El experto independiente y relator de la ONU se refiere como «muerte ilícita» a todas las muertes surgidas de la violencia institucional y las ocurridas bajo custodia de las fuerzas de seguridad, así como las debidas a la violencia sexual y de género.
En la Argentina enfocó su visita en los fenómenos de violencia institucional con resultado de muerte, las muertes en custodia y las muertes por violencia de género u orientación sexual, con especial atención a su investigación y prevención eficaces.
La visita ofreció una oportunidad inigualable para constatar los logros, identificar buenas prácticas, así como los desafíos pendientes para prevenir toda muerte arbitraria, evitar la impunidad y atender los reclamos de la víctimas.
Tidball-Binz es un médico especializado en ciencias forenses, derechos humanos y acción humanitaria. El relator especial de la ONU sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias destacó el contraste entre los ejemplares logros democráticos conseguidos durante los últimos 40 años por Argentina y la persistencia en el país de prácticas, mayormente invisibilizadas, de violencia institucional que acaban en muertes.
«Insto al Gobierno de Argentina a redoblar sus esfuerzos para prevenir e investigar las muertes ilegales y, con este fin, ofrezco todo el apoyo de mi mandato», dijo Morris Tidball-Binz, al término de una visita de 11 días al país.
El relator especial examinó el fenómeno relacionado a todas las muertes surgidas de la violencia institucional y las ocurridas bajo custodia de las fuerzas de seguridad, así como las debidas a la violencia sexual y de género.
«Las víctimas suelen pertenecer a los sectores más desfavorecidos y vulnerables de la población, lo que hace que el fenómeno sea en gran medida invisible, mientras los responsables gozan de impunidad», afirmó el experto.
Tidball-Binz ñadió que «el Estado argentino debe erradicar urgentemente estas prácticas mediante la implementación de medidas específicas, incluyendo la investigación efectiva de todas las muertes potencialmente ilícitas, el castigo de los autores y la protección de las víctimas».
El relator de la ONU exhortó al Gobierno a redoblar sus esfuerzos para prevenir e investigar eficazmente todas las muertes ilícitas, ofreciendo para ello el apoyo de su mandato.
Argentina, impulsora histórica del mandato del relator
El relator recordó que su mandato se estableció en 1982, en gran medida gracias al movimiento de derechos humanos de Argentina impulsado por las víctimas y sus familiares.
«En 40 años de gobierno democrático ininterrumpido, Argentina ha consolidado una sólida institucionalidad y cultura de derechos humanos. Esto se refleja en sus logros ejemplares en materia de verdad, justicia y reparación de los crímenes del pasado, así como en su actual presidencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU», destacó.
El experto mantuvo contactos con representantes de organismos estatales, de todos los estamentos estatales, de organismos autónomos, del mundo académico y de la sociedad civil, así como con familiares de víctimas de la violencia institucional, incluidas las que murieron bajo custodia y como consecuencia de la violencia de género.
Tidball-Binz dijo que «estas familias a menudo se enfrentan a grandes desafíos para lograr la verdad y la justicia, incluyendo la discriminación, las barreras en las investigaciones y el acoso y las amenazas de los propios presuntos autores, que a menudo se benefician de la impunidad».
Preocupación por la violencia de género
El experto también manifestó su gran preocupación por la violencia de género. El año pasado Argentina registró 231 feminicidios, e indicó que un número desproporcionado de estos crímenes fueron cometidos por funcionarios de las fuerzas del orden que utilizan sus armas de servicio mientras están fuera de servicio.
Por ello, instó a las autoridades a llevar ante la justicia a todos los responsables de muertes ilegales, a garantizar la asistencia jurídica y a proporcionar protección a las víctimas.
“El personal de las fuerzas del orden debe recibir una formación adecuada para garantizar que sus acciones cumplen con las normas pertinentes, incluidos los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley; y las Orientaciones de las Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos sobre el Empleo de Armas Menos Letales en la Aplicación de la Ley”.
Igualmente, instó a Argentina a aprobar el Proyecto de Ley Integral contra la Violencia Institucional, actualmente en trámite en el Congreso del país. El proyecto de ley pretende establecer un marco más amplio para documentar y prevenir la violencia institucional y reparar a las víctimas.
Durante su visita, el relator viajó a Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Corrientes y Resistencia. También, Tidball-Binz rindió homenaje a los actores de la sociedad civil, en particular a las víctimas y sus familias en Argentina, por su contribución en la consolidación de los derechos humanos en el país mediante sus demandas de justicia y responsabilidad.
«Reconozco la extraordinaria contribución de las Abuelas de Plaza de Mayo y del Equipo Argentino de Antropología Forense, por ser pioneros en el desarrollo y uso de métodos científicos para investigar las violaciones de los derechos humanos e identificar a las víctimas», aplaudió.
El relator especial presentará un informe sobre su visita al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2023.
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