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Juicio por la “Masacre de Monte” en el que murió un misionero: el jurado condenó a prisión perpetua a dos policías y dio penas más leves para otros dos

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Después de más de siete horas de deliberaciones, el jurado popular decidió condenar a cuatro policías por la Masacre de Monte, en la que cuatro chicos murieron tras una persecución policial a los tiros y posterior choque en mayo de 2019. El veredicto fue condenatorio para todos los acusados. Pero dos se llevaron una condena a la pena máxima por homicidio agravado y otros dos penas más leves.

El veredicto

Rubén García y Leonardo Ecilape fueron declarados «culpable» por unanimidad del delito de «homicidio agravado por abuso de su función policial y uso de arma de fuego» por la muerte de los cuatro chicos. Ese delito prevé una pena de prisión perpetua.

Manuel Monreal y Mariano Ibáñez fueron condenados por mayoría de 10 votos sobre 12 por el delito de «tentativa de homicidio agravado por uso de arma de fuego y abuso de su función policial».

A las 10.40 comenzó la lectura de la serie de instrucciones por parte de la jueza a cargo del debate, Carolina Crispiani. «Vamos a hacer dos cuartos intermedios porque es larga la información que les tengo que transmitir», les comunicó a los doce jurados titulares.

Luego de su participación, que se extendió por tres horas, los jurados pasaron a la sala de deliberación para definir el veredicto final.

Nueve de los doce jurados deben considerar culpables a los imputados para llegar a un veredicto condenatorio.

En cambio, en caso de que haya ocho o menos votos a favor de la culpabilidad, los policías serán considerados «no culpables».

En cuanto a los requisitos para que los acusados reciban la pena máxima, sólo podrá suceder si el veredicto del jurado es unánime.

Los oficiales Leonardo Daniel Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Alejandro Ibáñez, y el excapitán de la Policía de la provincia de Buenos Aires, Rubén Alberto García están siendo sometidos a un juicio por jurados desde el pasado 8 de mayo.

En dicho debate, se los acusó por el delito de «homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público» de Danilo Sansone (13), Camila López (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22), y la tentativa de Rocío Quagliariello (17), en ese entonces de 13 años.

Más de seis horas de deliberación

La decisión del jurado se demoró más de lo previsto. No resultó sencillo para los 12 ciudadanos «legos» (sin conocimiento del derecho) determinar la culpabilidad o inocencia de los cuatro policías acusados por la «Masacre de Monte».

Menos aún establecer los grados de culpabilidad. Tenían, al menos, siete opciones para votar. El régimen exige unanimidad para el caso de ser considerado responsable del delito que prevé la máxima pena (perpetua) y una mayoría calificada (10 de los 12 votos) para condenarlos por los otros delitos previstos en este proceso.

Esa demora hizo más intenso el respaldo de quienes llegaron hasta el edificio del fuero penal de La Plata –en 8, entre 56 y 57– para exigir justicia por las cuatro víctimas del episodio ocurrido hace casi exactos cuatro años.

Agrupaciones políticas de izquierda, organizaciones de defensa de los derechos humanos y entidades de gobierno (como la subsecretaría de Derechos Humanos) estuvieron desde bien temprano frente al palacio judicial.

Cada tanto los parlantes anunciaban la palabra de familiares de los chicos que murieron esa noche en San Miguel del Monte. Levantaban aplausos con cada frase. «No se si perpetua, pero necesitamos que sean condenados para empezar a curar esta herida», decía Juan Carlos Sansone, padre de Danilo.

«Gracias y mil gracias por estar desde el primer día con nosotros», recordó Susana Ríos, la mamá de Gonzalo Domínguez.

En la planta baja del edificio, sobre el sector que da a la calle 57 está la pequeña sala de audiencias. Allí se desarrolló todo el juicio. Es un espacio pequeño para complacer la enorme expectativa que provocó este proceso.

La sala se colmó de sensaciones fuertes. Fueron testimonios cargados de emoción y dolor que penetraron en la percepción de los 12 integrantes del jurado.

Los alegatos

Durante la jornada de este martes tuvieron lugar los alegatos de clausura de las partes, en los cuales el fiscal del juicio Mariano Sibuet pidió al jurado popular que considere «culpables» a Ecilape, Monreal, Ibañez y García, al señalar que «mostraron desprecio a las vidas de las víctimas» y que «cada uno de ellos hizo un aporte esencial» para provocar el desenlace fatal.

En la misma línea, los abogados querellantes que representan a las familias de las víctimas coincidieron en que lo sucedido la noche del 20 mayo del 2019 fue un «homicidio brutal» y una «matanza injustificada».

En sentido contrario, los letrados patrocinantes de los uniformados sostuvieron la inocencia de sus defendidos ya que endilgaron la responsabilidad de los hechos a Aníbal, conductor del vehículo en el que viajaban las víctimas, a la vez que consideraron que los agentes actuaron «en cumplimiento de su deber» al intentar identificar a los fallecidos antes de la persecución.

Tras los alegatos, los policías tuvieron la oportunidad de decir sus palabras finales, en las que se disculparon con los familiares de Danilo, Camila, Aníbal y Gonzalo, les dieron su «más sentido pésame», aunque sostuvieron que no son asesinos.

Durante la mañana de ayer, habían solicitado ampliar sus declaraciones indagatorias los policías García y Ecilape, donde el primero de ellos dijo que al enterarse de las edades de las víctimas tendría que haberse pegado «un tiro en la cabeza», ya que es «un enamorado de los derechos humanos» y no un asesino.

El hecho

La denominada «Masacre de Monte» ocurrió la madrugada del 20 de mayo de 2019, cuando efectivos de la comisaría local persiguieron a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un Fiat 147 en el que viajaban cuatro adolescentes, tres de 13 años y uno de 14, junto a un joven de 22.

Los cinco chicos escuchaban música cuando los oficiales comenzaron a perseguirlos sin motivos y, de acuerdo con los registros de las cámaras de seguridad del municipio, a dispararles, ya que se observó a un efectivo en el lugar del acompañante de la patrulla, con medio cuerpo afuera y en actitud de disparo, mientras que uno de los adolescentes resultó herido de bala en una de sus piernas.

A raíz de ello, el auto en el que iban los jóvenes chocó contra el acoplado de un camión que estaba detenido en la ruta y cuatro de los cinco ocupantes murieron en el acto.

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