El escenario se convirtió en un campo de batalla en el París del siglo XVII, donde los estudiantes del Instituto San Arnoldo Janssen personificaron con maestría a los icónicos D’Artagnan y sus fieles compañeros. Desde el primer choque de espadas, la audiencia fue inmersa en una época de caballeros y duelos a muerte.
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Los trajes, diseñados con exquisita atención al detalle, evocaban la elegancia y la opulencia de la Francia del siglo XVII. Capas flamantes, sombreros emplumados y espadas resplandecientes realzaron la autenticidad de la actuación, transportando a todos a la era de los mosqueteros.
La coreografía, ejecutada con agilidad y precisión, fue un torbellino de destreza y acción. Los movimientos ágiles y los duelos coreografiados mantuvieron a la audiencia al borde de sus asientos, transmitiendo la intensidad y pasión de las luchas.
La música, seleccionada con meticulosidad, capturó la atmósfera teatral y emocional del siglo XVII. Las fanfarrias y las melodías evocadoras resaltaron la valentía y el honor que caracterizan a los mosqueteros, elevando la actuación a nuevas alturas.
Estudiantina posadeña 2023
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