Vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti
El vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, expresó: “Si el Gobierno logra llevar adelante el presupuesto que propuso, no tengo dudas que las clases el año que viene no se van a poder dictar”. Insistió: “Si se aprueba con la mitad de lo que pidió el Consejo Interuniversitario Nacional, no tengas duda de que las universidades el cuatrimestre que viene no van a poder abrir”.
Emiliano Yacobitti : La reflexión que nos deja es tristeza por no haber podido mantener la Ley de Financiamiento de las universidades, que permitía recuperar algo de lo perdido en este año, como procesos de investigación que están parados, el salario de los trabajadores, que en lo que va del año han perdido casi la mitad del sueldo con respecto a la inflación. Pero también veo una puerta de una esperanza porque fueron muchos los diputados, casi 160 diputados, que votaron a favor. Y creo que es importante que esa mayoría se traduzca en el nuevo presupuesto para corregir esta situación.
La tarea que tenemos todos los que nos toca ser parte de la universidad pública es ir al Congreso, hablar con los diputados, plantear cada una de las de las problemáticas que estamos teniendo, tratar de responder cualquier pregunta que tengan. Mostrarnos abiertos a dialogar, a mejorar, pero conseguir el compromiso de estos 160 diputados para recuperar en el presupuesto que viene lo que se perdió este año.
El Gobierno, desde que arrancó, lo único que hizo fue atacar a las universidades. La sociedad se tiene que quedar tranquila que, dentro del Estado nacional, las universidades públicas tienen sistemas de auditoría interna y externa. Externamente, la Auditoría General de la Nación viene auditando las universidades y las va a auditar el año que viene, ya aprobó el próximo programa. Eso es importante, porque es el control que no hacen las universidades sobre sí mismo. También hay cuerpos internos de auditoría, por ejemplo, en el caso de la Universidad de Buenos Aires.
Esas auditorías están publicadas. Vos entrás a la página de la Universidad de Buenos Aires, vas a un sector que se llama Transparencia, tenés publicadas las auditorías internas y toda la información que permanentemente hay que mandarle por ley al Ministerio de Educación y a la Contaduría General de la Nación. El gobierno, para justificar algo que hace que está mal, lo que está tratando de hacer es agredir o ensuciar a la institución pública que, creo, más confianza inspira en la sociedad.
Yo no me imagino la Argentina sin universidades. Casi el 80% de los médicos en la Argentina salen de la universidad pública, el 90% de los odontólogos salen de la universidad pública. Es hoy la única herramienta que tiene la sociedad en la cual alguien que tiene muchos recursos se cruza en la misma aula con alguien que tiene menos recursos, y los dos de ahí en adelante dependen en base al esfuerzo. Creo que el Gobierno, como es difícil dar esa discusión, porque es difícil justificar que vos preferís comprar aviones de guerra, cuando no hay ningún conflicto en la Argentina, por el mismo monto que te sale en todo el año el presupuesto de la Universidad de La Plata y la Universidad de Córdoba juntas. Es difícil de justificar que preferís bajarle los impuestos a los más ricos en la Argentina que mantener el sueldo de los profesores o de los investigadores de la universidad. Entonces, lo que se hace es pretender poner un manto de duda sobre si son centros de adoctrinamiento, si se inventan alumnos o si se auditan.
Si el Gobierno estuviese preocupado por las auditorías, lo que hubiese hecho en todo este año es constituir la Comisión de Diputados que lleva las auditorías y mandar los miembros a la Auditoría General de la Nación que tiene que mandar la Cámara de Diputados.
Cuando se insiste en la mentira de que se inventan alumnos, o que los planes de estudios no se renuevan o que hay cosas que no se estudian o que no existe libertad de cátedra, lo que se está tratando de hacer es justificar algo que uno está haciendo, y que sabe que la sociedad no lo aprobaría. Se puede auditar todo lo que quiera. Nunca una universidad pública rechazó una auditoría, jamás.
fuente: infobae
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