Milán y la Juventus parecen interesados en entrar en la puja si finalmente Messi sale al mercado, de acuerdo con la prensa deportiva francesa e italiana.
El diario Le Parisien, con buenos contactos en las entrañas del PSG, informó que después de que hubo contactos con Jorge Messi, el padre del astro, también Neymar y el argentino Ángel Di María hablaron con Leo para convencerlo.
Además, el diario L’ Equipe afirma que la Juventus también está interesada y se contactó con Jorge Messi (está en Rosario pero su viaje a Europa es inminente), aunque de forma «discreta», al entender que ya negocia con el City.
La «Juve» sueña con juntar a los dos Balones de Oro, Cristiano Ronaldo y Messi, aunque solo sería posible si el argentino logra salir gratis del Barça. La supuesta intención del conjunto italiano de contratar al uruguayo Luis Suárez es otro de los argumentos que podría ayudar a que Messi se planteara recalar en la Serie A.
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