La democracia nació como un sistema de gobierno con participación directa de la población, pero luego, cuando las sociedades se complejizaron, derivó en formas indirectas o representativas ante la imposibilidad práctica de someter todas las decisiones a consulta popular.
Los registros históricos ubican al nacimiento de la democracia en Atenas y otras ciudades-estado griegas en algún momento del siglo V a.C. El sistema era bastante sencillo: las decisiones importantes las tomaba una asamblea de la que podían participar todos los ciudadanos (no esclavos) varones, cualquiera podía tomar la palabra y proponer temas, después de un espacio de debate, se votaba a mano alzada, la mayoría se imponía y la decisión era definitiva.
El sistema funcionaba para organizar a una ciudad como la antigua Atenas cuya población oscilaba entre las 30 y 60 mil personas, pero para organizar sociedades más complejas fue necesario adoptar modelos de democracia representativa, en los que la población no toma las decisiones de manera directa sino que lo hace a través de representantes elegidos en elecciones libres.
Se resignó la participación directa de la población a favor de un Estado más operativo, capaz de atender muchas cuestiones en simultáneo sin necesidad de someter cada decisión a una instancia de consulta popular o asamblearia.
Las sociedades mejor organizadas consiguieron recuperar espacios de participación directa de la gente en modelos que conservan lo mejor de ambos tipos de democracia, la directa y la representativa. Ese camino recorre la Legislatura de Misiones con instancias de participación de la ciudadanía ya consolidadas como el Parlamento de la Mujer y el Parlamento Estudiantil.
Se trata de espacios de debate que abren las puertas de la participación directa en el Gobierno a personas que no necesariamente forman parte de la política partidaria. Ofrecen a la gente la posibilidad de presentar propuestas y formar parte de las decisiones del Estado sin necesidad de ganar una elección o incluso de integrar alguna lista.
De esos espacios surgieron proyectos que se convirtieron en leyes, las más recientes en la última sesión de la Legislatura: el Programa Provincial de Abordaje Integral de la Pubertad Precoz y el Retraso Puberal y el Programa Emprendedoras Steam.
El primero parte de un proyecto presentado en el Parlamento de la Mujer 2021 que fue agrupado con iniciativas presentadas por los legisladores Martín Cesino y Jorge Ratier Berrondo. Tiene como objetivo revertir el desarrollo precoz y el retardo de los caracteres sexuales secundarios, con el fin de evitar las consecuencias psicosociales y conductuales que provocan estas alteraciones en la cronología de la pubertad.
También apunta a brindar atención médica multidisciplinaria, acceso a estudios, prácticas diagnósticas, terapéuticas y farmacológicas para la detección temprana, abordaje, control y seguimiento.
Además de visibilizar y concientizar sobre la importancia de la consulta temprana ante la aparición de signos y síntomas de desarrollo puberal prematuro de niños y niñas, o el retraso puberal en adolescentes; y promover la prevención y tratamiento de los factores de riesgo desencadenantes o agravantes asociados.
El Programa Emprendedoras Steam sancionado el jueves también surge de un proyecto presentado en el Parlamento de la Mujer en 2021 y se propone impulsar el desarrollo de la vocación “steam” en las mujeres misioneras, a través del fomento de proyectos centrados en la innovación, la creatividad y el diseño, que potencie el uso de espacios virtuales de aprendizaje y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Las emprendedoras “steam” son mujeres que desarrollan habilidades asociadas a la innovación, el desarrollo del aprendizaje, la investigación, el cuestionamiento integrado y el emprendimiento con énfasis en el diseño y la resolución de problemas. “Steam” es una sigla que refiere a ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas.
Los objetivos son promover la creación de nuevos emprendimientos de base científico tecnológica liderados por mujeres; impulsar a las mujeres emprendedoras con vocación “steam”; y favorecer el desarrollo de las vocaciones científicas a través de la innovación y el desarrollo de talentos; entre otros.
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