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El 2022 cerró con presentaciones por 12 mil hectáreas para reforestar en Misiones : “El productor continuará plantando si obtiene un mejor precio por la materia prima”

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“Se sigue forestando en la provincia en el marco del régimen de promoción. Las 419 mil hectáreas logradas al 2020 fueron por el régimen que apoya el Estado Nacional y con el acompañamiento del gobierno provincial. En la medida que para el productor sea rentable la actividad forestal y obtenga un mejor precio por la materia prima, se continuará forestando”, indicó el funcionario, respondiendo a la preocupación planteada por los industriales por el abastecimiento futuro de madera ante el alejamiento de pequeños productores por la actividad en la última década.

 

En ese contexto, el subsecretario remarcó el liderazgo foresto-industrial alcanzado sobre la Ruta Nac. 12 tanto en bosques nativos como en bosques cultivados, y explicó los lineamientos que llevan adelante en políticas públicas para el desarrollo sostenible sobre unas 600 mil hectáreas bajo el concepto de “Paisaje Forestal” sobre la Ruta Nac. 14, integrado en armonía a la conservación, el turismo y las comunidades rurales.

 

“El paisaje forestal es nuestro diferencial, somos quienes mejor conservamos la Selva Misionera, una referencia en el país,  y también somos la  principal provincia foresto-industrial de la Argentina”, señaló el funcionario en la entrevista.

¿Qué abarca el concepto de paisaje forestal y cuál es el lugar que ocupa la  foresto-industria?

Misiones tiene la conformación de la Selva Paranaense, integrada a la forestación y otros cultivos agrarios  en lo que denominamos el “Paisaje Forestal”, matizada con actividades vinculadas con la yerba mate que es una foresta nativa, o el aprovechamiento de la madera con la foresto-industria.  Pero también con la conservación de la biodiversidad y los servicios ambientales que brinda, que permite, por ejemplo, sostener los recursos hídricos o desarrollar el turismo sustentable, todo a través de un “Paisaje Forestal” único en el mundo.

Sobre este modelo de desarrollo se orientan las políticas públicas de Misiones, donde el componente forestal es uno integrado a todo un “paisaje” que es lo que da vida a los misioneros y da la posibilidad de estar en esta tierra generando riqueza económica, social y ambiental, basada en ese verde misionero que atrae.

Esta visión es la que presentamos en San Vicente, en el marco de la Fiesta Nacional de la Madera que se realizó en noviembre, donde analizamos el territorio del paisaje forestal de la Ruta 14, en unas 600 mil hectáreas de lo que se denomina la alta cuenca divisoria de aguas entre el Río Paraná y el Río Uruguay,  que conforma un escenario totalmente diferente al que vemos en la Ruta Nac. 12, que tiene un liderazgo foresto-industrial tanto en Bosques Nativos como en Bosques Cultivados.

La Ruta 14 tiene otra identidad  en la que instalamos el paisaje forestal como visión sistémica integrada  entre la producción y la conservación.

Todo apunta a que las Políticas de Estado que se sostienen  hace 20 años en Misiones se encuentren dentro de este paisaje forestal, donde la biodiversidad y el desarrollo rural se da en equilibrio con el paisaje forestal sostenible. Esto es lo que nos da tanta satisfacción hoy como provincia, que es ejemplo y única en el país y el mundo por su selva.

Establecimiento La Pendiente, Montecarlo, Misiones

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¿Se busca que los productores realicen un uso sostenible del bosque nativo y de las plantaciones forestales?

El desarrollo provincial nos demuestra que ya conviven actividades de cadena de valor de la economía misionera diversas, por ello debemos hablar ahora de la integración forestal con los bienes y servicios ambientales de los bosques nativos y el aporte de los bosques cultivados, ya que son actividades que requieren proteger el suelo, las cuencas de agua, y también el paisaje.

Todo eso es Misiones, gestionando sus políticas públicas.

Tenemos más de 20 áreas de ministerios de la provincia en la que tratamos las cuestiones del uso del suelo, la producción de madera, la hoja verde de té o yerba, los servicios de protección, todo con una mirada sistémica sobre ese verde misionero.

«El paisaje forestal es nuestro diferencial, somos quienes mejor conservamos la Selva Misionera, una referencia en el país, y también somos la  principal provincia foresto-industrial de la Argentina».

Pero esos cambios de usos de suelo que sucedieron décadas atrás, hoy nos muestran una reflexión en la región del Cono Sur ya que tiene sus consecuencias, que no fueron evaluadas en su momento, pero puso en riesgo el ecosistema del Bosque Atlántico y esto afectó a muchas especies .

Desde Misiones, tenemos un presente donde se trabaja fuertemente en el Cambio Climático, donde buscamos mitigar esos efectos negativos para la humanidad con actividades sostenibles.

Todo esto tiene que ver con gestiones que se realizaron en el territorio, que tiene cadenas de valor como la foresto-industria, con una cultura del trabajo en la provincia, donde se establecieron medidas que marcaron un rumbo sobre cómo migramos desde la década del 60.

Desde entonces se viene creciendo en establecimientos de bosques cultivados, llegando al año 2020 con una superficie de 419 mil hectáreas  forestadas, y en su entorno están vinculadas más de 600 industrias pequeñas, medianas y grandes.

