El candidato presidencial recibió apoyos implícitos de la izquierda, el socialismo, el radicalismo y un sector de la Iglesia Católica que confrontaron directamente con el líder de La Libertad Avanza
Semana positiva. Eso es lo que creen que tuvieron en Unión por la Patria (UP) los últimos días. Un encadenamiento de adhesiones, por acción u omisión, que colaboraron con la campaña de Sergio Massa. Apoyos concretos o expresiones que, sin ser explícitas, dejan en pie al ministro de Economía como la mejor opción para el balotaje.
Semana de moderación. En el peronismo bajó el nivel de triunfalismo que se generó días atrás, cuando Juntos por el Cambio era un polvorín por la decisión de Patricia Bullrich y Mauricio Macri de forjar una alianza con Javier Milei para impedir que el dirigente oficialista llegue a la Casa Rosada. El caos opositor y la prolijidad de la campaña oficialista alimentaron el ego de la dirigencia que empezó a divisar un triunfo cantado.
Ese envión se frenó por un puñado de motivos. Massa pidió bajar los decibeles y enfocarse en mantener activa la campaña; algunas encuestas que giraron en las oficinas peronistas describieron un empate técnico o, en algunos casos, una victoria ajustada de Milei; y se despertó cierta preocupación por el enojo que causó en la sociedad el desabastecimiento de combustible, sumado a un nuevo aumento.
“Dejamos de comer pochoclo mientras mirábamos el lío de la oposición y volvimos enfocar toda la energía en la campaña”, explicó, con ironía, un funcionario nacional que está inmiscuido en los pormenores del proceso electoral. La crisis opositora copó la agenda política de la semana pasada. En las últimas horas bajó la espuma del conflicto, que tendrá una resolución una vez que el balotaje tenga un resultado.
En los últimos días Massa logró una adhesión importante en términos políticos. El socialismo, con importante influencia en Santa Fe, uno de los distritos electorales más importantes del país, definió respaldar la candidatura del ministro de Economía y aseguró, en un comunicado avalado por el comité nacional del partido, que “Milei es un peligro para la democracia”.
Si bien en el socialismo aclararon que no le firmaron un cheque en blanco a Massa, decidieron avanzar en el apoyo a su candidatura porque consideran que un gobierno del libertario podría romper la dinámica democrática reinstalada en el país hace exactamente cuarenta años. Ese apoyo colabora con la construcción de un mensaje anti Milei que se va desperdigando entre varios dirigentes de la política nacional.
Uno de los más efusivos respecto a esa lógica discursiva fue el gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales. Dos frases fueron elocuentes sobre su posicionamiento. “Todo lo que tenga que hacer para que no gane Milei lo voy a hacer”, sostuvo en el principio de la semana.
El miércoles, durante un acto con el ministro de Turismo, Matías Lammens, siguió en esa línea: “El país no tiene techo en lo que tiene que ver con materia turística. Espero que podamos seguir implementando estas políticas y que no nos caiga un loco encima. Ojo con los locos”.
Fuente: INFOBAE
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