Hoy entraron en funcionamiento en el transporte urbano de Posadas las unidades de segunda mano que la empresa de la familia Zbikoski trajo de Buenos Aires para reforzar su flota. Usuarios advirtieron que los colectivos circularon todo el día con las ventanillas cerradas, incumpliendo el protocolo establecido para minimizar el riesgo de contagio de coronavirus y que no encontraron cómo abrirlas. Desde Don Casimiro explicaron que, por su configuración, los colectivos que incorporaron solo permiten abrir unas pequeñas ventanas ubicadas en la parte superior.
La empresa de transporte urbano Don Casimiro incorporó a su parque 50 unidades usadas traídas de Buenos Aires, donde prestaban servicio hasta hace poco tiempo. Los colectivos recientemente incorporados comenzaron a prestar servicio hoy en algunas de las líneas troncales que maneja la compañía.
Muchos usuarios se mostraron satisfechos por el hecho de que la compañía que prácticamente monopoliza el servicio de transporte urbano en la capital provincial se decidiera a incorporar más unidades equipadas con acondicionador de aire, pero no fueron pocos los que advirtieron una particularidad que en otras circunstancias podría resultar anecdótica pero que en el contexto actual de pandemia resulta de importancia fundamental: las ventanillas estaban cerradas y nadie conseguía abrirlas.
El tema es importante, tanto que los protocolos vigentes para la prestación del servicio establecen taxativamente que los colectivos deben circular con las ventanillas abiertas porque de ese modo disminuye el riesgo de contagio de coronavirus.
Desde la empresa aseguraron que las ventanillas sí se pueden abrir, pero no las que están a la mano del pasajero sino unas más pequeñas ubicadas en la parte superior de la superficie vidriada.
Una constatación in situ realizada por un periodista de este medio confirmó que efectivamente la ventanilla que está a la altura del pasajero está fija, es decir que más que una ventana es solo una superficie transparente.
Más allá de discusiones técnicas, videos enviados por usuarios, otras tomadas por este medio e incluso imágenes difundidas por la propia compañía muestran a los vehículos recientemente incorporados circulando con todas sus ventanillas cerradas lo que representa el incumplimiento del punto 17 del anexo 1 del decreto provincial 980 que estableció el protocolo para la prestación del servicio en todo el territorio de Misiones.
El mencionado punto establece que “los vehículos deberán circular durante todo el viaje en forma ventilada y con ventanillas abiertas”.
Polémica por los choferes de Buenos Aires
Don Casimiro ya había recibido críticas por traer, junto con los colectivos, a choferes provenientes de Buenos Aires, que concentra la mayor cantidad de contagios de coronavirus. “Al ponerse refuerzos locales, más las unidades que llegaron ayer, en algún momento serán necesarios esos choferes”, indicaron desde la empresa.
La llegada de los trabajadores del volante foráneos no solo encendió algunas alertas en las oficinas locales de la UTA, cuyos dirigentes se preguntan si era necesario buscar trabajadores afuera de Misiones, sino el temor de usuarios habituales del servicio que ven un riesgo innecesario en la decisión de Don Casimiro.
No faltaron pasajeros que aseguran haber sido conducidos hoy por alguno de los choferes porteños que llegaron el fin de semana y dejaron testimonio de ello en redes sociales y mensajes dirigidos a medios periodísticos.
Desde la compañía aseguraron en cambio que los trabajadores “importados” no están prestando servicio, sino que están cumpliendo cuarentena en un hotel céntrico de Posadas. “Todos tienen pasaporte sanitario y dos hisopados negativos”, indicaron.
La discusión en torno a los choferes traídos de Buenos Aires no fue la única que involucró a la empresa de transporte posadeña. La polémica por la exclusividad que tiene esta compañía en el ingreso al populoso barrio Itaembé Guazú siguió levantando polvareda.
“Con el número actual de personas que viven en Itaembé Guazú (unas 22 mil), es inexplicable que una sola empresa les preste servicios de colectivos, sobre todo en el marco de la pandemia; no les facilitan el traslado ni les garantizan la prevención de contagios, salvo que exista un especial interés en dejar el negocio a un solo grupo empresario. Siendo tantos los posibles pasajeros y tan amplia la zona, no es entendible que no se pueda dividir para asegurar el ingreso de más empresas”, expresó el diputado Isaac Lenguaza en un proyecto de comunicación que ingresó a la Legislatura.
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