Yamil C. contó su feliz historia de amor, que dice así: “Hace ya casi 10 años que estoy a lado de la mujer más maravillosa que conocí. Fue muy loca la forma en que nuestras miradas se cruzaron, fue en el colectivo, un colectivo que siempre tomábamos en común… Pero yo no iba solo, iba acompañado de la chica que en ese momento era mi novia, casi todas las mañanas al dirigirme a mí trabajo ella me acompañaba de mi casa hasta la suya, y ahí se bajaba del colectivo, y esa maravillosa mujer se sentaba en su lugar… Por supuesto que yo intimidado por su belleza no podía ni mirarla, simplemente seguía sentado y concentrado en un punto para no demostrar nervios ni nada raro que la pueda incomodar. Así pasaron lo años y yo ya no seguía de novio y tampoco usaba más el colectivo porque me había comprado mí primer auto.
Simplemente no tuve más la oportunidad de cruzarme con esa chica, hasta que una noche un vecino amigo me invitó a salir y con muy pocas ganas acepté, sin imaginarme que en el lugar que íbamos la iba a ver a esa mujer. Ya estando ahí la vi y también percibí que ella también me vio, y lo mejor es que me conoció – y yo pensando que era invisible para sus ojos-. Fue así que una amiga de su entorno era conocida de mi amigo y a través de ella fue y le preguntó a mi amigo por mí, por supuesto que mi amigo ya aprovechó y le pasó mi número de celular, y una invitación para compartir algo de tomar, la cual fue rechazada. Al final de esa fiesta ya dirigiéndonos a nuestra casa, las cruzamos a ella con la amiga en común de mi amigo y ofrecimos llevarlas, y fue la oportunidad para presentarme y conocernos en persona. Si, también compartimos nuestros números, yo totalmente ilusionado al próximo día ya le escribí y le hice un invitación para tomar algo, pero siempre tenía una excusa perfecta. Igual no me di por vencido: una noche la volví a escribir y le dije que la buscaba, ella no tuvo tiempo de poner ni una excusa, porque en el momento que lo iba a hacer yo ya llegué jaja… Fue así que no tuvo salida, y aceptó salir a tomar algo conmigo. Fuimos a un lugar donde los dos nos sentamos en el frente de mi auto y entre charla le robé un beso, y fue ahí donde sentí que la conquisté. Ya son diez años que estamos saliendo y estamos comprometidos: fue el 14 de febrero del 2021 que le pedí casamiento y si todo va como planeamos este año nos casamos… Simplemente puedo decir que doy fe al amor a primera vista”.
Florencia F. también nos relató su historia y su experiencia: “Cuando yo tenía 18 años, ya estaba estudiando la tecnicatura en enfermería, conocí al que hoy es mi pareja por medio de su mejor amigo que era el hermano de un compañero de colegio. Hace 10 años que estamos juntos y tenemos 2 hijas hermosas”.
Franco N., por su parte, compartió su historia y cómo las casualidades (o el destino) lo llevaron a conocer a su amada: “Tenía 17 años, hoy veo jóvenes de esa edad y sólo puedo pensar en el hermoso futuro que tienen por delante… Fue el sábado de la semana de la dulzura del año 2000, salimos con amigos a un pub que estaba de moda por aquellos días a “robar” besos a cambio de dulces, en mi caso eran las clásicas golosinas pico dulce. Durante toda la noche intercambié aquellos pico dulces por besos más o menos jugados, pero, exceptuando el que yo estaba comiendo, me guardé uno para regalarle a la única chica que en realidad ansiaba besar. La busqué toda la noche, cuando finalmente la encontré, estaba con una amiga y yo sólo tenía una bala de plata, mi último pico dulce. Sin dudarlo se lo regalé a la chica que busqué durante horas obteniendo mi merecido beso, que por cierto fue bastante insulso, y para continuar mi decepción ella entregó el dulce regalado a su amiga. Inmediatamente después de ese trago amargo me pidió que le compartiera el que yo tenía en mi boca, dando lugar así a la relación de amor más increíble que alguna vez pude soñar. Casi 23 años después, cada sábado de la semana de la dulzura vamos al que en su momento fuese “nuestro pub”, hoy simplemente una construcción, a darnos un nuevo primer beso cada año!!!”