Estamos transitando una tercera generación de misioneros que hoy  están volviendo a reforestar. Son hijos de hijos de productores forestales o madereros, que iniciaron la actividad en la década del 60, y desde entonces vienen creciendo en el establecimiento de plantaciones forestales.

Si uno da una mirada a estas 419 mil hectáreas de patrimonio forestal, todo esto se logró con la operatoria del sistema de promoción forestal nacional a través de la Ley 25.080, que tiene más de dos décadas de funcionamiento (con su prórroga estará vigente hasta 2029) en el país y en Misiones.

Es decir, el Estado Nacional hizo un esfuerzo para acompañar al sector forestal, aunque fue a medias porque se generó una economía lejos de los centros de decisión como Buenos Aires, y desde Misiones se viene acompañando siempre en los reclamos del sector para el desarrollo de esta economía.

Esto debe entenderse claramente. Nuestros dirigentes del sector foresto-industrial tienen que buscar o hacer fuerza entre quienes aprovechan y quienes producen la madera, potenciar el trabajo del forestador y del industrial maderero, porque vamos a tener bosques cultivados en la medida que la economía permita rentabilidad al productor en su actividad económica y social.

El presidente de AMAYADAP volvió a plantear la preocupación  por los retrasos en el pago de planes forestales de la Ley 25.080, señalando como uno de los motivos por el cual los productores han dejado de plantar pinos. ¿Es así, se ha dejado de plantar?

No es que se haya dejado de plantar pinos en Misiones. Al cierre del año 2022 estábamos con presentaciones en más de 12 mil hectáreas en el marco de la promoción de la Ley 25.080. Estos son números que recién estamos terminando de procesar.

Ahora..¿Podemos forestar más de estas 12 mil hectáreas por año?. Sí.

En algún momento, en estas más de dos décadas de actividad foresto-industrial, también podemos decir que prácticamente las 419 mil hectáreas que tenemos se lograron con la vigencia de la operatoria, con todos los problemas de funcionamiento que se tienen, que desde el gobierno provincial insistimos con los reclamos de cumplimiento de pago de planes en tiempo y forma, y que entendemos debe aparecer el recurso necesario en el Presupuesto Nacional para hacer frente a esas deuda; pero si uno le pone valor a lo que costó en esfuerzo, trabajo y economía la superficie lograda en estos 20 años, uno se encontrará que fue un aporte público con cifras siderales en apoyo a la actividad.

Estas plantaciones logradas ya construyen sólidamente las bases de una industria, pero para que eso siga así, y para que siga creciendo, la defensa de un mejor precio por la materia prima tiene que estar presente cuando planificamos la forestación.

¿Cuál es el escenario actual de oferta de materia prima?

De las 419 mil hectáreas forestadas al 2020 en Misiones, más de un 40% ya están en manos de industrias, porque fueron quienes han forestado. Hablamos desde la gran empresa, como de PyMEs

Arauco tiene más de 120 mil hectáreas de bosques cultivadas (pino, eucalipto, araucarias, y un vivero de especies nativas).  En tanto, en el universo de las Pymes hay otras 160 mil hectáreas aproximadamente.

El dato es que son más de 250 mil hectáreas que están en manos de más de 7.000 familias o propietarios que son productores de la materia prima, que además algunos tienen Yerba Mate, Té, ganadería y  otros cultivos anuales, que integran este paisaje forestal productivo.

El atractivo para que esto siga ocurriendo es que debemos entender que la sustentabilidad de la economía forestal comienza con el establecimiento y reconocimiento de las mismas.

Al principio, cuando se instrumentó la promoción forestal, veíamos migrar a yerbales que tenían muy poco valor a uso forestal, los productores se fueron pasando porque decidieron cambiar de uso productivo porque encontraban mayor rentabilidad o alternativa. Esto lo hemos vivido y hemos llevado  estadísticas de esa transformación, si bien eran bajos porcentajes, pero también ocurrió.

El escenario en los últimos años se ha invertido, por la mejora de precios de la actividad yerbatera.

Es decir, en la actualidad el forestador tiene el precio de la materia prima más baja de la región americana, y en la medida que nos se den esas mejoras en el mercado, y que no se avisore que hacer forestación es un buen negocio, no se optará por esta actividad como sucedía años atrás.

Se foresta menos, porque el aprovechamiento el productor que planta hoy lo tendrá en los próximos 14 o 16 años de iniciada la actividad.

De igual forma, la percepción que debemos tener,  y creo es la que prima en el sector agrario misionero, es que estar en la actividad forestal es un negocio que tiene mucho futuro, que permite sustentabilidad, que está alineada a contribuir con la biodiversidad, a los servicios ecosistémicos,  a mitigar de los efectos del cambio climático, en todo eso contribuye el sector forestal tanto de bosques nativos como de bosques cultivados.

A nivel internacional, llevamos esta idea que el manejo de la conservación y el aporte a la mitigación del cambio climático son cuestiones que debe tener un reconocimiento, una compensación como Estado, en particular por nuestros valores por todo lo que integra el paisaje forestal que gestionamos.

 

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