El cronograma electoral terminará apurando las decisiones que no se lograron por la vía de la construcción política. Hasta el sábado próximo tendrán tiempo los autopercibidos presidenciables para oficializar o resignar sus candidaturas y todavía no hay ninguna fórmula anotada.
En el PRO la interna entre halcones y palomas no da ni pide tregua. Tanta pelea por la sucesión del liderazgo que perdió Macri minó las posibilidades de Juntos por el Cambio, pero paradójicamente terminó afectando más a los radicales que a sus socios que fueron quienes generaron la disputa.
La pelea Larreta-Bullrich sumada al corrimiento hacia el conservadurismo de derecha que experimentó ese espacio, parece haber espantado a la base electoral radical que sustentó el crecimiento de JxC. Pero como la estructura del centenario partido prefirió quedarse en el lugar en el que ya no estaban sus votos, ningún radical mide en las encuestas.
La vocación de ser vagón de cola del PRO llevó a los radicales a jugar en la interna del partido fundado por Macri antes que a preocuparse por construir una alternativa de gobierno propia, dentro o fuera de JxC.
Hoy la UCR está dividida en dos grupos y ninguno de ellos respalda a un candidato propio. El mendocino Alfredo Cornejo, cabeza del grupo Malbec, juega en el equipo de Patricia Bullrich y el jujeño Gerardo Morales sueña con el ser el vice de Larreta. El neurocientífico Facundo Manes es el único que sigue pidiendo un radicalismo unido detrás de un candidato propio, pero sus correligionarios lo desalientan a diario.
Lo triste para los radicales es que ni siquiera son primera opción como posibles compañeros de fórmula de los precandidatos del PRO.
Patricia Bullrich en los últimos días le ofreció al economista Carlos Melconian el segundo escalón de su boleta (la insolvencia que muestra La Piba cada vez que habla de economía explica esa oferta) quien declinó amablemente el convite, mientras que la primera opción para el jefe de gobierno porteño es el cordobés Juan Schiaretti.
Aunque Larreta no consiguió incorporar al gobernador cordobés al armado de Juntos por el Cambio, sí podría sumarlo como candidato extrapartidario. Tendrá una semana para convencerlo, si no lo consigue lo más probable es que termine cerrando con Morales.
Por el lado de Bullrich, las negociaciones apuntan a dos nombres: el presidente de la UCR bonaerense Maximiliano Abad, quien puede aportarle moderación y presencia territorial en el distrito más poblado del país, y el economista Ricardo López Murphy, por motivos parecidos a los que llevaron a ofrecer ese mismo cargo a Melconian.
Lo que no cambió en el frente opositor es la virulencia de la interna. La incorporación definitiva de Elisa (Lilita) Carrió le aportó al larretismo una declarante tan explosiva como Bullrich. Como si se tratara de un interrogatorio de película de Hollywood, el intendente porteño juega al policía bueno y comprensivo y le reserva a la fundadora de la Coalición Cívica el rol de la policía mala.
En la última semana Lilita volvió a acusar a Macri y a sus halcones de pretender un “ajuste brutal” e imponer un sistema represivo. “Quiere un ajuste tan brutal que yo no estoy dispuesta. ¿Y saben por qué no estoy dispuesta? Porque va a caer toda la clase media argentina. El que no vivió y no es de clase media, no sabe lo que es la clase media. Y él nació rico. Ricos eran mis abuelos; yo trabajo desde los 17 años”, añadió, refiriéndose al expresidente a quien también definió como hijo de la “patria contratista”.
Unión a las PASO
El Frente de Todos cambió de nombre y competirá en las presidenciales bajo la denominación Unión por la Patria. A esta altura está claro que la pretensión de una parte de este armado político y de un grupo de gobernadores de ir a las PASO con una fórmula unificada no se cumplirá.
Más allá de las aspiraciones que pudieran mantener desde los diferentes espacios que conforman esta alianza, lo cierto es que con Cristina fuera de carrera no hay ningún candidato que consiga aglutinar a todos o que tenga un caudal de votos propios suficiente para desalentar a los demás precandidatos. Entonces una interna surge como la alternativa más lógica.
El riesgo principal es que la disputa suba de tono y el desgaste termine arrastrando hacia abajo a todo el frente, como ya ocurrió en JxC. Si pueden evitar eso, de las PASO saldrá un candidato fortalecido por haber ganado la interna.
La negativa del embajador en Brasil, Daniel Scioli, a bajar su candidatura para dejar lugar a una “fórmula de consenso” abrió las puertas de la interna y ahora en vez de reducirse el número de presidenciables, se agrandó.
