Para alegría de muchos y para decepción de otros que tenían planes al aire libre, la lluvia fue la gran protagonista en la tarde navideña misionera, haciendose presente en forma de chaparrones interminentes en distintos puntos de la Tierra Colorada.
Con el fin de la lluvia, un imponente arocoíris le puso color a la Costanera posadeña, mientras que abajo el río Paraná era testigo privilegiado.
Costanera, de mañana
Durante la mañana, los posadeños volvieron a apostar por un domingo navideño en los balnearios de la ciudad. Como es habitual año a año, y desde muy temprano, los vecinos de la capital misionera se ubicaron en los balnearios Costa Sur y El Brete, para disfrutar de un poco de sol y calor a orillas del río Paraná.
En este domingo parcialmente nublado pero muy caluroso, no faltaron las sombrillas, las conservadoras repletas de bebidas refrescantes, mucho protector solar y alguna que otra resaca navideña.
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