Antes para tener agua para beber, las familias de las comunidades «Jejy» y «Jejy Miri» debían recorrer como mínimo 500 metros a pie y en pleno sol, hoy tras una iniciativa que nació en el corazón de unos docentes y estudiantes de ingeniería de la UNaM y que involucró a otros organismos como la Asociación Civil Fortalecer, el municipio de El Soberbio, entre otros, estas familias tienen agua inmediatamente. El proyecto se ejecutó el año pasado y está proyectada su finalización para el 2020.
Un niño de las comunidades «Jejy» y «Jejy Miri», caminaba más de 500 metros para poder acceder a agua para consumo humano, muchas veces las vertientes estaban contaminadas y eran usadas por los animales, por ello debían caminar kilómetros para conseguir agua consumible.
En el 2016, tras varios meses de explorar una forma en que los estudiantes de la UNaM se involucren en actividades que vayan más allá del día a día académico, con ayuda de los docentes y unidos a la Asociación Civil Fortalecer presentaron un proyecto al Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), que es implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y administrado por la Oficina de Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS).
Al salir ganadores del financiamiento, iniciaron con las acciones desde el año pasado y proyectan finalizar el trabajo el 31 de marzo del 2020.
Alejandro Kerkhoff, responsable técnico del proyecto precisó que ya se encuentran en un 50% de ejecución y beneficiará a más de 140 familias de las comunidades «Jejy» y «Jejy Miri» que están ubicadas en la reserva natural y cultural Papel Misionero, sobre ruta provincial 15. A 6 km de Colonia la Flor y a 33 km de el Soberbio departamento Guaraní. Al ser comunidades mayoritariamente nómades, el poder contar con este servicio las ayudará a mejorar su calidad de vida.
Ambas comunidades participaron de las actividades de protección las vertientes. Según precisaron para la instalación de la distribución de agua, en esta actividad se encargarán los hombres de la comunidad con ayuda de personal de la municipalidad del Soberbio, con asistencia técnica externa. También colaborarían para el traslado de los materiales para la instalación de los sistemas de bombeo, tanto por gravedad, sistema solar y rueda hidráulica, torres de agua y tanques de agua.
Impacto en otras áreas
Y es el derecho de contar con agua para su consumo ha permitido prevenir enfermedades infecciosas, mejorar los rendimientos en la escuela – ya que ahora puede asistir con mayor frecuencia- entre otros beneficios para los voluntarios. Entre los requisitos para el financiamiento figuraba la necesidad de que sea multiorganizacional, es decir que diversos entes se involucren en el desarrollo del mismo.
«Lo destacable es que esta inicitiva es multifuncional y es el resultado de un trabajo conjunto entre la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Misiones, con sede en Oberá, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Municipalidad de El Soberbio y Fortalecer Misiones”.
Añadió que esto demuestra que aunque no todos tienen el dinero para aportar, se pueden generar acciones importantes en diferentes espacios.
Nicolás Gimenez, Cacique de la Comunidad Jejy Miri, señaló que «con esta obra se beneficiaran 28 familias que actualmente están usando 2 vertientes» y que, una vez finalizadas las obras, «contarán con canillas en cada casa para no tener que ir a buscar lejos el agua».
“El cuidado del medio ambiente y de la biodiversidad más aún en proximidades de las reservas es fundamental (…) por ello necesitábamos trabajar en ese cuidado y así como el agua servía para las comunidades también bebían los animales y podía generar focos de infección. El cuidado de la zona y la protección de la vertiente en sí era lo que ellos necesitaban”.
S.P
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