Brian F. relató su historia de amor que comenzó desde muy jóven: “Nuestra historia comienza en primer grado de la primaria, la conocí a mediados de año, yo vivía en Quilmes para ese entonces, después de la separación de mis padres. Los dos somos de Berazategui, a pocas cuadras uno del otro. Desde ese día supe que ella era el amor de mi vida. Pasamos juntos 3 años de primaria, en tercer grado usé a una portera para darle unos chocolates y figuritas de Cristian Castro robadas a mi hermana más grande (la portera era la mamá de mi mejor amigo). Luego convivimos un año más de escuela en 4to grado, y después cada uno siguió su vida. Después de casi 15 años nos volvimos a encontrar y desde ese 5 de mayo de 2012 estamos juntos hasta hoy, con una bebé recién nacida de 4 meses”.
Lilian N. nos contó la suya: “Siempre estuve enamorada de él desde muy chica, al pasar los años no volví a verlo. Tuve 2 hijos y unos días antes del 14 de febrero, nos vimos y nos pasamos números. Después de casi más de 20 años, un 14 de febrero nos pusimos de novios. Este 14 van a ser 7 años desde que estamos juntos y cada 14 de cada mes nos acordamos de lo mucho que nos amamos… Él es Hugo Orlando”.
Elvio S. nos conmovió con su historia de amor, que tuvo un final feliz: “Corrían días difíciles para mí, temía perder mi sonrisa, sentía que me sumía en un pozo (depresivo tal vez) enfrentando una viudez (¿precoz?) Sábado 20 horas del 12 de marzo de 2022, tirado en mi sofá, solo, comienzo a borrar contactos de mi celular y en eso me encuentro con un contacto que decía Nancy Duarte P.A.S (Productor Asesor de Seguros) Miré y pensé “¿Qué será de esta colega?” Y no me sé explicar… Pero cuando me di cuenta envíe un WhatsApp, cuando quise razonar el mensaje se marcó en azul. Cursamos la profesión juntos pero nunca cruzamos palabras en el patio de la facultad, menos en el aula, ¿qué me hizo escribirle? ¿por qué hice eso? Charlas van y vienen. Me dice: “Me enteré lo que te pasó… ¿Algún colega de nuestra camada te visitó?” – No, nadie, solo por mensaje se hicieron presente. A lo que me responde “Haré de un tiempo y esfuerzo para ir a visitarte, somos colegas”, me dijo (ella es (o era) de Posadas, yo de Wanda). Ya para eso me había contado que se había divorciado por sufrir por años violencia de género. Así que día tras día mensaje va, mensaje viene, me cuenta su vida: que tiene 3 peques y demás. Una mañana me escribe y me pregunta cómo estoy, cómo pasé la noche. Por estar atareado en la oficina solo le clavé el visto y seguí atendiendo a mis clientes. Pasadas unas dos horas el teléfono sonó y era una llamada de ella, atiendo y me pregunta cómo estoy, a lo que le respondo que muy bien. “¿Seguro? ¿No me estás mintiendo? No tengas vergüenza de contarme si estas mal, es que me preocupé que no me respondiste el mensaje, discúlpame que te llame, estoy a disposición”. Pasaron las horas, atendí a todos mis clientes y mi cabeza quedó pensando, pensando… Y me dije “Una persona que sin conocerme se preocupa así por mi, además bonita… No puedo dejar escapar”. Así que pasaron los días, los mensajes fueron tomando color, ya por las noches seguía demorando en dormir. Pero ahora porque hablaba con alguien especial. Y pasaron los días y viajó a Wanda a visitarme, pasamos bellas horas, hablamos mucho, hubo besos y abrazos. Algo comenzaba a brotar. Ella regresó a Posadas.