El último en expresar sus intenciones de ocupar el sillón de Rivadavia fue el tucumano Juan Manzur, que dos semanas después de reclamar unas PASO sin internas y envalentonado por el triunfo en su provincia, optó por ampliar la lista de precandidatos con su postulación.
La candidatura de Manzur expresa el creciente peso que vienen ganando los armados provinciales en un escenario político nacional caracterizado por la crisis de los grandes frentes nacionales.
Por el lado del eje Cristina – Massa, siguen firmes los nombres del ministro de Interior, Eduardo Wado De Pedro, y del gobernador bonaerense Axel Kicillof, mientras que el futuro del ministro de Economía, el que mejor mide en las encuestas por el oficialismo, sigue siendo un interrogante.
Tal como está planteado el escenario, lo más probable es que Kicillof vaya por la reelección. Porque frente a una elección presidencial que luce incierta, el kirchnerismo no puede darse el lujo de resignar posibilidades en Buenos Aires. Parece casi un hecho que De Pedro integrará la fórmula, aunque no está claro en qué lugar.
A Massa le gustaría ser presidente, eso ya lo dejó en evidencia muchas veces a lo largo de su carrera política. Pero en este momento está a cargo del área más problemática de la gestión de gobierno y no le queda más remedio que ajustar sus aspiraciones a los resultados de esa gestión.
A su favor juega el antecedente de que no tuvo responsabilidad alguna en la gestación de la enorme crisis con la que le toca lidiar. Pero aun así, se espera que encuentre soluciones que no aparecen en el escenario.
Su principal enemigo es la inflación y para combatirla de nada servirán los acuerdos que garabatea y corrige prácticamente todos los meses su secretario de Comercio, Matías Tombolini, si no aparecen los dólares suficientes para despejar de las cabezas de los empresarios y financistas la expectativa de una devaluación en el corto plazo.
Su expedición por tierras chinas cumplió con todos los objetivos planteados, pero la renegociación con el FMI está estancada y los próximos vencimientos del crédito electoral que el organismo le otorgó a Mauricio Macri están peligrosamente cerca. Entre el jueves y viernes próximos hay que pagar 2.700 millones de dólares que el país no tiene.
La relación entre la incertidumbre en el frente cambiario y la inflación quedaron en evidencia nuevamente con el IPC de mayo, que en coincidencia con la tranquilidad del blue y de los dólares financieros, durante ese mes registró una baja de 0,6 puntos porcentuales respecto a abril. Gracias a eso y a la baja estacional de frutas y verduras, cerró el mes pasado en 7,8%, mejor que el 8,4% de abril pero todavía muy lejos de los 4 puntos que había pronosticado a fin de año el equipo de Economía para esta altura del año.
El problema es que mantener a raya al dólar está costando caro. Alrededor de 2.000 millones en abril y mayo, estiman analistas.
Sin margen para nuevas intervenciones, los dólares financieros volvieron a subir en los últimos días y arrastraron al blue, que aumentó 10 pesos en la semana y se espera que aumente más a partir de la demanda que se genere por el cobro del aguinaldo.
Pero no todas son pálidas para la economía nacional. La utilización de la capacidad instalada en la industria subió al 68,9% en abril, superior al registrado en abril de 2022 (67,1%) y el nivel más alto desde noviembre del año pasado, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Se trata del máximo nivel para un mes de abril desde el inicio de la serie en 2016. En términos interanuales marcó una suba de 1,8 puntos porcentuales. Con este dato, acumula un crecimiento de 2,0 puntos porcentuales en el primer cuatrimestre del año.
Misiones en alza
El contexto de volatilidad que muestra la economía nacional no impidió que Misiones continuara con el proceso de crecimiento ininterrumpido que comenzó en mayo-junio de 2020, tras el parate obligado por la pandemia.
El turismo muestra cifras de constante expansión, con tasas de ocupación hotelera en los principales destinos que superan el 90% durante los fines de semana largos y con la concreción de nuevas inversiones que amplían la infraestructura en alojamiento, gastronomía y servicios.
Las Cataratas registran un ingreso promedio de 3.600 turistas durante este fin de semana. El dato es que el turismo extranjero creció 20 por ciento en comparación con 2022. La mayoría proviene de Brasil, Paraguay y Uruguay, luego le siguen Estados Unidos, Francia, Italia e Inglaterra.
Otro dato que refleja el auge del turismo pasa por los aeropuertos. En el período enero – mayo de 2023, la cantidad de arribos en los aeropuertos de Posadas y de Iguazú aumentó 47% interanual en lo que fue el incremento más pronunciado de todo el país.
Se trata de una racha que viene en crecimiento desde los meses de verano, lo que demuestra que Misiones no tiene temporada baja. Quienes llegan disfrutan de la naturaleza, la comida local, las opciones de entretenimiento y también de la diferencia cambiaria para compras en diversos rubros.
