Profundo pesar en el deporte misionero produjo la temprana muerte del ex boxeador Rubén Oscar Verdún. El deceso se produjo este viernes por la noche, cuando disputaba un partido de fútbol de veteranos en la cancha del club Jorge Gibson Brown. Verdún sufrió un infarto y cayó desmayado en el campo de juego. Rápidamente, los jugadores de ambos equipos intentaron reanimarlo con maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Finalmente, lo trasladaron de urgencia al hospital Dr. Ramón Madariaga, donde fue asistido pero no logró recuperarse y se produjo el deceso.
Rubén Oscar Verdún nació el 7 de agosto de 1956 en Posadas. Fue uno de los máximos representantes del boxeo misionero. Se inició en el pugilismo con su padre, don Arsenio Verdún, el maestro formador de los más destacados emblemas del deporte, en el gimnasio del club Jorge Gibson Brown.
Verdún debutó profesionalmente el 6 de octubre de 1977 dentro de la categoría súper ligeros. Su rival fue Buenaventura Ibarra, a quien derroto por puntos en una pelea disputada en Posadas. Mientras que el combate que marcó el epílogo de su carrera se produjo el 3 de marzo de 2008, cuando cayó ante José Joaquín Rosa Gómez, en Carazinho, Brasil.
A lo largo de su trayectoria disputó 52 peleas como profesional, con 40 triunfos, de los cuales 6 de ellos fueron por la vía rápida, 11 derrotas y un empate. Hasta el día de hoy son recordados sus enfrentamientos con el misionero Federico Oscar Godoy. Así como los duelos con los ex campeones mundiales Uby Sacco, en el mítico estadio Luna Park y Juan Martin Coggi. También cruzó puños con el monarca argentino Rubén Condorí. Además, le arrebató el título a otro notable competidor misionero, Luis Alberto Ocampo.
Tras colgar los guantes, Verdún se dedicó a su otra pasión: jugar al fútbol. En aquellos años, se consagró campeón con La Picada y también levantó el título junto a los veteranos de Brown, su club de toda la vida. En la actualidad, tenía su escuela de boxeo en Huracán donde, con su experiencia y trayectoria, se dedicaba a formar a los jóvenes pugilistas para alcanzar su máximo anhelo: mantener vivo el boxeo en la tierra colorada.
Fuente: Carlos García Coni
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