Seguimos hablando, algunas largas llamadas. Me tocó subir a mi moto e ir a visitarla a Posadas, compartimos bellos momentos y fue el 24 de abril del 22 que ya me venía, que nos despedimos… Paré en Garupá por cuestiones personales y pensé “¿A qué estoy jugando?” Así que le escribo a Nnan (ya era Nnan para mi y no la colega Nancy) y le digo “Necesito hablar con vos, prepara mate y te paso a buscar”, mate, moto, costanera y le hablé para que seamos novios!!!! Recibí la mejor respuesta, un Siiii. Así que nuevamente retomé la ruta a Wanda con más felicidad que expectativas!!! Al próximo viaje a Posadas ella me propone algo. Sentados en la costanera después de una reunión de trabajo. Me dice: Necesito pedirte algo. “Lo que esté a mi alcance lo haré”, respondí. Necesito que me ayudes con la educación de los peques.
¡¡El mundo giraba a mis pies!! Vaya responsabilidad, vaya desafío. No tengo hijos de sangre, experiencia cero. Pero acepté el desafío. Ya el mes de mayo le pedí para conocer a los peques, ya que no quise conocerlos antes de afirmar la relación. Es así que conocí a los pequeños, y no solo me enamoré de Nancy, hoy mi Nnan. Es que también me enamoré de Lisandro y Lisbeth, no puedo explicar el amor que sentí cuando de la boca de Lisandro me decía “Sos mi papá del corazón” y escuchar de Lisbeth el “Te amo Evo (Elvio)”. Durante el año viajaba a Posadas a estar con ellos y algunas veces vinieron a Wanda a estar conmigo. El año terminó y las clases también. Es así que un día dije “Miércoles regreso a Wanda” y Nancy dijo: ¡¡Nosotros vamos con vos a pasar el verano!!! Y acá estamos en Wanda, familia armada disfrutando a pleno. Con planes de casamiento y de no separarnos más porque el amor todo lo puede.
4. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5. No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
6. No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
7. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8. El amor nunca deja de ser (la Biblia, Palabra de Dios).
Así resumo mi historia, nuestra historia, donde Dios guió todo para que mi felicidad regrese y sea multiplicada, dándome un amor más dos amorcitos».
También Andrés B. nos conmovió con su historia, que dice así: “Amor Nacido de Badoo». Paso a contar la historia de mi amor, que el 24 de marzo cumplirá 8 años. Esto empieza un 20 de septiembre del año 2014, yo recién llegado a Buenos Aires (llevaba 8 meses) vine en plan vacaciones para tomarme un año sabático en la ciudad de la diversión, solo que vine sólo, me tocaba recurrir a aplicaciones de encuentros, para poder interactuar con los chicos de acá, descargo la aplicación Badoo donde me decían que podía conseguir lo que buscaba. Me contacta un chico de unos 35 años, el cual me llama mucho la atención, hablando de varios tema, intercambiamos WhatsApp para ser cordial la charla. Entonces concretamos cita después de estar meses hablando, hasta que un día me propone una cita, en un espacio público para que no tenga miedo y para mi seguridad, acepto: nuestra primera cita fue en plaza Constitución, verlo ahí esperándome con su morral fue lo mejor que me pasó en ese momento, desde que lo ví mi vida cambio, porque pasé de ser un chico reprimido, él me mostró y me hizo vivir mi realidad, haciéndome entender que lo importante era ser feliz sin importar el prejuicio de la gente, ahí mi vida cambió. Después de ese encuentro seguimos en contacto vía WhatsApp, vinieron más encuentros y luego llegó el momento que me invitó a su casa, hizo la mejor cena de mi vida, en ese momento fue muy caballeroso, atento, todo eso hacía que mi amor siguiera creciendo.
