La semana pasada el máximo referente de la alianza de Juntos por el Cambio había mantenido una reunión con el Jefe de Gobierno porteño y gran aspirante a la presidencia, Horacio Rodríguez Larreta. Trascendió que en el decisivo encuentro a solas repasaron el mapa electoral de JxC, donde existen distritos con fuertes conflictos internos que ponen al borde de la ruptura a la coalición opositora. El cónclave había generado todo tipo de elucubraciones respecto a un tema que desvelaba a todo el arco opositor: si Macri sería o no candidato. Lo cierto es que ese día no hubo novedades al respecto.
En la mañana del domingo trascendió una noticia que agitó aún más las turbulentas aguas de la política argentina: Mauricio Macri, a través de un video publicado en YouTube anunció que no será candidato a Presidente de la Nación.
El anuncio fue acompañado por una fuerte operación en el mundo digital. Mensajes casi idénticos, de esos que se copian y pegan, ponían en relieve el “enorme gesto de grandeza despojado de egoísmos” de Macri al haber tomado esa durísima aunque esperada decisión.
El fuerte crecimiento del economista Javier Milei en las encuestas se ha vuelto un tema recurrente en las mesas de Juntos por el Cambio. A falta de cinco meses para las PASO del mes de agosto, en el espacio liderado por Macri las discusiones ya no giran en torno a si deben incorporarlo a la coalición o buscar un acuerdo en la provincia de Buenos Aires que permita neutralizar la posibilidad de que Axel Kicillof sea reelecto Gobernador de Buenos Aires, sino sobre cuál sería la mejor estrategia para atacar el fenómeno anticasta que afecta de lleno al espacio opositor generando una fuga permanente de desencantados.
Facundo Nejamkis, consultor de Opina Argentina, brindó datos de la última encuesta presencial domiciliaria que hizo la consultora el mes pasado. Los resultados, en parte, sirven para entender el porqué de una decisión que reconfigura el tablero político: Mauricio Macri supera en imagen negativa a Cristina Fernández de Kirchner y a Alberto Fernández. Nejamkis explica que “líderes políticos de la envergadura de Macri toman este tipo de decisiones, primero con los números y su análisis de las chances que tienen de ganar o no y de tener éxito en un futuro gobierno. Si se bajan primero es porque ven que no tienen chances, después le dan una argumentación a esa decisión.”
El factor Milei
George Lakoff, catedrático de la ciencia cognitiva y lingüista, ha teorizado sobre el framing en el libro “No pienses en un elefante” (símbolo de los republicanos norteamericanos) que trata sobre el lenguaje y el debate político de Estados Unidos para sentar las bases generales sobre la creación y establecimiento de marcos mentales.
Dichos marcos o frames son la cristalización del inconsciente cognitivo, los marcos son la herramienta que nos permite comprender dentro de los parámetros que éstos fija.
Lakoff sostiene que las metáforas básicas que subyacen a los marcos normativos tienen que ver con el modelo de familia. Determinados marcos activan figuras contradictorias del padre y la familia, y por tanto generan respuestas morales distintas. El académico se centra en dos sistemas morales para clasificar a un presidente: el padre protector y el del padre estricto, estilos que se vinculan claramente con la izquierda y la derecha. Como cualidades del padre protector encontraremos la comprensión, la empatía, la tolerancia y el bien común y en el caso del padre estricto encontraremos como notas salientes el orden, la disciplina, la realización individual.
Hasta la irrupción de Javier Milei, quien lucía como antítesis del populismo era Mauricio Macri, el padre estricto. El ex presidente entre 2015 y 2019 se mostraba como garante del orden, del cumplimiento de las leyes, del respeto a las instituciones.
Con un discurso “anti kirchnerista”, “anti populista”, planteaba una batalla dialéctica a la medida de Juntos por el Cambio. Ahora bien, la aparición del máximo exponente de La Libertad Avanza menoscaba enormemente esa estructura armada en torno al espacio de Macri. Milei se apropia de las banderas del “anti populismo” pero sube un escalón más y se posiciona como enemigo de “la casta política”. Esa postura antisistema ha cosechado el apoyo de los desencantados con la clase política que producto de la grieta se olvidaron de hablar de la agenda de los temas que preocupan a la ciudadanía.
Allí radica el gran problema para la coalición opositora, porque la casta en términos del discurso libertario, abarca no sólo al kirchnerismo sino también al macrismo, a quienes considera “responsables de la decadencia argentina”.
El discurso que promovido por Milei le permitió adueñarse del marco vinculado al sector conservador, situación llevo a JxC a una pérdida constante de adherentes.
Con los números de las mediciones en mano, el consultor de Synopsis Lucas Romero explicó que el diputado de La Libertad Avanza retiene una intención de voto que está conformada, cerca del 33%, por votantes de Juntos por el Cambio.
No fue casual que Mauricio Macri en un fragmento de su video emita una crítica hacia los “líderes mesiánicos” que desalientan el compromiso ciudadano, en clara alusión a Milei.
Asoma un nuevo capítulo de batalla de los halcones y las palomas
En las oficinas de Rodríguez Larreta manejan un dato que alarma a los líderes de Pro: ni Patricia Bullrich ni él retendrían gran parte de los votos de su contrincante después de una interna. Ante este escenario, el Jefe de Gobierno porteño persuade a sus socios con la idea de que Juntos por el Cambio debe evitar una batalla sin cuartel por las candidaturas. Al pre candidato presidencial le inquieta que una tensa contienda con Bullrich deje un tendal de heridos en el Pro y eso obstaculice el ensamblaje de equipos y votantes para las Elecciones Generales de Octubre.
La Ciudad de Buenos Aires es el escenario principal de la tensa pulseada entre Macri y Larreta. El expresidente avala la candidatura de su primo, Jorge (actual Intendente de Vicente López en uso de licencia), quien también recibió el apoyo de Patricia Bullrich. Larreta impulsaba a Quirós, Acuña y Ferrario (quien declinó su candidatura) para contrarrestar el desafío del ala dura de Pro. Y a su vez cuida su alianza con Lousteau.
Con este escenario, la verdadera preocupación del expresidente no es tanto garantizar la jefatura porteña (que tiene el PRO desde 2007) para su primo, sino impedir que el radical Martín Lousteau gane las PASO y sea el candidato de Juntos para el Cambio para suceder a Rodríguez Larreta.
La discusión por la sucesión en la Ciudad no es el único factor de tensión entre Larreta y su mentor. Macri rechaza la visión antigrieta que le imprime el jefe porteño a su proyecto nacional y su apuesta acuerdista para darle sustentabilidad a un programa económico. Es sabido que el ex Presidente no está de acuerdo con la idea de la conformación de fórmulas cruzadas como ha propuesto el gobernador jujeño Gerardo Morales y que cuentan con el aval del Jefe de Gobierno porteño.
Faltan cinco meses para las PASO y el camino hacia ellas promete ser muy tenso.
(*) Por Nicolás Marchiori: Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Posgrado de Especialización en Comunicación de Gobierno y Electoral.
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