Según datos del INDEC publicados en los últimos días, Misiones está entre las cuatro provincias con mayor incremento en la cantidad de conexiones de Internet en todo el país. La cantidad de accesos activos en la provincia llegó en marzo a 1.070.079, con un marcado incremento en la cantidad de conexiones móviles, que ya suman más de 960 mil.
La construcción es otro sector que no para de crecer. De acuerdo a datos oficiales, la superficie autorizada para edificar en Posadas mayo de este año superó los 20 mil metros cuadrados, lo que representó un incremento de 91% con relación a igual mes del año pasado.
La yerba mate marca este año récords históricos de exportación y se abre nuevos mercados apoyada en la popularidad de otro símbolo argentino, el fútbol.
El crecimiento de todos los rubros quedó plasmado en un informe elaborado por el Ministerio de Hacienda de Misiones, en base a datos de la Agencia Tributaria Misiones (ATM), que refleja que la economía provincial se expandió en términos reales un 2,1%. Este indicador económico expresa el crecimiento en el volumen total de operaciones realizadas por los contribuyentes misioneros en 110,2%, una expansión superior al índice de inflación.
Entre los que más crecieron figuran los servicios de alojamiento y de comida (194%); las actividades vinculadas a la intermediación financiera y los servicios de seguros (179%); el rubro Información y Comunicaciones (136%); la construcción (126%); el área vinculada al suministro de electricidad, gas, vapor, aire acondicionado, agua, gestión de residuos, recuperación de materiales y saneamiento público (120%); el comercio al por mayor y menor y la reparación de vehículos (109%).
Panorama político provincial
La principal novedad en materia política en Misiones fue la adhesión de la lista de senadores y diputados nacionales del Frente Renovador, que competirá con la denominación Innovación Federal, a una candidatura presidencial de Unión por la Patria.
Desde el espacio que gobierna la provincia se ocuparon de aclarar de manera muy enfática que no integran ni forman parte de ningún frente nacional de manera orgánica, sino que “engancharán” su boleta propia de diputados nacionales y senadores a la de un precandidato presidencial oficialista.
Aunque las candidaturas dentro Unión por la Patria no están todavía definidas, desde el frente provincial que lidera Carlos Rovira no ocultan su preferencia por Sergio Massa, a quien le reconocen el mérito de escuchar los planteos de las provincias y de haber respondido todas las veces que algún enviado del gobierno misionero golpeó a su puerta.
“El Frente Renovador de la Concordia, fiel a sus principios, antepuso un proyecto de crecimiento provincial y la elección de candidatos propios, por encima de cualquier armado nacional. Esa es la condición sine qua non para apoyar a alguno de los candidatos que se comprometa a respetar y cumplir el proyecto misionerista. Hoy las conversaciones están dadas con Sergio Massa”, indicaron desde ese espacio.
Apuntan además que el tigrense fue quien apoyó en los últimos años, primero como presidente de la Cámara baja y luego como ministro de Economía, distintos políticas impulsadas por la provincia así como pedidos concretos: como la llegada del gas natural, el apoyo al turismo, la mejoría en las condiciones de las economías agrarias y un paquete de obras públicas orientadas a profundizar la innovación y las transformaciones que el misionerismo ha llevado adelante.
Reiteraron que no obstante la vinculación con un candidato presidencial, el Frente Renovador llevará el compromiso de dirigentes propios con trayectoria reconocida por los misioneros como Carlos Arce, Sonia Rojas Decut, Daniel “Colo” Vancsik y Yamila Ruiz. “Todos tienen el sagrado mandato de defender y reclamar los intereses de los misioneros en el Congreso de la Nación”, aseguraron.
Lo que queda del Frente de Todos en Misiones, que viene de una estrepitosa derrota electoral en mayo último, gestiona en búsqueda de cobijo en la lista de legisladores nacionales que respaldará a Daniel Scioli en Misiones.
Por el lado de la oposición no hacen más que trasladar a la provincia las internas que están carcomiendo la base electoral de Juntos por el Cambio. Cada facción de la interna nacional tiene a su delegado en la provincia.
La cara visible del larretismo en Misiones es la del diputado nacional Alfredo Schiavoni que encabezará la lista de candidatos a senador. Competirá de forma directa con su hermano Humberto que aspira al mismo lugar, pero en la boleta de Patricia Bullrich.
Los radicales tienen su propia interna entre arjolistas y pianesistas, y deberán competir con la desventaja de no contar con un precandidato presidencial de su propio espacio, lo que les deja ante la alternativa de negociar en posición de debilidad con sus aliados amarillos el armado de las listas.
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