Luego llegó el momento que yo debía volver a Misiones, le comento que se terminaban mis vacaciones, mi sorpresa fue tremenda, cuando me dice “Viniste a jugar a enamorar y ser tu amor de vacío, y ahora me dejas con el corazón roto”, a lo que yo todo sorprendido, le dije “Creí que esto era un pasatiempo ( aunque yo ya me había enamorado desde el primer día)”. Me dijo “No mando en mi corazón, es la primera vez que no puedo dejar de hacerle caso”, y dice “Quiero que seas mi novio y te vengas a vivir conmigo, no quiero que pienses nada, deja todo lo que tengas allá en tu provincia y mudate ahora conmigo”. Entre mis dudas y desconfianza acepté, y me fui a vivir con él un 25 de marzo de 2015, en un poco más de un mes, cumplirá 8 años este amor, que a pesar de las muchas dificultades que pasamos, hoy en día está fortalecido, hemos progresado mucho, nos hicimos concubinos, y a pesar de las muchas trabas y piedras que nos tiraron, nada pudo. Ya van a ser 8 años, desde aquella vez que instalé una aplicación que me hizo conocer al amor de mi vida con quien quiero compartir hasta que la muerte nos separe. Leyendo como cada mañana las noticias online, ví esta publicación, y dije “Voy a contar mi historia” porque si gano el viaje le quiero proponer casamiento, y qué mejor hacerlo en el mejor lugar del mundo (igual si no gano sigue mi plan de proponerle casamiento), porque lo amo mucho y quiero sellar este amor convirtiéndolo en mi esposo para toda la vida”.
Reina Elizabeth nos contó su historia y por qué desea ganar la estadía en Iguazú: “Hace 15 años conocí a mi gran amor, por una pareja de amigos, nos presentaron una noche y empezamos a salir ahí nomás. Estuvimos dos meses de novios, me embaracé también, todo fue super rápido!! Decidimos irnos a vivir juntos, sin experiencia de nada, pero bueno, fue y es la locura más hermosa de mi vida, hoy seguimos juntos. ¡¡Nos encantaría conocer las cataratas!! Es mi gran sueño”.
Cristina Beatriz C. relató cómo conoció a su gran amor y su historia juntos: “Transitaba mi adolescencia. Caminaba por la vida buscando amor, después que había fracasado en una relación de la primera juventud, edad de ilusión y descubrimientos. Recordé aquella época, la de mi primer novio, Enrique, sentimiento puro, sincero y transparente. Entre fiestas y fiestas del secundario, cumpleaños de 15 y el sofá de casa se tejió el amor, con nuestras cartas de testigos. Salimos al mundo a gritarlo: Enrique con 16 años, yo 13. Recuerdo que me llamaba Negrita, por mi cabello largo castaño. Fueron 9 años de romance y, como dije antes, la música nos acompañaba todos los fines de semana: «Mau Mau», «Burbujas», «Sunset», «Atelier», eran los boliches de onda. Todo era maravilloso!!! Hasta una orquídea en cajita transparente recibía cada 14 de agosto. Nuestros padres acordaron también. Pero llegó el día oscuro: próximo a recibirse de abogado, faltaban pocas materias, y sombras aparecieron en el horizonte, por un capricho mío no formalizamos, se rompió la relación que mantenía con aquellos ojos azules. Fue mi príncipe azul. Pasaron nueve meses. Faltó reflexión. Hubo llanto, remordimiento y recuerdos. Fui a buscarlo pero otra persona me robó el lugar y él, que sufrió tanto por mi capricho, me rechazó. Ahí, era yo la que era abandonada por su orgullo. La vida le dió esposa, no amor, y dos hijos. A mi, un marido y un hijo. Muchos años después, también caminando por la vida, nos encontramos en Recoleta y me confesó que guardaba mis cartas, intactas, en una cajita, además de las fotos, que prohibió a todos hablar de mi, pues solo yo había sido su gran Amor. Sin palabras. A pesar de todo, hablábamos algunas veces por teléfono. En otra oportunidad, por una consulta jurídica lo llamé y nos vimos. Me alcanzó hasta casa en auto y sus lágrimas lavaron el rencor y el orgullo. Y, con la alegría de habernos visto, dejamos que el tiempo pase. Él seguía casado, yo también. Le sugerí que, al cumplir los 70, podríamos volver a vernos, los hijos serían adultos y estaríamos de vuelta de todo.
