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Laosianos de Misiones terminaron de construir su colosal Buda e invitan a la ceremonia que le “dará vida”

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Los mismos fieles de la comunidad laosiana en Misiones son los que durante casi siete años llevaron adelante la construcción de la imponente representación del Buda. Ahora finalmente está construído y sólo resta una ceremonia con varios monjes norteamericanos y laosianos que vendrán exclusivamente a “dar vida” al coloso de cemento, ya que sin este ritual religioso, sería “sólo un pedazo de hormigón”, según dijo Pong Bounchanavong de la comunidad laosiana.

 

Tiene 14 metros de alto y nueve de ancho y se encuentra en la colonia laosiana de Posadas. Los encargados del trabajo son el ingeniero Won Synalay y los monjes Sivone Khankham y Somsak Inthavilai. Está en el templo Rattanaransyaram que la comunidad construyó en 1997. Este santuario religioso es el único de estas características en Argentina y por ello congrega a miles de laosianos que profesan el budismo y que viajan desde todo el continente a reencontrarse con otros feligreses.

 


El templo se encuentra frente al barrio Itaembé Guazú de Posadas

 

La ceremonia que bendecirá al Buda dura dos días y para ello vendrán seis monjes de Estados Unidos que se sumarán a otros cinco que viajaron desde Laos y ya están en Misiones. Comenzarán con el ritual el miércoles 18 de febrero para finalizarlo el 21 de ese mismo mes. 

 

Este evento será en coincidencia con la festividad anual que congrega a la comunidad laosiana en el templo del barrio Itaembé Guazú. 

 

Pong Bounchanavong, referente de la comunidad, invitó a todos los que quieran participar de esta ceremonia. Dijo que habrá música, comidas y bailes típicos de su cultura. La invitación es para el viernes 21 de febrero a las 19 horas.

 

 

Todos los fines de semana trabajamos, la gente que vive por acá en Posadas, Oberá, Jardín América y Alem viene para trabajar en el Buda”, contó Pong Bounchanavong quien es el presidente de la Comunidad Laosiana de Posadas.

 

Hace seis años que todos los fines de semana trabajan en la construcción de la escultura, esto se debe a un principio religioso en torno a estas representaciones que propone que “el Buda debe ser construido por donación y la voluntad de los fieles. Cuando levantas algo con fe debe salir de tu bolsillo o tu sudor, porque si viene de arriba es fácil, debe ser difícil y arduo para poder valorarlo”, cuenta Bounchanavong.

 

 

La figura es imponente, se yergue frente al barrio Itaembé Guazú de Posadas camino a Corrientes y desde hace pocos días luce un color amarillo que busca emular al oro, ya que según aseguran desde la comunidad “debe ser dorado para iluminar el camino de los fieles”, no obstante y si bien la faceta edilicia del monumento se encuentra finalizada, aún falta la bendición, que será lo que dará vida al Buda.

 

En 2020 se prevé realizar la bendición al Buda. Para eso la tradición indica que lo tienen que bautizar como mínimo seis monjes budistas que vendrán de Laos – ya que en Misiones hay sólo dos -según contó el presidente de la comunidad. “Sin ese bautismo no tiene vida, es solamente cemento levantado” relató.

 

Una comunidad exiliada que busca mantener vivas sus tradiciones

 

Pong Bounchanavong en diálogo con MisionesOnline narró que el cada segundo fin de semana de febrero llevan adelante la fiesta anual del templo a la cual asisten fieles de distintos puntos cardinales, “vienen de Santa Fe Córdoba, Río Negro e inclusive Norteamérica” especificó.

 

 

Durante esta ceremonia se realizan actividades típicas de la comunidad. Este año además fue la presentación oficial de la escultura del Buda.

 

La migración laosiana a nuestro país comenzó luego de finalizada la guerra de Vietnam mientras el mundo estaba envuelto en la Guerra Fría en la que Estados Unidos intentaba frenar el avance comunista en distintas partes del mundo a través de batallas armadas, como sucedió en Vietnam, o de regímenes dictatoriales como pasó en Latinoamérica.

 

Mientras que el gobierno norteamericano intentaba frenar al Vietcong – una guerrilla apoyada por la Unión Soviética que ocupaba las espesas selvas vietnamitas– países asiáticos, como Laos, eran azotados por la devastación de la guerra y un crudo conflicto interno en el cual régimen comunista perseguía a los aliados de Estados Unidos.

 

 

Muchas laosianos debieron atravezar el río Mekong desde Laos hasta Tailandia para poder evadir las fronteras cerradas y llegar a un territorio menos hostil para quienes eran considerados amigos de Norteamérica. Fue por ello que Naciones Unidas realizó un llamado para que los países recibieran a los refugiados provenientes del sudeste asiático.

 

Mapa que muestra el curso del río Mekong

 

Corría el año 1979 y la dictadura argentina a cargo de Rafael Videla respondió ofreciendo asilo a aproximadamente doscientas familias que llegaron al país.

 

 

Estas familias se instalaron en Misiones por la similitud de la húmeda selva misionera con la de Laos. Una vez allí intentaron conseguir su sustento diario ya que llegaron con lo puesto y contaban con la adversidad de no conocer el idioma. Fue allí donde el templo Rattanaransyaram de Posadas cumplió un rol fundamental, ya que significó una pequeña porción de tierra laosiana en Misiones, en la cual los refugiados podían congregarse y mantener vivas sus costumbres.

 

DL

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