¡Adonde llevás tu atención, llevás tu energía!

Ser conscientes desde dónde estamos haciéndolo nos lleva a encontrar el motivo por el cual muchas veces no logramos los objetivos que nos proponemos, o a cambiar el foco cuando los resultados que obtenemos no nos satisfacen.

A nivel emocional y mental, enfocar la atención en algo implica que nuestros pensamientos van a estar orientados, nos demos cuenta o no, a fortalecerlo y a movilizar tanto las emociones como las acciones en esa dirección. Y así, enfocando la atención en un problema, éste crecerá reproduciéndose en formas insospechadas. La buena noticia es que lo mismo sucede si nos enfocamos, en cambio, en las soluciones que seguramente aparecerán también de maneras sorpresivas.

Harás crecer aquello en lo que te enfocas, si crees que sos insuficiente, que todo está mal, si buscás a los responsables de tu vida o de tus problemas afuera, vas a ir en esa dirección, olvidánte de vos misma/o, maltratándote y comenzarás a ceder parte de tu poder a algo o alguien y por el contrario,  si crees que podés hacerlo, si hacés foco en tu preparación, en buscar opciones, en ver posibilidades todas tus acciones también irán en esa dirección y vas a lograr mirar todo desde otra óptica.

Por lo que como primer paso, detectar ésto es fundamental para comenzar a decidir. El segundo, en lo personal, tengo absoluta certeza que es agradecer lo que si tenés, lo que si podés, lo que si lograste hasta ahora (aunque por el momento no sea todo lo que tengas o quieras)

Agradecer lo que somos, lo que tenemos, lo que obtuvimos, lo que recibimos, a las personas con las que contamos, las herramientas, la experiencia por haber llegado hasta donde llegamos, las veces que superamos adversidades, nos permite poner luz a lo que antes no veíamos y, nuevamente, al hacer foco en esto expandiremos nuestras posibilidades de acción.

Muchas veces, simplemente al verlo ya tenemos una parte del camino recorrido.

Finalmente, para que realmente puedas hacer cambios en tu vida, tendrás que entrar en lo desconocido. Hay una frase que quizás conozcas que lo resume muy bien, nada cambiaba, hasta que yo cambié, y todo cambió.

¿Te pasó esto alguna vez? ¿Pudiste cambiar el foco cuando lo viste? ¿Qué resultados obtuviste?

Poné tu atención donde querés que vaya tu vida.

Y si, por el momento, crees que no estás pudiendo hacerlo solo/a, pedí un acompañamiento.

¡Pedí posibilidad, pedí coaching!

Ester Inglese – Coach Ontológico Profesional Acreditado.

Socio AACOP 6580

Coach de Properidad en Formación

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