Pasaron los años: SILENCIO. Vienen a mi mente los recuerdos de juventud: el mar, la playa, vacaciones juntos, el secundario, los amigos. Las visitas del domingo a su casa con torta en mano y a comer pollo al horno con batatas, que su celosa mamá preparaba. Don Enrique, su padre, hacía siempre chistes y nosotros: abrazados. El viejo barrio de Caballito nos cobijó y fue compinche de secretos, besos y encuentros: fiestas de quince con vestido largo, bordado a mano y trajes con noble moñito al cuello, nos engalanaban. Salones con amigos, tortas, ilusiones y velitas. Tengo ahora 70 años, aún no soy abuela, no sé nada de su vida, tan solo que tendrá 73 años. Vive en Mar del Plata, ahí donde el mar nos desnudó y la arena forjó nuestros nombres. Suelo ir a Mar del Plata, es mi lugar, pasé infancia y juventud, lugar donde fui muy feliz en los veranos. Ahora también camino por la vida, pero divorciada. Me acompañan los recuerdos de «aquello que pudo haber sido pero no fue». ¿Habrá otro encuentro? Gracias a la vida por haberla transitado”.
Rafael Z. también contó la suya: “Nuestra historia comenzó hace 17 años, yo tenía 20 y Juli tenía 19. Allá por mayo de 2005 ella vino a vivir a mí barrio, en la rotonda. Apenas la vi y me enamoré. Yo cambié mí recorrido de vuelta a casa a la salida del trabajo solo para verla todos los días. Pasaron unas semanas y comenzamos a charlar. Hasta que llegó el día de invitarla a la Metro, ella se fue con una prima y yo con unos amigos, cuando llegué al boliche y entramos, ella y la prima estaban bailando con otros chicos, yo no podía quedarme con los brazos cruzados, me acerco y le digo al chico que estaba bailando con ella “Disculpa, mI mamá nos está buscando, yo soy el hermano”, y desde ese día comenzó nuestro amor. Hoy tenemos dos hijas, una que en pocos días cumple 15, y la otra hace unos días cumplió 5. Mí nombre es Rafael y mi señora es Juliana V.”.
Contanos tu historia y participá en este concurso de San Valentín
Podés ganarte una estadía en Iguazú para dos personas con la posibilidad de conocer las Cataratas del Iguazú, una de las siete Maravillas Naturales del Mundo.
El 14 de febrero es el día de los enamorados, ¡y queremos celebrar el amor con historias que emocionan!
Mandanos la carta que escribirías a tu amor, o compartimos una historia de amor que conozcas, y envianos por mail o por el viejo sistema de correo postal.
Entre todas, seleccionaremos una y la autora o el autor ganará una estadía para 2 personas en Puerto Iguazú, y podrán visitar nuestras maravillosas Cataratas.
Compartinos una historia de amor, tuya o que conozcas y envíala:
Por mail a historias@misionesonline.net;
O por correo postal a la siguiente dirección:
MisionesOnline
“Historias de Amor”
Coronel López 2138, piso 6.
CP 3300
Posadas, Misiones
Seleccionaremos las que serán publicadas y sortearemos un ganador, que será anunciado el próximo 28 de febrero.
El premio para celebrar el mes del amor es una estadía para 2 personas en Puerto Iguazú e ingresos para recorrer las Cataratas, una de las 7 Maravillas del mundo.
¡Anímate!
Los que creemos en el amor, queremos conocer esa historia que anida en tu corazón o en tu memoria.
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